Sobre las doce y media, ?no?

Christian se dio cuenta de que acepto demasiado ansioso, pero asintio y dijo:

– Vale, a las doce y media. Aqui estare.

– Bien -respondio Erik friamente.

Christian se alejo aprisa. Sentia los pies mas ligeros que nunca. Y si cambiaba su suerte y podia estar con ellos por fin…

El resto del dia paso muy lentamente. Por fin llego la hora de acostarse, pero no se atrevia a cerrar los ojos por miedo a quedarse dormido. De modo que permanecio totalmente despabilado, mirando las manecillas que avanzaban con morosidad insufrible hacia la medianoche. A las doce y cuarto se levanto y se vistio procurando no hacer ruido. Bajo sigilosamente y se acerco al mueble bar. Habia alli varias botellas de whisky y cogio la que estaba mas llena. La botella choco con otra al sacarla y se oyo un tintineo. Christian se quedo inmovil un instante. Pero no parecia que el ruido hubiese despertado a nadie.

Cuando llego a Badholmen, los oyo de lejos. Sonaba como si llevasen alli un rato, como si hubiesen empezado la fiesta sin el. Por un momento se planteo dar media vuelta. Desandar el camino hasta la casa, entrar de nuevo sin hacer ruido, dejar la botella en su sitio y meterse en la cama. Pero entonces oyo la risa de Erik y el queria participar de esa risa, ser uno de aquellos con los que Erik intercambiaba miradas. Asi que siguio adelante con la botella de whisky bien apretada bajo el brazo.

– ?Hombre, hola! -farfullo Erik senalando a Christian-. Aqui llega el rey de la fiesta. -Solto una risita que corearon Kenneth y Magnus. Este ultimo parecia haber bebido mas que ninguno, se tambaleaba y le costaba fijar la vista.

»?Has traido la entrada? -pregunto Erik animandolo con un gesto para que se acercara.

Christian le dio la botella, aunque con desconfianza. ?Habria llegado el momento de la humillacion? ?Lo echarian de alli una vez que hubieran conseguido lo que querian?

Pero no ocurrio nada. Nada, salvo que Erik quito el tapon de la botella, bebio un buen trago y se la paso a Christian. El se quedo mirandola. Queria, pero no se atrevia del todo. Erik lo insto a beber y Christian comprendio que tenia que hacer lo que le decia si queria estar con ellos. Se sento botella en mano y bebio. Y estuvo a punto de atragantarse con un sorbo demasiado grande que le bajo de golpe por la garganta.

– Eh, ?que pasa, muchacho? -Erik se echo a reir y le arreo unas palmadas en la espalda.

– Bien -respondio Christian antes de dar otro trago para demostrar que asi era.

Pasaron la botella un par de rondas y Christian ya empezaba a notar una agradable calidez por todo el cuerpo. Empezo a ceder el desasosiego. El whisky inhibia todo aquello que ultimamente lo mantenia despierto por las noches. Los ojos. El olor a carne en proceso de putrefaccion. Tomo otro trago.

Magnus se habia tumbado boca arriba y tenia la mirada perdida en el firmamento. Kenneth apenas hablaba. Simplemente asentia lleno de admiracion ante todo lo que decia Erik. Pero a Christian le gustaba estar alli. Era alguien, era parte del grupo.

– ?Christian? -Se oyo una voz desde la entrada. Christian se giro. ?Que estaba haciendo ella alli? ?Por que tenia que presentarse en su fiesta y estropearlo todo? La furia de siempre desperto de nuevo.

– Largate -le espeto, y ella hizo un mohin.

– ?Christian? -repitio ella a punto de llorar.

El se levanto para echarla de alli, pero Erik le puso la mano en el hombro.

– Deja que se quede -dijo. Christian lo miro atonito, pero se sento otra vez. Obedecio.

»?Ven! -Erik le hizo a Alice una sena para que se acercara.

Ella miro a Christian buscando su aprobacion, y el se encogio de hombros.

– Sientate -dijo Erik-. Estamos de fiesta.

– ?Fiesta! -exclamo Alice encantada.

