– Los dos tecnos estaban tumbados sobre la montana de detritus mas reciente… Como si los hubieran colocado cuidadosamente alli. Los robots basureros estan programados para detectar residuos sintientes y avisar, de modo que detuvieron los trabajos y lanzaron la alarma. Y en esa misma montana, un poco enterrados, estaban los otros cadaveres, mas antiguos y en diversos estados de descomposicion. En los hologramas que has visto los cuerpos estaban reconstruidos, pero los dos hombres debian de llevar muertos por lo menos un mes.

– Es decir que estaban en otra parte y los llevaron a Biocompost C.

– Exacto, era como si alguien hubiera querido que los descubrieramos a todos juntos y que por lo tanto unieramos los casos. Pistas criminales obvias para detectives imbeciles.

Bruna sonrio. Este hombron de voz perezosa tenia cierta gracia. Aunque convenia no confiarse.

– Lizard, se que ha habido antes otros casos de muertes de reps parecidas. Antes de las que han salido a la luz esta semana… Cuatro mas. El fascista de Hericio lo dijo en las noticias… Y Chi las estaba investigando.

Lizard enarco las cejas, por primera vez verdaderamente sorprendido.

– ?Tambien lo sabia Chi? Vaya… Era el secreto mas conocido de la Region… ?Y que es lo que sabia, exactamente?

– Que eran tres hombres y una mujer, todos tecnohumanos, todos suicidas, ninguno asesino a nadie antes de matarse. Se quitaron la vida por diversos metodos, todos bastante habituales: cortarse las venas, sobredosis de droga, arrojarse al vacio… Los tres ultimos, quiero decir los ultimos en el tiempo, los mas recientes, se sacaron un ojo. Y todos llevaban una mema adulterada.

– ?Y nada mas? ?No conocia ningun otro detalle que relacionara a los muertos?

– Chi no habia encontrado nada que les uniera. Parecen victimas elegidas al azar.

– Puede ser, Bruna. Pero ademas… todos tenian tatuada en el cuerpo la palabra «venganza».

– ?Todos?

– Los siete.

– ?Tambien Chi?

– Tambien.

– No lo vi.

– Estaba en su espalda.

– Gandara no me lo dijo.

– Anoche te fuiste muy deprisa. Mira.

En el aire floto el primer plano de una espalda. Larga, ondulante, blanca. Pero manchada por los trazos violetas de unos cardenales. Cerca del suave comienzo de las nalgas estaba escrita la palabra «venganza» con una letra muy distintiva, apretada, entintada y redonda. El vocablo mediria unos cuatro centimetros de ancho por uno de alto. Tenia ese amoratado color de uva de los tatuajes realizados con pistola de laser frio, como el de Bruna. Se curaban en el mismo instante en que se hacian.

– Es Chi -explico el hombre-. Pero todos los tatuajes son iguales y estan en el mismo lugar.

Lizard apago la mesa y miro a Bruna con una pequena sonrisa.

– Me parece que te estoy contando demasiadas cosas, Husky.

Y era verdad. Le estaba contando demasiadas cosas.

– Dime solo algo mas, Lizard… ?que contienen las memas mortales?

– Mas que memas, son programas de comportamiento inducido… Unas piezas de bioingenieria muy notables. Y los implantes evolucionaron de una victima a otra… Es decir, sus programas se fueron haciendo mas complejos…

– Como si los primeros muertos fueran prototipos…

– O ensayos practicos, si. Los implantes disponen de una dotacion de memoria muy corta… Treinta o cuarenta escenas, en vez de los miles de escenas habituales.

– Lo normal son quinientas.

