– Lo se, esta sujeto al voto de silencio.

El corazon le latia acelerado en el pecho. Por un instante, creyo ver a Elsa en la silla de enfrente. Tan erguida, con su melena corta de color gris ceniciento y aquella delgadez. Silvio intento hacerla engordar un poco a base de pasta y de galletas, pero nada parecia arraigar en sus huesos. Elsa lo contemplaba con dulzura.

– Lo siento muchisimo, pero no puedo. Tendran que encontrar otras vias para… Elsa asentia animandolo desde la silla y Silvio trato de comprender que deseaba transmitirle. ?Acaso queria que hablase? No servia de nada, pues le era imposible. Elsa seguia observandolo y, de repente, tuvo una idea. Muy despacio, le dijo a Patrik:

– No puedo revelar lo que Elsa me dijo, pero si lo que es conocido por todos. Elsa era de su region. Era de Uddevalla.

Desde su lugar en la silla de enfrente, Elsa le sonrio antes de desaparecer. Silvio sabia que no habia sido real, sino producto de su imaginacion. Pero fue un alivio verla.

Cuando colgo el auricular, se sintio en paz. No habia traicionado a Dios, y tampoco habia traicionado a Elsa. El resto era cosa de la policia.

Erica comprendio que algo habia ocurrido en cuanto Patrik cruzo la puerta. Caminaba con paso ligero y con los hombros relajados.

– ?Te ha ido bien hoy? -pregunto cauta acercandosele con Maja en brazos. La pequena se echo radiante en sus brazos y Patrik la cogio.

– Si, hoy ha ido estupendamente -respondio dando unos pasos de baile con su hija. Maja se rio tanto que le entro hipo. Papa era tan divertido que era para morirse de risa. Y ella lo sabia desde muy temprana edad.

– Cuentame -le pidio Erica y entro en la cocina para terminar de preparar la cena, seguida de Patrik y Maja. Anna, Emma y Adrian estaban viendo en la tele Bolibompa, y lo saludaron abstraidos con la mano. El oso Bjorne reclamaba toda su atencion.

– Hemos encontrado la conexion -dijo Patrik dejando a Maja en el suelo. La pequena se quedo alli un momento, debatiendose entre su padre y Bjorne, pero al final se decidio por el mas peludo de los dos y se marcho gateando en direccion a la tele-. Siempre me deja, siempre voy en segundo lugar -suspiro melodramatico mirando a Maja.

– Eh, pero para mi sigues siendo el numero uno -dijo Erica abrazandolo largamente antes de volver a los preparativos de la cena. Patrik se sento a mirarla.

Erica carraspeo y lanzo una mirada elocuente hacia las verduras que habia en la encimera.

Patrik se levanto de un salto y empezo a cortar el pepino para la ensalada.

– Ordename que salte y solo te preguntare a que altura -aseguro entre risas y se hizo a un lado para esquivar un amago de patada que Erica fue a darle en broma.

– Espera y veras, a partir del sabado, el latigo restallara en esta casa con renovada intensidad -repuso Erica intentando en vano infundir temor. Solo de pensar en la boda, se ponia de buen humor.

– Pues a mi me parece que restalla bastante bien ya -le dijo inclinandose para besarla.

– ?Eh, parad ya! -se oyo gritar a Anna desde la sala de estar-. ?Os oigo besaros, muac, muac! Que sepais que aqui hay menores.

– Ejem… Quiza deberiamos dejarlo para mas tarde -propuso Erica guinandole un ojo a Patrik-. Bueno, a ver, cuentame las novedades.

Patrik le expuso brevemente lo que habian averiguado y la sonrisa se borro del rostro de Erica. Era tan tragico, tanta muerte y, pese a que la investigacion habia experimentado un avance significativo, comprendia que iba a resultar dificil tambien en lo sucesivo.

– De modo que la victima de Nykoping tambien habia causado la muerte de alguien con un coche, ?no?

– Bueno, aun no conocemos los detalles. Ese accidente es mucho mas antiguo que los otros, asi que nos llevara tiempo averiguar algo mas. Pero hoy he estado hablando con los colegas de Uddevalla y nos enviaran todo el material de que dispongan en cuanto lo encuentren. A algun pobre diablo le tocara arrastrarse y rebuscar un buen rato entre cajones polvorientos.

– Es decir, que alguien se dedica a asesinar a gente que ha matado a alguien por conducir borracho. Pero esos delitos al volante se extienden desde el primer accidente, hace treinta y cinco anos, hasta… ?cuando fue el ultimo?

