Ella se estremecio.
– Esta durmiendo. Solo que me ha parecido oir que me llamaba. No quiero que se despierte y se asuste.
– Bueno -dije-, deberia dormir horas con el Veronal que ha tomado. Ven a sentarte al lado del fuego. Tienes frio. Y Dios sabe que yo tambien.
La lleve a la chimenea, junte las butacas delante de la lumbre y nos sentamos. Apoye los codos en las rodillas y la cara en las manos. Rendido y harto, me frote los ojos.
– Has estado arriba -dijo ella.
Asenti, mirandola adormilado.
– ?Oh, Caroline, es una habitacion horrible! Parece la celda de un demente. He cerrado la puerta con llave. Creo que deberias dejarla asi. No subas.
Ella aparto la mirada y miro al fuego.
– Otra habitacion cerrada -dijo.
Yo seguia frotandome los ojos irritados.
– Bueno, eso es ahora la preocupacion mas secundaria. Tenemos que pensar en tu madre. Me cuesta creer que haya ocurrido esto, ?a ti no? ?Y ella estaba normal, esta manana?
Sin apartar la mirada de las llamas, Caroline dijo:
– No estaba cambiada con respecto a ayer, si te refieres a eso.
– ?Ha dormido bien?
– Que yo sepa… Supongo que yo no deberia haber bajado a la obra. No deberia haberla dejado.
Baje las manos.
– No seas tonta. ?Si alguien tiene la culpa soy yo! Llevas semanas diciendome que tu madre no es la misma. Ojala te hubiera hecho mas caso. Lo siento mucho, Caroline. No sabia que estuviera tan perturbada. Si esos cortes hubieran sido mas profundos habrian llegado a una arteria…
Ella parecia asustada. Le cogi la mano.
– Perdoname. Es terrible para ti. Ver a tu madre en ese estado… Con esas… esas fantasias. -Lo dije a reganadientes-. Esas ideas sobre tu hermana, que tu hermana ha estado… visitandola. ?Lo sabias?
Ella volvio a mirar al fuego.
– No. Pero ahora tiene sentido. Ha pasado mucho tiempo sola. Crei que era cansancio. Pero ahi arriba, en su habitacion, habra estado pensando en eso, en esa Susan… ?Oh, es grotesco! Es… indecente. -Sus palidas mejillas se habian coloreado-. Y es culpa mia, digas lo digas. Sabia que ocurriria algo asi. Que era solo una cuestion de tiempo.
– Bueno -dije, entristecido-, entonces yo tambien tendria que haberlo sabido. Y podria haberla vigilado mas de cerca.
– No importa cuanto la vigiles -dijo-. Vigilamos a Roderick, ?recuerdas? Deberia habermela llevado… de inmediato de Hundreds.
Hubo algo extrano en el modo en que lo dijo; y mientras hablaba me miro y luego bajo la mirada, casi furtivamente.
– ?Que quieres decir, Caroline? -dije.
– Bueno, ?no es evidente? -dijo ella-. ?Hay algo en esta casa! Algo que ha estado aqui todo el tiempo y que ahora… ha despertado. O algo que ha venido a castigarnos y mortificarnos. Ya has visto como estaba mi madre cuando has llegado. Has oido lo que le ha ocurrido. Has oido a la senora Bazeley y a Betty.
Yo la mire incredulo.
– No lo diras en serio… No puedes creer… Caroline, escucha. -Extendi la mano para tomar la otra suya, y le aprete fuertemente los dedos-. Tu, tu madre, la senora Bazeley, Betty: ?estais todas al limite de vuestras fuerzas! Si, esta casa os ha metido ideas en la cabeza. Pero ?es tan sorprendente? Un desastre ha conducido clarisimamente a otro: primero Gyp, despues Roderick y ahora esto. Lo ves, ?no? Tu no eres tu madre, Caroline. Eres mas fuerte que ella. ?Caramba, me acuerdo de como lloraba hace meses ahi sentada, donde estas sentada ahora! Habra estado dandole vueltas al recuerdo de tu hermana desde que aparecieron los malditos garabatos. No se encontraba bien, no dormia; la edad tambien le pesa. Y encima esa insensatez de la bocina…
– ?Y la puerta cerrada con llave? ?Los pasos?
– ?Seguramente la puerta ni siquiera estaba cerrada! ?Acaso no estaba abierta cuando tu y la senora Bazeley habeis subido al cuarto? ?Y no estaba el silbato en su sitio? Y respecto a los pasos… yo diria que ha oido algun sonido. Una vez creyo que oia los pasos de Gyp, ?te acuerdas? Solo hizo falta eso para que su mente empezara a flaquear.
Ella movio la cabeza, contrariada.
– Tienes una respuesta para todo.
– ?Una respuesta racional, si! ?No estaras insinuando seriamente que tu hermana…?
– No -dijo, con firmeza-. No estoy insinuando eso.
– ?Que, entonces? ?Que algun otro fantasma esta hostigando a tu madre? ?El mismo, es de suponer, que hizo las marcas en la habitacion de Roderick…?
– Pues
– Caroline, no es posible que creas eso -dije.
– ?Oh, para ti no hay problema! -respondio, enfadada-. Puedes hablar de alucinaciones, fantasias y esas cosas. Pero no conoces a esta familia; en realidad no la conoces. Solo nos has visto como somos ahora. Hace un ano eramos distintos. Estoy segura de que lo eramos. Las cosas han cambiado…, se han torcido…, han ido tan mal, tan rapido. Tiene que haber
Se habia puesto palida y estaba afectada. Le puse una mano en el brazo.
– Escucha, estas cansada. Todas vosotras estais cansadas.
– ?No paras de decir eso!
– ?Porque por desgracia es verdad!
– Es algo mas que mero cansancio, ?no? ?Por que no quieres verlo?
– Veo lo que tengo delante -dije-. Y luego hago deducciones sensatas. Es lo que hacen los medicos.
Lanzo un grito que era en parte de contrariedad y en parte de aversion, pero fue como si hubiera consumido las fuerzas que le quedaban. Se tapo los ojos, se quedo callada y tensa un segundo y luego dejo caer los hombros.
– No lo se -dijo-. A veces parece claro. Otras veces es… demasiado. Es superior a mis fuerzas.
La atraje para besarla y alisarle el pelo. Despues le hable en voz baja y sosegada.
– Carino, lo siento muchisimo. Es duro, lo se. Pero a nadie le servira de nada, y a tu madre aun menos, que evitemos lo obvio… Es evidente que las cosas se le han puesto muy dificiles. No hay nada extrano ni sobrenatural en esto. Creo que ha intentado refugiarse en una epoca en que tenia una vida mas facil. ?Cuantas veces ha hablado del pasado con nostalgia? Debe de haber convertido a tu hermana en una especie de simbolo de todo lo que ha perdido. Creo que la cabeza se le despejara si descansa. Lo creo de verdad. Creo que tambien la ayudaria que la finca volviese a ser lo que era. -Hice una pausa-. Si nos casaramos…