seguridad era usado en Cosmos y ya habia sido descodificado con anterioridad por los espias terricolas.

En cuanto a RoyRoy, Lizard mismo dirigio el operativo que habia ido a buscarla a casa de Yiannis, pero cuando llegaron la mujer no estaba. Habia desaparecido dejando todas sus pertenencias atras, entre ellas el aturdido y desolado archivero. Puede que la mujer-anuncio hubiera acordado una llamada de seguridad con Habib tras cumplir este su mision, y al no recibirla decidiera escapar. El programa central de identificacion estuvo analizando durante horas algunas imagenes que Yiannis habia tomado de RoyRoy y al cabo descubrio que su verdadero nombre era Olga Ainho, una famosa quimica y biologa desaparecida quince anos atras. Con la chapa civil de Ainho habia sido alquilado un apartamento en el barrio de Salamanca, y en el piso se encontro un pequeno laboratorio capaz de sintetizar sustancias neurotoxicas y un archivo documental con imagenes diversas, la mayoria grabaciones de experimentos cientificos. Pero tambien estaba la evisceracion de Hericio tomada en primer plano, con un escalofriante audio de la voz de Ainho explicando a su paralizada victima por que le hacia eso.

La rep habia pasado todo el dia anterior y la noche del martes en el calabozo, pero la avalancha de datos termino por exonerarla. La juez de guardia la habia dejado en libertad a las 10:00 horas del miercoles. Ahora eran las 10:38 y estaba desayunando con Lizard en un cafe junto a los juzgados. El inspector la estaba esperando en la puerta cuando salio.

– Cuando me acuerdo de los aspavientos que me hizo Habib pidiendome que yo no le contara donde estaba… Ja… Para entonces el ya sabia que yo estaba en el circo. Fue Yiannis quien me sugirio ir alli, y Yiannis estaba con RoyRoy. Que miserable comediante… -farfullo Bruna con la boca llena de panecillos de miel.

– Ultimamente todas las comunicaciones del Movimiento Radical Replicante estaban siendo grabadas. Una medida de seguridad. Supongo que al hablar contigo Habib se fabricaba una coartada… -apunto Paul.

– ?No solo eso! Tambien llamo para que su esbirro pudiera localizarme dentro del circo. El sonido y la luz de mi movil condujeron al tipo hasta mi… Lo que no consigo comprender es por que Habib se presto a todo esto.

– Dinero o poder. Que viene a ser lo mismo. Esas son siempre las razones de fondo.

– ?Tu crees? En este caso no lo tengo tan claro. ?Un activista rep colaborando en una conjura supremacista contra los reps? ?Y trabajando para Cosmos, una potencia en cuyo territorio estan prohibidos los tecnos? No entiendo que participara en un plan que suponia su propio exterminio.

Desde que habia empezado a desenredarse el ovillo, Bruna llevaba una tormenta dentro de su cabeza. Un enjambre de datos dando vueltas y entrechocando y acoplandose los unos a los otros en busca de sentido. La rep necesitaba reinterpretar y desentranar lo sucedido. Ahora se daba cuenta, por ejemplo, de que si el enemigo siempre parecia conocer sus movimientos era porque el archivero se lo contaba todo a RoyRoy. Es decir, a Ainho. Sintio una punzada de resquemor contra su lenguaraz amigo, pero enseguida quedo diluida por la compasion. Pobre Yiannis. Debia de estar destrozado. Descubrir que la mujer de la que se habia enamorado era un monstruo capaz de destripar friamente a alguien tenia que ser algo aterrador. Ademas, de todos era sabido que las efusiones sentimentales alteraban fatalmente las neuronas. Por eso ella no queria volver a enamorarse. Echo una discreta ojeada a Lizard y le parecio mas robusto que nunca. Un muro de huesos y de carne. Un hombre tan grande que le tapaba la luz. El inspector habia cortado pulcramente en pequenos trozos uniformes todo su plato, la loncha entera de jamon de soja y los huevos fritos; y ahora se estaba comiendo los cuadraditos a ritmo regular y dejando las yemas de los huevos para el final. Era como un nino, un nino gigante. Una tibieza humeda inundo el pecho de Bruna. La pegajosa blandura del afecto.

– Muchas gracias por haber venido a buscarme esta manana. Es un detalle.

– En realidad he venido a proponerte algo medio oficial -gruno Paul.

A Bruna se le atraganto el panecillo. Se echo hacia atras en el asiento, sintiendose en ridiculo. Siempre que dejaba escapar las emociones acababa escocida. Cuatro anos, tres meses y nueve dias. Se apresuro a componer un gesto serio, profesional y un poco displicente.

– Ah, una propuesta. Muy bien. Dime.