– Hace diecisiete anos -dijo Patrik-. Rasmus Olsson.

– Y por toda Suecia. -Constato Erica pensativa, sin dejar de remover el contenido de la olla-. Desde Lund hasta aqui. ?Cuando tuvo lugar el primer asesinato?

– Hace diez anos -respondio Patrik observando atentamente a su futura esposa. Erica estaba acostumbrada a manejar datos y a analizarlos, y el solia recurrir a su sagacidad.

– O sea, que el asesino se mueve a lo largo de una zona muy extensa, sus crimenes estan alejados en el tiempo y lo unico que las victimas tienen en comun es que los han asesinado por haber causado una muerte accidental al conducir bebidos.

– Exacto, asi es -suspiro Patrik. Al oir la sintesis de Erica, tomo conciencia de lo imposible que era la situacion. Mezclo las verduras en una fuente y la coloco en la mesa-. No olvides que seguramente nos falte una victima -le dijo en voz baja al tiempo que se sentaba-. Lo mas probable es que se trate de la victima numero dos, a la que aun no hemos encontrado. Bueno, yo estoy seguro de que es asi. Se nos ha escapado uno.

– ?No hay manera de obtener mas informacion de las paginas del cuento? -Quiso saber Erica mientras colocaba la olla humeante sobre un salvamanteles.

– Parece que no -dijo Patrik-. Asi que ahora tengo todas mis esperanzas puestas en que la informacion sobre el accidente de Elsa Forsell aporte algun dato que nos permita seguir avanzando. Ella fue la primera victima, y algo me dice que por esa razon es la mas significativa.

– Si… puede que tengas razon -convino Erica antes de llamar a Anna y a los ninos. Ya hablarian despues.

Habian pasado dos dias desde que supieron lo que tenian en comun las victimas del asesino en serie. La euforia inicial se fue apagando, sustituida por cierto abatimiento. Aun seguian sin comprender por que tanta dispersion geografica. ?Acaso se dedicaba el asesino a viajar por toda Suecia en busca de sus victimas o habia vivido en todas esas ciudades? Aun eran demasiados los interrogantes. Habian leido con lupa todo el material disponible sobre los accidentes en que habian estado involucradas las victimas, pero no hallaron nada que las vinculase. Patrik se sentia inclinado a pensar que no existia ninguna relacion personal entre los asesinatos, sino que el asesino era una persona rebosante de odio que, de forma totalmente arbitraria, habia elegido a una serie de victimas en razon de sus acciones. De ser asi, el asesino no tenia en cuenta que varias de las victimas hubiesen demostrado arrepentimiento sincero despues del suceso. Elsa habia vivido cargando con la culpa y busco el perdon en la religion. Marit jamas volvio a probar el alcohol, y lo mismo ocurrio con Rasmus, que, de todos modos, no podia beber a causa de las lesiones provocadas por el accidente. Borje era la excepcion. El continuo bebiendo y continuo conduciendo bebido y no parecia vivir preocupado por la nina cuya muerte debia llevar en su conciencia.

Sin embargo, era imposible sacar ninguna conclusion, puesto que faltaba una de las victimas para tener la imagen completa. Cuando el telefono sono a las nueve de la manana del miercoles, Patrik no tenia ni idea de que aquella llamada le brindaria la ultima pieza del rompecabezas.

– Aqui Patrik Hedstrom -respondio, y tapo enseguida el microfono con la mano, para que la persona que llamaba no lo oyese bostezar. Por esa razon no oyo bien el nombre-. Perdon, me ha dicho que se llama…

– Vilgot Runberg, soy comisario de Ortboda.

– ?Ortboda? -repitio Patrik buscando febrilmente en un mapa mental del pais.

– A las afueras de Eskilstuna -explico el comisario un tanto impaciente-. Pero es una comisaria pequena, solo somos tres.

– El comisario aparto la boca del auricular para toser y, un segundo despues, prosiguio-: Resulta que acabo de volver de dos semanas de vacaciones en Tailandia.

– ?Aja? -respondio Patrik preguntandose adonde conduciria aquella conversacion.

– Si, por eso no habia visto vuestra consulta hasta ahora.

– Aja -dijo Patrik con renovado interes. Sintio la expectacion ante lo que intuia que iba a oir.

– Si, los muchachos son relativamente nuevos en la zona, asi que no sabian nada del asunto, pero yo conozco el caso, sin duda. Yo mismo dirigi la investigacion, hace ocho anos.

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