solo haga algo asi. Debieron de ser al menos dos.
Johan se volvio para mirar el edificio del museo. Emil lo grababa todo. Por un momento casi dio la impresion de que el policia no era consciente de que estaban filmando la entrevista. Actuaba con una naturalidad inusual y parecia preocupado de veras por como habia sucedido todo. Ademas, a Johan le dio la sensacion de que le interesaban realmente las obras de arte.
– ?Como han entrado?
– A traves del conducto de ventilacion por la parte posterior de la casa, segun parece -contesto su interlocutor, e hizo una senal hacia atras con la cabeza.
– ?No hay alarma?
– Si, claro, pero la dejaron sonar, hicieron lo que venian a hacer y se largaron.
– ?Que sangre fria!
– Ya lo creo, pero como el museo esta un poco alejado, paso un tiempo antes de que llegaran la policia y los vigilantes de seguridad.
– ?Cuanto tardaron?
– Se comenta que diez minutos. Podria decirse que es un poco excesivo. En ese lapso de tiempo, el ladron puede hacer aquello a lo que ha venido y largarse. Que es exactamente lo que ha pasado aqui.
A Johan le ardian las mejillas. Era muy raro que un policia criticara a su propio Cuerpo.
– ?Cuanto tiempo seria razonable, en su opinion?
– En cinco minutos, la policia deberia poder estar aqui, me parece a mi. Si salta la alarma, esta claro que es urgente.
A Johan le sorprendio la sinceridad del policia. Tenia que ser un novato, penso observando al joven agente. No tendria mas de veinticinco anos y hablaba con marcado acento de Varmland.
«Le van a dar un buen tiron de orejas, se dijo, pero dejalo. Mejor para nosotros que sea tan incauto».
El solia ser prudente con la gente normal y corriente, pero no con un policia.
– ?Como lo han hecho? -pregunto-. Si no recuerdo mal, ese cuadro es bastante grande.
Johan conocia muy bien la obra de Dardel. La habia visto bastantes veces, cuando su madre, en sus multiples esfuerzos por conseguir que se interesara mas por la cultura, lo llevaba al Museo de Arte Moderno.
– El ladron, o los ladrones, han cortado la tela.
– ?No falta nada mas?
– Por lo que parece, no.
– ?No es raro que los ladrones no hayan robado nada mas? Habra muchas cosas valiosas ahi dentro…
– Si, podria pensarse eso, pero esta claro que solo querian llevarse ese cuadro.
– ?Piensa la policia que se trata de un robo por encargo?
– Todo indica que es asi, indudablemente.
El joven inspector de policia comenzo a mostrarse inquieto, como si empezara a darse cuenta de que estaba hablando demasiado. Entonces aparecio un policia uniformado de mas edad y aparto con brusquedad a su colega de delante de la camara.
– ?Que pasa aqui? La policia no concede entrevistas en estos momentos. Tendreis que esperar a la conferencia de prensa de esta tarde.
Johan lo reconocio; era el recien nombrado portavoz de prensa de la Policia Provincial.
El joven inspector parecia aterrado, y desaparecio a toda prisa con su colega.
Johan lanzo una mirada a Emil, quien habia dejado que la camara continuara funcionando.
– ?Lo has grabado todo?
Capitulo 52
El lunes por la manana, Knutas recibio una llamada de la policia de Estocolmo. Telefoneaba su viejo amigo y colega Kurt Fogestam. Trabaron amistad en unos encuentros para nuevos policias y la habian mantenido desde entonces. Hacian lo posible por verse cada vez que Knutas iba a Estocolmo. Como ambos eran seguidores del club de futbol AIK, solian asistir a un partido durante la temporada y luego iban a tomarse un whisky de malta, la bebida preferida de los dos. Ademas, Kurt tambien habia estado algunas veces en Gotland.
– ?Hola! -lo saludo Knutas alborozado-. ?Cuanto tiempo! ?Que tal?
– Hola -correspondio Fogestam-. Bien, gracias, pero te llamo porque tengo novedades que, al parecer, guardan relacion con lo que estas investigando.
– ?Ah, si?
Knutas aguzo el oido. Una pista nueva era justo lo que necesitaba.
– Esta noche se ha cometido un robo en Waldemarsudde. Han sustraido un cuadro muy valioso: El dandi moribundo, de Nils Dardel. ?Lo conoces?
– El dandi moribundo -repitio Knutas y por su retina pasaron las imagenes difusas de un joven palido, medio tumbado, con los ojos cerrados-. Bueno, asi, asi -reconocio-. Pero ?que tiene que ver el robo con mi investigacion por asesinato?
– El ladron ha cortado la tela y ha dejado solo el marco. Es una pintura muy grande, ?sabes?
– ?De verdad?
Knutas no sabia donde queria llegar su colega de Estocolmo.
– El ladron dejo algo. Una pequena escultura colocada delante del cuadro. La hemos analizado esta manana. Se trata de la escultura que desaparecio de la galeria de Egon Wallin en Visby.
Capitulo 53
Hugo Malmberg se desperto temprano el lunes por la manana. Se levanto, fue al cuarto de bano, se refresco la cara y la parte superior del cuerpo y despues se volvio a la cama. Sus dos Cocker Spaniel americanos,
Fue a la cocina y se preparo un huevo a la benedictina y cafe bien cargado mientras seguia la noticia por la radio y la tele. Un robo increiblemente osado. La policia sospechaba que el ladron habia huido patinando sobre el hielo.
Salio tarde. El aire le parecio vivificante cuando abrio la puerta del portal y salio a la calle. La calle John Ericssongatan unia la Hantverkargatan con el paseo Norr Malarstrand que discurria al lado del agua desde el extremo del parque Ralambshovsparken hasta el ayuntamiento. Su piso estaba situado en la esquina y tenia vistas tanto al agua como a la hermosa calle arbolada, con anchas aceras y cesped delante de las casas.
La capa de hielo era gruesa, pero prefirio el camino de los muelles donde los viejos buques de carga permanecian fondeados en hilera, incluso en pleno invierno. Cuando miro hacia el puente de Vasterbron recordo al hombre con quien se habia encontrado en el puente el viernes por la noche. Que experiencia tan extrana.
Dejo a su espalda el puente y acelero el ritmo de marcha; paso por delante del soberbio edificio del ayuntamiento de estilo modernista construido a principios del siglo xx, en su opinion, el periodo mas interesante de la historia del arte sueco. Los perros jugaban entusiasmados en la nieve. Pensando en ellos, cruzo sobre el hielo hasta Gamla Stan, el casco antiguo de la ciudad, ya que les gustaba corretear por las amplias superficies que el hielo ofrecia.