– Acabamos de descubrir que Olga Ainho pertenece al cuerpo diplomatico de la Embajada del Cosmos. Increible, ?no? Nunca ha aparecido publicamente en nada relacionado con la delegacion, pero esta acreditada. Y pensamos que es ahi donde se ha refugiado. He levantado al embajador de la cama y se lo ha tomado bastante mal. Niega que la mujer haya cometido ningun delito, habla de pruebas falsas y campana orquestada y dice que Ainho tiene completa inmunidad diplomatica.

– O sea que ha reconocido que esta ahi…

– En realidad, no. Oficialmente, los cosmicos se niegan por completo a colaborar y el asunto se esta convirtiendo en una especie de incidente internacional. En fin, el embajador es un capullo, pero parece que, por debajo, estan intentando distender el ambiente… Nos han llamado para decirnos que el ministro consejero consiente en recibirnos. Una cita informal, han recalcado. En su casa. A las 12:00.

– ?Recibirnos?

– Pense que te gustaria venir -dijo Lizard.

Las carnosas mejillas se le apelotonaron en una sonrisa irresistible, un gesto que le llenaba la cara de luz. Nada que ver con su habitual rictus sarcastico de labios desdenosos y apretados. El calor de ese gesto radiante ablando de nuevo a la rep.

– Deberias sonreir mas a menudo -dijo, y se le escapo un tono de voz inesperadamente ronco e intimo.

Lizard se cerro como una planta carnivora. Trago el ultimo pedazo de su huevo, apuro el cafe y se puso en pie.

– ?Nos vamos?

Y Bruna volvio a sentirse una completa estupida.

Los integrantes de la delegacion diplomatica de Cosmos vivian en las plantas superiores de la embajada. El edificio era una gran piramide truncada puesta del reves, de manera que la parte mas ancha quedaba arriba. Ademas, los diez primeros pisos eran de cristal y totalmente transparentes, mientras que las cuatro plantas superiores tenian un revestimiento de grandes bloques de piedra sin ventanas. El resultado era turbador: parecia que la pesada mole petrea iba a pulverizar en cualquier momento su base de vidrio. Si la sede de los labaricos era neogotica y arcaizante, esta era neofuturista y subvertia los valores tradicionales, tal vez como simbolo de la subversion social que pretendian los cosmicos. En cualquier caso, ambos edificios resultaban inhumanos y opresivos. La zona revestida de piedra era la destinada a albergar las viviendas de la legacion; cuanto mas poderoso, mas alto en la piramide. Como el ministro consejero era el segundo en mando, tenia su domicilio en el penultimo piso, cuya superficie compartia con otros dos altos cargos. La vasta planta superior, la mas grande, la que estaba aplastantemente encaramada sobre los hombros de las demas, era la residencia del embajador. Tambien esa implacable arquitectura jerarquica debia de tener mucho que ver con la vida en Cosmos, penso Bruna.

Por dentro, la embajada parecia un cuartel. Hipermoderno y tecnologico, desde luego, pero un cuartel. Austero, monocromo y lleno de soldados diligentes que caminaban como si tuvieran una barra de hierro en lugar de espinazo. Una oficial de uniforme impecable les acompano hasta la puerta de la casa del ministro. Abrio un robot que les condujo a la sala, una amplia habitacion sin ventanas pero con dos muros totalmente cubiertos por imagenes tridimensionales de la Tierra Flotante. Realmente parecia que estaban en el espacio.

– Bonito, ?no? -dijo el ministro entrando en el cuarto-. Soy Copa Square. ?Un cafe, un refresco, una bebida energizante?

– No, gracias.

Square pidio al robot un concentrado de ginseng y se sento en un sillon. Era un hombre alto, de facciones perfectas. Tan perfectas que solo podian ser un producto del bisturi, aunque desde luego de un buen cirujano. Ni un solo rasgo de catalogo.

– Queda entendido que esto es totalmente extraoficial… Y, aun asi, una muestra de nuestra buena voluntad. Pese a la campana terricola de calumnias e insidias.

Sonreia mientras decia esto, pero resultaba gelido. Era una de esas personas que utilizaban la amabilidad como si fuera una velada forma de amenaza. Algo bastante comun entre diplomaticos.

– Crei que lo del encuentro extraoficial significaba que ibamos a poder prescindir de los topicos habituales. Sabes que Ainho lo hizo -dijo Lizard con tranquilidad.

Copa Square acentuo su sonrisa. Su frialdad.

– Ainho ha salido ya de la Tierra, protegida por su condicion de diplomatica. Un vehiculo de nuestra embajada la llevo hasta el Ascensor Orbital, y a estas horas debe de estar llegando a Cosmos. Da igual si lo hizo o no.

Вы читаете Lagrimas en la lluvia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×