– ?Tan pocas? Bueno, en estas memas solo hay unas cuantas escenas que hacen creer a la victima que es humana y que ha sido objeto de persecucion por parte de los reps… de los tecnos. Y luego hay otras escenas que son como premoniciones… Actos compulsivos que la victima se ve obligada a cumplir. Algo semejante a los delirios psicoticos. Los implantes inducen una especie de psicosis programada y extremadamente violenta. El impacto es tan fuerte que les destroza el cerebro en pocas horas, aunque no sabemos si esa degeneracion organica subsiguiente es algo buscado o un efecto secundario e indeseado del implante.

– ?Y la obsesion con los ojos?

– Lo de cegarse o cegar a alguien aparece a partir de la segunda victima. Es una de las escenas delirantes. Algo voluntariamente inducido, sin duda.

– Una firma del criminal. Como el tatuaje.

– Tal vez. O un mensaje.

Detras de todo esto tenia que haber alguien muy enfermo, penso Bruna. Una mente perversa capaz de disfrutar con la enucleacion de un globo ocular. De un ojo rep. Venganza y odio, sadismo y muerte. La detective sintio un vago malestar rodando por su estomago. Seguramente habia comido demasiado.

– ?Y por que no se ha dicho nada de esto publicamente? ?Por que se oculta lo de los implantes?

Lizard miro fijamente a Bruna.

– Siempre es util reservarse algun dato que solo puede saber el criminal -dijo al fin con su voz letargica tras un silencio un poco excesivo.

– Para eso ya teniais los tatuajes. ?Por que callar algo que demuestra que los reps tambien son victimas y no solo furiosos asesinos?

Nuevo silencio.

– Tienes razon. Hay ordenes de arriba de no decir nada. Ordenes que me incomodan. En este caso estan sucediendo cosas que no entiendo. Por eso me he puesto en contacto contigo. Creo que podemos ayudarnos mutuamente.

Bruna se toco el estomago con disimulo. La sensacion de nausea habia aumentado. Algo marchaba mal. Algo marchaba muy mal. ?Por que le contaba Lizard todo esto? ?Por que habia sido tan generoso en sus confidencias? ?Y como se le ocurria decir tan abiertamente que desconfiaba de sus superiores? ?Alli? ?En la sede de la Policia Judicial? ?En un lugar en donde probablemente todas las conversaciones se registraban? Noto que se le erizaba la pelusa rubia que crecia a lo largo de su columna vertebral. Era como una tenue oleada electrica que ascendia por su espalda y siempre le sucedia antes de entrar en combate. O cuando se encontraba en situacion de peligro. Y ahora estaba en peligro. Esto era una trampa. Miro el rostro pesado y carnoso de Lizard y lo encontro repulsivo.

– Me tengo que ir -dijo abruptamente mientras se ponia en pie.

El hombre enarco las cejas.

– ?Y estas prisas?

Bruna se contuvo y fingio una calma casi amable.

– Ya nos hemos dicho todo, ?no? Yo no se mas. Y tu no me diras mas. Tengo una cita y llego tarde. Estaremos en contacto.

Todavia sentado, Lizard la agarro por la muneca.

– Espera…

La androide sintio la mano caliente y aspera del hombre sobre su piel y tuvo que hacer uso de todo su control para no darle un rodillazo en la cara y liberarse. Le miro con ojos interrogantes y fieros, aun medio de perfil, sin abandonar su impulso de largarse.

– Si que tienes algo que contarme… Tu fuiste atacada por Cata Cain…

Bruna resoplo y se volvio de frente hacia el. Lizard la solto.

– Si. Consta en el informe policial. ?Y?

– Estabas en una de las escenas inducidas de la mema de Cain. Segun el programa, tu vecina tenia que espiarte, ir a tu piso, estrangularte con el cable hasta dejarte inconsciente, atarte, sacarte los ojos y despues rematarte.

A su pesar, Bruna quedo impresionada con la noticia. Abrio la boca, pero no supo que decir.

– ?No es interesante? Ahi esta tu nombre, Bruna Husky, en la escena de la mema. Tu nombre y tu imagen y tu direccion. ?Por que crees que estas incluida en un implante asesino?

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