– Si, la verdad, hacia mucho que no me sentia tan animada -respondio Anna sentandose a la mesa. Tomo el cafe que le ofrecia Erica, se puso un poco de leche y cogio la taza con ambas manos para calentarse-. Esto fue precisamente lo que me recomendo el medico -aseguro Anna con las mejillas encendidas.

A Erica le saltaba el corazon de alegria al ver sonreir a Anna. Hacia tanto tiempo desde la ultima vez… Desde que advirtio en los ojos de Anna algo distinto de aquella mirada triste y abatida. Miro a Dan llena de gratitud. Cuando le pidio que viniese a hablar con Anna, no tenia la certeza de estar haciendo lo correcto, pero si la sensacion de que, si alguien podia sacarla de su letargo, seria Dan. Erica llevaba varios meses intentandolo, pero al fin comprendio que ella no podria derribar el muro tras el que se habia parapetado su hermana.

– Dan me pregunto como van los planes de la boda, pero he de admitir que no lo se. Seguro que me lo has contado, pero, por desgracia, yo no he estado muy receptiva. Asi que, cuentanos, ?como lo llevais? ?Lo teneis ya todo reservado y listo? -Anna tomo un sorbo de cafe y miro a Erica con curiosidad.

Parecia tan joven, tan intacta… Como antes de conocer a Lucas. Erica se obligo a ahuyentar aquel tema. No tenia ganas de estropear el momento pensando en semejante monstruo.

– Pues si, todo aquello que hay que reservar esta en marcha. La iglesia esta preparada, y hemos pagado la reserva para la celebracion en el Stora Hotel y… bueno, eso es mas o menos lo que tenemos listo.

– Pero, por favor, Erica, ?si solo faltan seis semanas! ?Que vestido vas a llevar? ?Y los ninos? ?Y el ramo? ?Habeis hablado del menu con el hotel? ?Y habeis reservado habitacion para los invitados de fuera? Y la distribucion de las mesas, ?la teneis pensada?

Erica alzo una mano entre risas. Maja los observaba satisfecha desde su trona, ignorante del origen de tanta alegria repentina.

– Tranquila, tranquila… Si sigues asi, terminare por lamentar que Dan te haya sacado de la cama -dijo con una sonrisa y guinando un ojo, para que no cupiese duda de que estaba bromeando.

– Vale, vale -respondio Anna-. No dire una palabra mas. Bueno, si, solo una: ?teneis preparada una orquesta o algo asi?

– No, no y mil veces no. Esa es la respuesta a todas tus preguntas, lo siento -suspiro Erica-. No he tenido tiempo… -explico.

Anna adopto enseguida una expresion grave.

– No has tenido tiempo porque has cargado con la responsabilidad de tres ninos. Perdoname, Erica, los ultimos meses no deben de haber sido faciles para ti. Quisiera haber… -Se interrumpio y Erica vio que se le llenaban los ojos de lagrimas.

– Sssss, no pasa nada. Adrian y Emma se han portado divinamente y pasan el dia en la guarderia, asi que tampoco ha sido para tanto. Pero echan de menos a su madre.

Anna exhibio una sonrisa empanada de tristeza. Dan flirteaba con Maja, intentando mantenerse al margen de la conversacion. Era cosa de Erica y Anna.

– ?Dios! ?La guarderia! -exclamo Erica dando un salto de la silla con la vista en el gran reloj de la cocina-. Llego tarde, tengo que ir a buscarlos. Ewa se pondra hecha una furia si no me doy prisa.

– Hoy voy a buscarlos yo -dijo Anna poniendose de pie-. Si me dejas las llaves del coche, salgo ahora mismo.

– ?Estas segura? -pregunto Erica mirandola a los ojos.

– Si, totalmente segura. Tu has ido a buscarlos todos estos dias. Hoy ire yo.

– Se van a poner tan contentos… -dijo Erica volviendo a sentarse.

– Si, seguro que si -convino Anna con una sonrisa al tiempo que cogia las llaves del coche que estaban en la encimera. Ya en el vestibulo, se dio media vuelta.

– Dan… ?Gracias! Necesitaba ese paseo. Y me ha sentado de maravilla poder hablar.

– Anda ya, si me lo he pasado muy bien -respondio Dan-. Igual podemos repetir manana, si el tiempo lo permite. Trabajo hasta las tres, asi que, ?que te parece una hora de caminata, antes de recoger a los ninos?

– ?Fenomenal! Pero ahora tengo que irme volando. De lo contrario, Ewa se pondra hecha una furia, ?no es lo que has dicho, Erica? -dijo Anna con una ultima sonrisa antes de marcharse.

