a ser tu cama? Kroner parecia cansado.

– No se daran cuenta, siempre y cuando cada expediente este en su sitio. ?Y ya esta! -Bajo las solapas y se dio la vuelta encarando a Dieter Schmidt, que volvia a ser su vecino-. ?Ya volvemos a ser una pequena familia, enano de mierda! ?Y ahora tendras que responder a unas cuantas preguntas, colega! Desembucha, venga, ?donde esta el Cartero? ?Y que demonios sabes de los planes que tiene para nosotros? ?Luego me contaras que hacemos con esos dos mierdas! -El hombre de la cara ancha senalo la cama vacia de Bryan y luego hizo un gesto con el pulgar hacia James sin dejar de mirar a Dieter Schmidt ni un solo momento-. Estos dos diablos saben demasiado, estoy de acuerdo. ?Ahora mismo, ellos son nuestro mayor problema!

Echo un leve vistazo a James, que seguia metido en la cama con los ojos cerrados y respirando superficialmente, y prosiguio:

– ?Que no puede llegar a pasarnos si el imbecil de Von der Leyen vuelve a intentar escaparse? ?Crees que el Cartero podria responderme a eso tambien?

– ?Probablemente!

Dieter Schmidt lo miro friamente.

– ?Pues si es asi, te agradeceria que nos lo contaras, joder!

Los pasos en el pasillo pusieron sobre aviso a Lankau. Todos estaban en sus camas, sumidos en la apatia, cuando la hermana Petra asomo la cabeza por la puerta. La reaccion al nuevo lugar que ocupaba Lankau no se produjo. Solo tenia ojos para James.

Aquella misma noche, los simuladores repitieron su chachara acerca de los objetos de valor que contenia el vagon de mercancias. Tambien hablaron del Cartero, y de Bryan.

El tema habia tomado un quiebro infame. James apenas era capaz de moverse. Sus nauseas parecian cronicas. Poco a poco se habia ido poniendo nervioso. Hasta entonces, Bryan nunca habia estado tanto tiempo en tratamiento. Todos los ocupantes de la habitacion estaban preocupados. Aunque, sin duda, las razones eran muy distintas.

Por un lado, James deseaba fervientemente que Bryan volviera pronto, sano y salvo. En circunstancias normales, un tratamiento de choque solo se prolongaba tanto si el paciente, habia tenido un ataque de espasmos. En tal caso, podia pasar facilmente un par de horas mas. Pero por otro lado, tambien podia darse el caso de que Bryan hubiera sido trasladado a otra seccion. Y a pesar de que eso significaria separacion e incertidumbre, sin duda sera lo mejor para el.

A medida que fueron pasando las horas, los simuladores se fueron convenciendo cada vez mas de que habia que acabar con la vida de Amo von der Leyen en cuanto lo devolvieran a la habitacion. El cuchicheo estaba volviendo loco a James. Tambien el era objeto de sus discusiones en voz baja pero, de momento, parecian estar seguros de que lo tenian bajo control. Al paciente de los ojos enrojecidos y al Hombre Calendario los ignoraban por completo.

En contra de su costumbre, Kroner parecia el mas comedido. Lankau propuso que arrollaran una sabana alrededor del cuello de Bryan y que lo arrojaran por la ventana. Kroner gruno y sacudio la cabeza. Tan solo hacia unas horas que los habian trasladado. Provocar un suicidio en aquella pequena habitacion seria un acto descabellado.

– ?Entonces solo seremos seis cuando vengan a interrogarnos! -dijo finalmente-. ?Estais realmente seguros de que podriais soportar un interrogatorio?

Kroner se quedo helado. La respuesta le llego desde un lado inesperado.

– ?Yo si podria! -La voz que irrumpia de la oscuridad era nueva, autoritaria y fria como un tempano-. ?La pregunta es si vosotros podriais! Lo dudo.

Las palabras procedian de la cama mas cercana a la de James, del vecino de Bryan, del hombre de aspecto insignificante, de rasgos agudos y ojos enrojecidos, Peter Stich.

– Me alegro de saludar a los senores, teniendo en cuenta que la relacion ha sido unilateral durante tanto tiempo.

Los ruidos que llegaban de las camas de Kroner y de Lankau parecian evidenciar que ya se habian incorporado. James no apartaba la mirada de Stich.

– ?Quedese donde esta, Herr Sturmbannfuhrer!

Puesto que se habian dirigido a el usando el titulo por el que habia hecho tantos meritos, Dieter Schmidt se detuvo al instante delante de la cama de James.

– Lo ha hecho muy bien. Estoy muy satisfecho con su lealtad y su silencio. ?Nos ha acercado mucho a nuestro objetivo! ?Ya puede volver a su sitio, no se preocupe! Y en cuanto a ustedes, senores mios -dijo acaparando toda la atencion de los demas ocupantes de la habitacion-, ya que hemos llegado hasta aqui, permitanme que me presente. Como ya habran adivinado, yo soy el que les ha rondado por la cabeza durante tanto tiempo. ?El Cartero!

La reaccion que provoco esta revelacion fue inesperadamente pobre. Los grunidos procedentes de la cama de Lankau se vieron interrumpidos inmediatamente por Kroner.

– ?Vaya, vaya! ?Quien lo habria dicho? ?En que compania tan exclusiva nos hemos ido tornando! -Kroner hizo un gesto con la cabeza en direccion al hombre de los ojos enrojecidos sin dar muestras de sorpresa-. El mismisimo jefe en persona se ha quitado el disfraz. Un disfraz muy interesante, por cierto. ?Muy eficaz!

– Y lo seguira siendo -el Cartero corto asi la ironia de Kroner-. Pero ?lo dicho! ?Una compania exclusiva! ?Realmente tengo que recordarles que el hombre al que sus senorias tienen la intencion de mandar al otro mundo es el oficial de mayor rango de toda la sala? Naturalmente, comparto el parecer de los senores. Amo von der Leyen no se comporta como deberia hacerlo un demente. De hecho, estoy tan convencido como ustedes de que esta tan cuerdo como los senores y un servidor. Lo he visto hacer cosas a las que no deberia dedicarse. ?Esconder pastillas, por ejemplo! Sin embargo, tambien tiene otro inconveniente, este Von der Leyen, que tendremos que tener en cuenta. ?Dudo que los senores conozcan los antecedentes del Oberfuhrer Von der Leyen tan bien como yo!

Lankau resoplo.

– ?Es un desgraciado, eso es lo que es! Uno de esos ninos monos que se limitan a mirar mientras los demas hacemos el trabajo sucio y que luego se llevan el honor. -El desden de Lankau estaba dirigido a todo aquel que estuviera por encima de el en el escalafon. En aquella sala, Arno von der Leyen era el unico-. ?Fue facil cazar a ese gallina! ?Como a un perro faldero aturdido!

– Es posible, pero tambien teneis que saber que es un oportunista de renombre. Aparte de que es un lameculos, de eso no cabe duda, tambien es una alma fiel, un verdadero nazi. Y un dato que hay que tener en cuenta y que debo anadir: es uno de los confidentes de Hitler, uno de los intocables de Berlin. Pero a pesar de todo el esplendor pienso, de todos modos, que debe de estar usted muy contento de que le resultara tan facil cazarlo, Herr Standartenfuhrer Lankau, porque el Arno von der Leyen del que yo tengo conocimiento no solo es un nino prodigio, sino que tambien es un asesino eficaz.

El hombre de los ojos enrojecidos miro a su alrededor e hizo un gesto de asentimiento. Lankau le dirigio una mirada de desagrado y de escepticismo.

– Si, si, asi es, estimado Standartenfuhrer. ?Como cree que ese ninato ha podido llegar hasta donde ha llegado? Le puedo asegurar que a Arno von der Leyen apenas le despuntaba el vello en la barbilla cuando se hizo merecedor de un puesto en la Guardia de Corps de nuestro Fuhrer. Con calavera y todo. No le esta dado a cualquiera llegar tan lejos a esa edad. Es la personificacion del escogido, es cierto, pero tambien es un heroe de guerra. Sus condecoraciones estan manchadas de sangre, como debe ser. Le dispensan un cuidado especial debido a su posicion. Sin el, ninguno de nosotros habria subido a este piso. Nosotros somos totalmente prescindibles e insignificantes, el es quien importa. Nosotros no somos mas que sus companeros de habitacion, su decorado. ?Lo han entendido, senores mios?.

La frialdad y la falta de matices de la voz del Cartero horrorizaron a James. En el silencio de los meses que habian transcurrido habia evaluado a sus enemigos y a sus amigos. El era su titiritero. James se estremecio al pensar que habia estado a punto de comprometerse.

____________________ Lo cierto es que no solo se de los meritos de Amo von der

Leyen -enfatizo el Cartero-, Tambien vi su rostro en una ocasion, aunque de eso hace mucho tiempo y, por entonces, no me preocupaba demasiado.

»?Y ahora viene lo mas interesante de todo! Porque el Amo von der Leyen que yo vi no es el mismo que pronto ocupara esa cama. ?No estoy seguro de haber visto esa cara antes de llegar a este establecimiento! ?Tengo

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