– Que suerte que hayas venido, asi hay alguna chica guapa tambien. -Erik le rodeo los hombros con el brazo y le acaricio un mechon. Alice se echo a reir. Le gustaba que le dijeran «guapa».

»Toma. Para participar en esta fiesta hay que beber. -Le quito la botella a Kenneth, que acababa de tomar un trago, y se la dio a Alice.

Una vez mas, ella miro a Christian, pero a el le daba igual lo que ella hiciera. Si iba detras de el, tendria que hacer lo que tocara.

Alice empezo a toser y Erik le acaricio la espalda.

– Eso es, buena chica. No pasa nada, ya veras, te acostumbraras enseguida. Pero tienes que probar otra vez.

Aunque indecisa, Alice empino la botella y tomo otro trago. Esta vez, la cosa fue mejor.

– Bien. Asi me gusta, una chica guapa que sabe beber whisky -dijo Erik con una sonrisa que lleno de inquietud a Christian. Penso que lo que en realidad queria era coger a Alice de la mano y llevarla a casa. Pero entonces Kenneth se sento a su lado, le echo el brazo por los hombros y farfullo:

– Joder, Christian, y pensar que estamos aqui contigo y con tu hermana. A que no te lo imaginabas, ?eh? Lo que pasa es que hemos comprendido que habia un tio legal debajo de toda esa grasa. - Kenneth le clavo un dedo en la barriga y Christian no sabia si tomarselo como un cumplido o no.

– La verdad es que tu hermana es muy guapa -observo Erik pegandose a Alice un poco mas. Luego le ayudo a empinar la botella otra vez, consiguio que bebiera otro par de tragos. Alice sonreia y tenia los ojos achispados.

Christian noto de repente que todo le daba vueltas. Todo Badholmen daba vueltas. Vueltas y mas vueltas, como el globo terraqueo. Sonrio y se tumbo boca arriba al lado de Magnus y se quedo mirando las estrellas, que tambien parecian girar en el cielo.

Un sonido procedente de Alice lo hizo incorporarse. Le costaba mantener firme la mirada, pero vio a Erik y a Alice. Y le parecio ver que Erik tenia la mano por dentro de la camiseta de su hermana. Pero no estaba seguro. Todo daba vueltas sin parar. Se tumbo otra vez.

– Chist… -La voz de Erik y el mismo gemido de Alice. Christian se tumbo de lado con la cabeza apoyada en el brazo extendido. Observaba a Erik y a su hermana. Ya no llevaba la camiseta. Tenia los pechos pequenos y perfectos. Fue lo primero que penso. Que tenia los pechos perfectos. No se los habia visto nunca.

– No pasa nada, solo quiero tocar un poco… -Erik le magreaba el pecho con una mano y empezo a respirar entrecortadamente. Kenneth miraba embobado el torso desnudo de Alice-. Ven a tocar -le dijo Erik.

Christian se dio cuenta de que estaba asustada, de que intentaba taparse el pecho con los brazos. Pero a el le pesaba tanto la cabeza, era imposible levantarla.

Kenneth se sento al lado de Alice. A una senal de Erik, alzo la mano y empezo a tocarle el pecho izquierdo. Apretaba despacio al principio, luego cada vez mas fuerte, y Christian noto que le crecia el bulto de debajo de los pantalones.

– ?Y el resto? ?Estara igual de bien? -murmuro Erik-. ?Tu que dices, Alice? ?Tienes el culo tan estupendo como las tetas?

Alice estaba aterrada y tenia los ojos desorbitados. Pero parecia que no supiera como oponer resistencia y, totalmente apatica, dejo que Erik le quitase las bragas. La falda no se la quito, solo se la levanto, para que Kenneth pudiera ver.

– ?A ti que te parece? Seguro que ahi dentro no ha estado nunca nadie, ?eh? -Le separo las piernas a Alice, que se dejaba hacer como petrificada, incapaz de protestar.

– Cono, mira, que guay. ?Magnus, despierta, que te lo estas perdiendo!

Pero Magnus respondio con un debil gemido de borracho.

Christian noto que le crecia un nudo en el estomago. Aquello no estaba bien. Vio que Alice lo

Вы читаете La sombra de la sirena
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату