Segun el informe de la autopsia, presentaba cardenales y marcas de dedos en el cuello. Alguien le sujeto la cabeza bajo el agua.
– ?Quien…?
– No lo se. La Policia no logro dar con el asesino. Curiosamente, nunca sospecharon de Christian, pese a que era el familiar mas proximo. Por eso no aparecio su nombre cuando buscamos en el registro.
– ?Y como es posible?
– Pues tampoco lo se. Todas las personas de su entorno aseguraron que era una pareja extraordinariamente feliz. La madre de Maria apoyo a Christian y, ademas, un vecino dijo haber visto a una mujer salir del apartamento aproximadamente a la hora en que el forense fijo la hora de la muerte.
– ?Una mujer? -pregunto Erica-. ?La misma que…?
– Ya no se que creer, la verdad. Este caso me esta volviendo loco. Todo lo que le ocurrio a Christian esta relacionado con la investigacion, se que lo esta de alguna manera. Alguien lo odiaba tanto que no lo olvido con los anos.
– ?Y no teneis ni idea de quien puede ser? -En la mente de Erica surgio una idea, pero no lograba darle forma. Era una imagen borrosa. En cualquier caso, estaba segura de que Patrik tenia razon, todo guardaba relacion.
– ?Te importa que me vaya a la cama? -pregunto Patrik poniendole la mano en la rodilla.
– No, carino, vete a dormir -dijo ausente-. Yo me quedare aqui un rato mas, pero voy enseguida.
– Vale. -Le dio un beso y Erica oyo el resonar de los pasos subiendo la escalera, hacia el dormitorio.
Y se quedo alli, en la semipenumbra. En la tele estaban dando las noticias, pero quito el sonido para poder oir sus propios pensamientos. Alice. Maria y Emil. Habia algo que debia ver, algo que debia comprender. Dirigio la mirada al libro que estaba en la mesa. Lo cogio despacio y miro la cubierta y el titulo.
Habia dormido como un tronco toda la noche. Aun asi, no se sentia descansado.
– ?Carino? -Ni una palabra. Miro el reloj y lanzo una maldicion. Las ocho y media. Ya podia darse prisa, tenian mucho que hacer.
– ?Erica? -Recorrio el piso de arriba, pero ni rastro de la madre ni de la hija. En la cocina habia una cafetera lista y una nota de Erica en la mesa de la cocina.
«Carino, he dejado a Maja en la guarderia. He estado pensando en lo que me contaste anoche y tengo que comprobar una cosa. En cuanto sepa algo, te llamo. ?Podrias mirar un par de cosas y decirme luego la respuesta? 1. ?Le habia puesto Christian algun apodo a Alice? 2. ?Que enfermedad psiquica tenia la madre biologica de Christian? Un beso, Erica. Posdata: No te enfades.»
?Que se le habia metido ahora en la cabeza? Deberia haber comprendido que no podria contenerse. Cogio el telefono que estaba encima de la mesa y llamo al movil de Erica. Despues de varios tonos, salto el contestador. Se calmo y comprendio que no podia hacer mucho mas por el momento. Tenia que irse al trabajo cuanto antes, y no tenia ni idea de donde estaba su mujer.
Ademas, las preguntas de la nota le habian despertado curiosidad. ?Habria encontrado alguna pista? Erica era muy lista, de eso no cabia duda. Y en mas de una ocasion habia descubierto cosas que a el le habian pasado inadvertidas. Lo unico que querria es que no se largase sola, asi, de aquella manera.
Se tomo el cafe de pie y, tras unos minutos de vacilacion, lleno la taza para el coche que Erica le habia regalado por Navidad. Esta vez le vendria bien la cafeina y lo primero que hizo al llegar a la comisaria fue ir a la cocina y tomarse la tercera taza del dia.
– Bueno, ?y que nos toca hacer ahora? -pregunto Martin cuando casi se chocan en el pasillo.
– Tenemos que revisar todo el material del asesinato de la pareja de Christian y de su hijo. Llamare a Gotemburgo ahora y vere si podemos conseguir que nos lo envien. Creo que les pedire que lo envien por mensajero e intentare camuflar el gasto para que no lo vea Mellberg. Luego tenemos que hablar con Ruud, por si el laboratorio ha enviado algun informe sobre la bayeta y la lata de pintura que habia en el sotano de Christian. Seguro que aun no esta listo, pero mas vale apremiarlos un poco. Tu podrias encargarte, ?de acuerdo?
– Claro, ahora mismo. ?Algo mas?