sera tambien el padre de mi hijo. No quiero que se sepa nada. No hables con Andres, por favor.
– Esta bien, esta bien. Si tu quieres…
Y me fui al norte.
14.
Las ultimas paginas del diario de Violeta no tienen fecha. Ha cambiado el color de la tinta y pienso en sus dedos siempre sucios, con el rastro de lapices y lapiceras. La tinta de las ultimas paginas es color cafe.
Son frases cortas, pequenos parrafos… Nada de lo que escribe se aparta de la abstraccion. ?Fue a proposito? ?Su propia finura le impidio un testimonio mas carnal? Quien sabe cuantas cosas no incluyo en su diario; quizas esa misma omision fue lo que sugeria -debiera sugerirme- la accion que no estaba descrita.
Menos mi vientre.
Que se profane mi cuerpo, que se profane la existencia misma.
Menos mi vientre.
Busco la luz cantarina, la del amanecer. Si ella me limpiara… ella nunca me ha fallado.
Las horas transcurren el con el, yo sin el.
En el sexo se esta muy sola.
En mis horas de extravio acaricio mi estomago, tomandolo, aprehendiendolo, anidandolo. Hubo un instante de una eternidad bendita: el instante en que se gesto. Aquello es lo que mi corazon tiene presente.
Ya no queda un solo demonio en el infierno. Se fueron todos a mi cabeza.
Toda sangre termina por llegar al lugar de su quietud, dice el Chilam-Balam. Debo creerle.
Uno a uno rompio los petalos: el deshojador.
Introducirse en lo interior de un espacio. Introducir un cuerpo en otro por sus poros. Con exceso, con atrevimiento, con osadia. Lo que ha hecho no es solo penetrar. Ha desmigajado.
Supongo que habra alguna conquista -alguna que sea- que se haga de una vez para siempre, ?o es que todas deben requerir nuestro esfuerzo diario para retenerlas?
Le tengo miedo a la pesadilla. Vuelve y vuelve. Sueno que estoy pariendo culebras, pequenas serpientes resbalosas saliendo de mi vagina. No, no son ninos, son culebras.
Estoy vigilante. Estoy en alerta. Estoy en la vispera de.
Pienso obsesivamente en la muerte y sus aliados.
No le temo al peligro heroico. Le temo al peligro feo.
Presiento al espiritu malo, al Invasor. Busco mi refugio. El ultimo bosque: el lugar del cobijo, donde las sombras nos sugieran la utopia del sol que se colara por las copas y nos calentara algun mediodia, donde nos burlemos de las lluvias con la certeza de que no han llegado para quedarse, donde habra techo para todos, donde nadie dejara de guarecerse, donde la geografia sera mas solidaria que temerosa. El lugar de la compasion. El lugar donde no aceche la anoranza.
Mas que a nada, le temo a la orfandad etica.
Las mujeres son diosas al parir. El poder de dar vida es el poder total. Soy todopoderosa.
Invoco a la diosa Demeter, que me auxilie.
Estoy preparada. Ya se seco la ultima flor rosada de la azalea, ya puedo cerrar.
El cuerpo es una trampa, es una trampa, es una trampa.
EL ABUSO MATA ALGO MUY VALIOSO: LA MISERICORDIA.
Y en la pagina anterior a la pagina en blanco, con una letra enorme y desquiciada, leo su ultimo dolor, el ultimo que escribio:
Que su hija ha perdido la razon. Dile a Cayetana que me lleve.
15.