Erica se volvio hacia Dan.

– ?Que demonios habeis hecho en el paseo? ?Habeis fumado maria o que?

Dan se echo a reir.

– Que va, nada de eso. Anna necesitaba hablar con alguien, nada mas. Tuve la sensacion de haberle quitado un tapon. Cuando empezo, no habia manera de detenerla.

– Yo llevo varios meses intentando hablar con ella -se lamento Erica, que no pudo evitar sentirse un tanto herida.

– Erica, ya sabes como son las cosas entre vosotras dos -le dijo Dan intentando tranquilizarla-. Teneis bastantes trapos sucios pendientes, quiza por eso a Anna no le resulte tan facil hablar contigo. Vuestra relacion es demasiado intima, para bien y para mal. Sin embargo, cuando ibamos caminando, me dijo que sentia una gratitud infinita por la ayuda que tu y Patrik le estais prestando y, ante todo, por lo bien que os habeis portado con los ninos.

– ?Eso te ha dicho? -pregunto Erica en un tono que desvelaba su ansia de reconocimiento. Estaba tan acostumbrada a hacerse cargo de Anna y lo hacia tan de buen grado… Pero, por egoista que sonara, queria que su hermana lo admitiese y lo apreciase.

– Si, eso me ha dicho -reitero Dan y poso su mano sobre la de Erica, en un gesto calido y familiar-. Pero, oye, lo de la boda sonaba un tanto preocupante -prosiguio Dan-. ?Os dara tiempo de atarlo todo en seis semanas? Bueno, ya me diras si necesitas que te ayude con algo -dijo mientras le hacia muecas a Maja, que hipaba de risa.

– ?Y que ibas a poder hacer tu? -resoplo Erica al tiempo que servia un poco mas de cafe-. ?Elegir el vestido de novia?

Dan rompio a reir.

– Si, seguro que elegia uno precioso. No, claro, pero si puedo ofrecerte cama para algunos invitados, si es necesario. Tengo sitio de sobra.

Dan se puso serio enseguida. Erica sabia perfectamente por que.

– Oye, todo se arreglara -le dijo-. Mejoraran las cosas, ya veras.

– ?Tu crees? -pregunto apesadumbrado antes de tomar un sorbo de cafe-. ?Que cono sabemos! Las echo tanto de menos que creo que me voy a romper por dentro.

– ?A quien echas de menos? ?A las ninas? ?O a Pernilla y a las ninas?

– No lo se. A todas. Pero ya he aceptado que Pernilla seguira adelante sola. Me mata no poder ver a las ninas todos los dias. No poder estar con ellas cuando se despiertan, cuando se van al colegio, no poder cenar con ellas por la noche mientras me cuentan como les ha ido. Y todo eso. En lugar de pasarme las semanas en una mierda de casa vacia. Quise conservarla para que no perdieran tambien el hogar de su infancia, pero ahora no se si podre seguir pagandola. Lo mas probable es que tenga que venderla dentro de seis meses.

– Creeme, yo he vivido lo mismo y he pasado por ahi -dijo Erica, aludiendo a lo cerca que estuvo Lucas de vender la casa en la que ahora vivian, el hogar de su infancia y la de Anna.

– Es que no se que hacer con mi vida -confeso Dan mesandose el corto cabello rubio.

– Vaya, no sonais muy alegres vosotros dos, ?no? -vino a interrumpirlos la voz de Patrik desde la puerta.

– Estabamos hablando de lo que va a hacer Dan con la casa -respondio Erica levantandose para ir a besar a su futuro esposo. Maja tambien se habia dado cuenta de que el hombre de su vida acababa de entrar por la puerta y estallo en un frenetico manoteo para hacerse notar.

Dan la miro y abrio los brazos con dramatismo:

– ?Como? Yo creia que habia algo serio entre tu y yo, y resulta que le sonries al primer tipo que aparece por la puerta. ?Que juventud! Son incapaces de reconocer la calidad cuando la ven.

– Hola, Dan -dijo Patrik entre risas dandole una palmadita en la espalda, antes de coger a Maja-. Si, veras, yo creo que para esta jovencita papa esta el primero de la lista. -Beso a Maja y froto la barba contra el cuello de la pequena, que rio con una mezcla de molestia y entusiasmo.

– Por cierto, Erica, ?no tendrias que ir a por los ninos a la guarderia? -pregunto.

Erica hizo una pausa de efecto, antes de explicar con una amplia sonrisa:

– Ha ido a recogerlos Anna.

– ?Que me dices? ?Anna ha ido a por los ninos? -Patrik los miraba atonito pero encantado.

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