Se dirigio hacia la puertaventana abierta y me dio la espalda. Sus hombros se movieron; se retorcia las manos. Dijo:

– Lo siento; no puedo.

Yo me habia abalanzado a recoger el vestido y las flores. Mientras doblaba el vestido, dije:

– Perdoname, carino. No deberia habertelo ensenado todo tan de golpe. Podemos verlo mas tarde.

Ella se habia vuelto hacia mi. Bajo la voz.

– No me refiero al vestido. Me refiero a todo. A todo esto. No puedo casarme contigo. No puedo.

Yo seguia doblando el vestido mientras ella hablaba, y mis dedos desfallecieron un poco. Pero repuse el vestido plegado en su caja y la deje en el sofa antes de encaminarme hacia ella. Me miro acercarme, con el cuerpo rigido y la expresion casi temerosa. Le puse una mano en el hombro y dije:

– Caroline.

– Lo siento -repitio-. Te aprecio mucho, muchisimo. Siempre te he apreciado. Pero creo que debo de haber confundido el aprecio con… otra cosa. Durante un tiempo no estaba segura. Por eso resultaba tan dificil. Has sido un amigo excelente y te lo he agradecido mucho. Me has ayudado muchisimo con Rod, con mi madre. Pero no creo que haya que casarse por gratitud, ?no? Por favor, di algo.

– Carino mio -dije-, yo… Creo que estas cansada.

Una expresion consternada aparecio en su cara. Desplazo el hombro para eludir mi contacto. Le deslice la mano por el hombro y le cogi la muneca.

– Despues de todo lo que ha ocurrido, no es de extranar que estes confusa - dije-. La muerte de tu madre…

– No estoy en absoluto confusa -dijo ella-. La muerte de mi madre es lo que me ha hecho verlo todo claro. Pensar en lo que queria y lo que no queria. Pensar tambien en lo que tu quieres.

Le tire de la mano.

– Vuelve al sofa, por favor. Estas cansada.

Ella se zafo y endurecio el tono.

– ?No repitas eso! ?Es lo unico que me dices siempre! A veces… a veces pienso que quieres tenerme cansada, que te gusta que este cansada.

La mire asombrado, horrorizado.

– ?Como puedes decir eso? Quiero que estes bien. Quiero que seas feliz.

– Pero ?no lo ves? No estare bien ni sere feliz si me caso contigo.

Debi de estremecerme. Su expresion se torno mas benevola, y anadio:

– Lo siento, pero es la verdad. Ojala no lo fuese. No quiero hacerte dano. Te aprecio demasiado. Pero creo que preferirias que sea sincera contigo, en vez de convertirme en tu mujer sabiendo en el fondo de mi corazon que no…, en fin, que no te queria.

Bajo la voz al decir estas ultimas palabras, pero me miraba a los ojos con los suyos tan fijos que empece a asustarme. Busque de nuevo su mano.

– Caroline, por favor. Piensa lo que estas diciendo, por favor.

Ella movio la cabeza y se le formaron arrugas en la cara.

– No he parado de pensar desde el entierro de madre. He pensado tanto que los pensamientos se me han enredado como cuerdas. Solo ahora han empezado a aclararse.

– Se que te he atosigado. Ha sido una estupidez por mi parte. Pero podemos… empezar de nuevo. No tenemos que ser como marido y mujer. No al principio. No hasta que estes preparada. ?Es ese el problema?

– No hay ningun problema, no de esa clase. En realidad no.

– Podemos darnos un tiempo.

Ella se libero de mi mano.

– Ya he perdido demasiado. ?No lo entiendes? Lo que ha habido entre nosotros nunca ha sido real. Cuando se fue Rod yo era muy infeliz y tu siempre muy amable. Pense que tu tambien eras desgraciado, que querias huir como yo. Pense que casandome contigo podria… cambiar de vida. Pero tu nunca te iras, ?verdad? Y asi mi vida no cambiara, en definitiva. Solo cambiare unos deberes por otros. ?Estoy harta de deberes! No puedo. No puedo ser la mujer de un medico. No puedo ser la mujer de nadie. Y, por encima de todo, no puedo quedarme aqui.

Dijo esto ultimo con una especie de odio; y cuando me quede mirandola sin comprender, dijo:

– Me voy. Es lo que queria decirte. Me voy de Hundreds.

– No puedes -dije.

– Tengo que irme.

– ?No puedes! ?Donde demonios crees que vas a irte?

– No lo he decidido. A Londres, primero. Pero despues quiza a America o a Canada.

Lo mismo podria haber dicho «a la luna». Al ver mi mirada incredula, repitio:

– ?Tengo que irme! ?No lo entiendes? Necesito… marcharme. Inmediatamente. Inglaterra ya no sirve para alguien como yo. No me quiere.

– Por el amor de Dios -dije-. ?Yo te quiero! ?Eso no significa nada para ti?

– ?Me quieres, de verdad? -pregunto-. ?O quieres la casa?

La pregunta me dejo atonito, y no supe contestar. Ella prosiguio, en voz baja:

– Hace una semana me dijiste que estabas enamorado de mi. ?Puedes decir sinceramente que sentirias lo mismo si Hundreds no fuera mio? ?Verdad que has tenido la idea de que tu y yo podiamos vivir aqui como marido y mujer? El hacendado y su esposa… Pero esta casa no me quiere. Yo no la quiero. ?Odio esta casa!

– Eso no es cierto.

– ?Por supuesto que lo es! ?Como podria no odiarla? Mi madre se mato aqui, aqui mataron a Gyp; a Rod tambien podrian haberle matado aqui. No se por que nadie ha intentado matarme alguna vez. En cambio, me han dado esta oportunidad de huir… No, no me mires asi. -Avance hacia ella-. No me estoy volviendo loca, si es lo que estas pensando. Aunque no estoy segura de que no quisieras que lo estuviese. Podrias tenerme encerrada arriba, en el cuarto de los ninos. Al fin y al cabo, ya hay barrotes en las ventanas.

Era como una desconocida para mi. Dije:

– ?Como puedes decir estas cosas tan horribles? ?Despues de todo lo que he hecho por ti, por tu familia?

– ?Crees que debo pagartelo casandome contigo? ?Es lo que crees que es el matrimonio, una especie de pago?

– Sabes que no pienso eso. ?Por Dios! Yo solo… Nuestra vida, juntos, Caroline. ?Vas a echarlo todo por la borda?

– Lo siento. Pero ya te lo he dicho: nada de eso era real.

Se me quebro la voz.

– Yo soy real. Tu eres real. Hundreds es real, ?no? ?Que diablos crees que le ocurrira a esta casa si la abandonas? ?Se caera a pedazos!

Se separo de mi y dijo con voz cansina:

– Bueno, otra persona se ocupara de eso.

– ?Que quieres decir?

Ella se volvio, frunciendo el entrecejo.

– Pondre en venta la finca, por supuesto. La casa, la granja…, todo. Necesitare el dinero.

Вы читаете El ocupante
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату