Patrik abrio la cartera y empezo a revisar el contenido.

– Si, es mas o menos lo que yo pensaba. Los pelos del perro son una pista muy interesante en la que debemos seguir indagando. Segun Pedersen, se trata de una raza poco comun, quiza existan registros, listas de propietarios, asociaciones, en fin, cualquier cosa que nos permita llegar hasta el dueno. Quiero decir que, con doscientos perros en toda Suecia, deberia ser facil localizar a un propietario que viva en esta zona.

– Si, suena logico -opino Martin-. ?Quieres que me encargue yo?

– No, se me ha ocurrido que podria hacerlo Mellberg. Asi se hara como es debido. -Martin lo miro perplejo y Patrik se echo a reir-. ?Y tu que crees? Por supuesto que quiero que te encargues tu, hombre.

– Ja-ja-ja. Muy gracioso -respondio Martin bromeando. Pero enseguida se puso serio otra vez, se inclino sobre los objetos que habia en la mesa y pregunto-: ?Que es eso?

– Nada emocionante, me temo -respondio Patrik-. Dos billetes de veinte, una moneda de diez, el carne de identidad, un papel con la direccion de su casa y los numeros de telefono de su madre, tanto el de casa como el movil.

– ?Solo eso? -pregunto Martin.

– Si. Bueno, no… -se corrigio con una sonrisa-. Tambien hay una foto de el con Eva. -Se la enseno a Martin. Un joven Rasmus rodeaba con su brazo los hombros de su madre y sonreia a la camara. Rasmus le sacaba a Eva dos cabezas, y se percibia cierta actitud protectora en su gesto. Seria de antes del accidente. Despues, se invirtieron los papeles y la que protegia era Eva. Patrik volvio a dejar la foto en la cartera.

– ?Mira que hay gente sola en el mundo! -dijo Martin fijando la vista en un punto indeterminado del horizonte.

– Si, si que hay -convino Patrik-. ?Estas pensando en alguien en concreto?

– No… bueno, estaba pensando en Eva Olsson. Pero tambien en Lillemor. Imaginate, no tener a nadie que llore tu muerte. Sus padres fallecieron y no tiene mas familiares. Nadie a quien transmitirle la noticia. Lo unico que ha dejado son unos cientos de horas de grabaciones televisivas, que terminaran cogiendo polvo en algun archivo.

Guardaron silencio unos minutos. Ambos recrearon la imagen de un ataud descendiendo solitario en el hoyo, ni un solo familiar, ningun amigo. Infinitamente triste.

– Un diario -anuncio Patrik rompiendo el silencio. Se trataba de un libro negro bastante grueso, cuyas paginas tenian un borde dorado. Se notaba que para Rasmus era muy importante.

– ?Que hay? -pregunto Martin con curiosidad. Patrik hojeo un poco las paginas repletas de texto.

– Creo que son notas sobre los animales de la tienda -dijo Patrik al fin-. Mira esto, por ejemplo: «Hercules, pienso tres veces al dia, cambio de agua frecuente, limpieza diaria de la jaula. Gudrun, un raton por semana, limpieza semanal del terrario».

– Parece que Hercules es un conejo o una cobaya o algo asi, y yo diria que Gudrun es una serpiente -sonrio Martin.

– Si, Rasmus era muy meticuloso, tal y como nos dijo su madre -dijo Patrik mientras pasaba las paginas del libro. Todas trataban de animales y no contenian nada que despertase su interes-. Bueno, ya no parece que haya nada mas.

Martin dejo escapar un suspiro.

– Ya, bueno, yo tampoco creia que fuesemos a encontrar nada decisivo para la investigacion. La policia de Boras ya lo reviso todo en su momento. Pero, claro, la esperanza es lo ultimo que se pierde.

Patrik devolvio el libro al interior de la mochila con mucho cuidado. De pronto, se oyo un ruidito.

– Espera, aqui hay algo mas. -Volvio a sacar el diario, lo dejo encima de la mesa y volvio a meter la mano en la mochila. Cuando saco lo que habia en el fondo, Martin y el se quedaron mirandose atonitos y sin dar credito a lo que veian. Desde luego, no esperaban encontrar aquello en la mochila de Rasmus, pero el hallazgo demostraba, fuera de toda duda, que existia una conexion real entre las muertes de Rasmus y Marit.

Ola no sono muy satisfecho cuando Gosta lo llamo al movil. Estaba en el trabajo y preferia que esperasen para hablar con el. Gosta, ofendido por la actitud altanera de Ola, no estaba magnanimo aquella manana y le explico tranquilamente que se presentarian en las oficinas de Inventing al cabo de media hora. Ola mascullo algo sobre «el poder del Estado» con ese acento noruego suyo tan cantarin, pero tuvo la sensatez suficiente como para no protestar.

Hanna parecia seguir de mal humor y, cuando se sentaron en el coche y pusieron rumbo a Fjallbacka, Gosta se pregunto que le pasaria. Tenia la sensacion de que se trataba de algun encontronazo en el frente familiar, pero no la conocia lo suficiente como para preguntarle. Solo esperaba que no fuese nada grave. Hanna no parecia en general una mujer dada a la charla, de modo que Gosta guardo silencio. Cuando pasaron por delante del campo de golf de Anras, la colega miro por la ventana y le pregunto:

– ?Es bueno ese campo de golf?

Gosta acepto de muy buen grado aquella pipa de la paz.

– ?Es excelente! Sobre todo el hoyo nueve es todo un reto. En una ocasion cole incluso un hole in one, aunque no en ese hoyo, claro.

– Aja, por lo que yo se de golf, el hole in one es algo bueno -observo Hanna con la primera sonrisa del dia-. ?Te invitaron a champan en el club? -pregunto-. ?No es eso lo habitual?

– Si, senor -respondio Gosta con la cara radiante de alegria ante el solo recuerdo-. Claro que me invitaron a champan, y en general fue una ronda de primera. La mejor hasta el momento, a decir verdad.

Hanna se echo a reir.

– Desde luego, no es exagerado decir que estas contaminado con la bacteria del golf…

Gosta la miro con una sonrisa en los labios, pero se vio obligado a fijar la vista en la carretera cuando entraron en la parte que se estrechaba, al pasar por Morhult.

– Si, bueno, es que tampoco tengo mucho mas que el golf -respondio Gosta, y la sonrisa se borro de su semblante.

– Eres viudo, ?no? -dijo Hanna con dulzura-. ?Y no tienes hijos?

– No -Gosta no abundo en el tema. No queria hablar del nino que, en la actualidad, seria un hombre adulto, pero que no alcanzo mas que unos dias de vida.

Hanna tampoco insistio con mas preguntas y recorrieron en silencio el resto del trayecto hasta las oficinas de Inventing. Cuando salieron del coche, un monton de miradas curiosas los siguieron mientras caminaban hacia la entrada. Ola los recibio de muy mal humor en cuanto entraron en el vestibulo.

– Bueno, espero que sea importante, puesto que vienen a interrumpirme en el trabajo. Ahora se pasaran semanas hablando de esto.

Gosta sabia a que se referia y, en realidad, habrian podido esperar unas horas mas, pero habia algo en Ola que lo impulsaba a contrariarlo por sistema. Quiza no fuese nada loable ni tampoco muy profesional, pero eso era lo que sentia.

– Vayamos a mi despacho -les dijo mas sereno.

Gosta habia oido a Patrik y a Martin hablar del orden y la limpieza exagerados que reinaban en casa de Ola, de modo que no se sorprendio al ver su oficina. En cambio Hanna, que no se habia enterado, enarco una ceja de sorpresa al entrar. Mas que limpia, la mesa parecia esterilizada. No perturbaba su brillante superficie ni un solo lapiz, ni un clip, nada. Tan solo se veia un cartapacio de color verde, colocado exactamente en el centro aritmetico de la mesa. En una de las paredes habia una estanteria llena de archivadores perfectamente ordenados y marcados con etiquetas escritas con una caligrafia primorosa. Nada sobresalia de su lugar ni un milimetro, no habia nada desordenado.

– Sientense -los invito al tiempo que senalaba las sillas para las visitas, mientras que el se sentaba detras del escritorio, con los codos apoyados en la mesa.

Gosta no pudo por menos de preguntarse si no le quedarian en la chaqueta unas manchas blancas dada la cantidad de cera que habria aplicado a la superficie para que brillase como un espejo.

– ?De que se trata? -inquirio Ola.

– Estamos investigando una posible conexion entre la muerte de su ex mujer y otro caso de asesinato.

– ?Otro asesinato? -pregunto Ola, momentaneamente desconcertado hasta el punto de que parecio perder su mascara de serenidad. No obstante, la recupero enseguida y anadio-: ?Que asesinato? No sera el de la rubia esa del programa, ?verdad?

– ?Se refiere a Lillemor Persson? -intervino Hanna con una expresion que reflejaba sin ambages la opinion

Вы читаете Crimen En Directo
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату