A continuacion, el portavoz del partido de los ecologistas demandaba una comision sobre el registro de opinion y el asunto IB. Annika bostezo.

Al final de la retransmision mostraron la segunda parte del reportaje del corresponsal en Rusia sobre el conflicto del Caucaso. Ayer habia entrevistado al presidente que hablaba sueco, hoy el periodista continuaba con la guerrilla bien equipada, que representaba a una minoria.

– Luchamos por nuestra libertad -dijo el dirigente guerrillero y sostenia un kalashnikov en cada mano-. El presidente es un traidor hipocrita.

En el cuartel general de la guerrilla habia mujeres y ninos. Los pequenos reian y jugaban, polvorientos y descalzos. Las mujeres se pasaban el velo por la cabeza y desaparecian en el agujero negro de la puerta de sus casas. El jefe guerrillero abrio una puerta que daba a un sotano, el reportero le siguio bajo tierra. Bajo el foco de la camara aparecio un arsenal de armamento ruso, cajas de minas, canones antiaereos, filas de armas automaticas, granadas, bombas antitanque, morteros.

A Annika la embargo una gran sensacion de desaliento. Estaba cansada y tenia hambre. ?Que importaba lo que ella escribiera sobre la muerte de una joven sueca cuando en el mundo no hacian otra cosa que matarse unos a otros?

Se fue a la cafeteria y compro una bolsa de gelatina de frambuesa. Mientras regresaba a su mesa se la zampo toda y se sintio realmente mareada.

– ?Como estas, Annika?

Era Berit.

– Mas o menos -respondio Annika-. El mundo esta lleno de desgracias. ?Que tal te fue con los padres?

– Bien -dijo Berit-. Plantearon algunas objeciones al texto, pero nos pusimos de acuerdo en casi todo. Tenemos una fotografia de ellos, sentados en la cama del cuarto de nina de Josefin.

– ?Todavia conservan los muebles? -indago Annika.

– Parecia que estaba todo sin tocar.

Berit se dirigio a la mesa de noticias para informar a los jefes. En ese mismo instante llego Bertil Strand.

– ?Puedes acompanarme un momento al lugar del asesinato? -pregunto Annika, y se aseguro de llevar su bolso.

– Acabo de aparcar en el garaje. ?No me lo podias haber dicho antes?

Patricia estaba tumbada sobre el colchon tras las cortinas negras y sudaba en la oscuridad. Le dolian las piernas, se sentia mareada debido al cansancio. No tenia fuerza para espiar a Joachim. No era justo que le pidieran eso. Solo pensarlo le ponia los pelos de punta.

Cerro los ojos e intento ahuyentar el ruido. Ahi fuera comenzaba a anochecer, la gente se dirigia a los restaurantes y a las citas, trasiego de ropas, vino, cerveza y sudor. Examino su alma, intento encontrar la verdad en su interior, escucho su propia respiracion y se entrego a una especie de autohipnosis.

Evoco desde lo mas profundo de su ser la voz de Josefin en la oscuridad. Al principio la voz era alegre, crecia y decrecia, Patricia sonrio. Jossie tarareaba y cantaba, clara y limpiamente. Cuando llego el grito, Patricia estaba preparada. Escucho con una paciencia expectante el golpe y el desplome, el grito de Joachim. Ella se oculto entre las sombras hasta que el enmudecio y desaparecio, espero los llantos y la desesperacion desde el cuarto de Jossie. Los sentimientos de culpabilidad desaparecieron, no lo habia podido impedir. No se sentia atemorizada, no estaba asustada. Ahora el ya no podia hacerle nada a Jossie.

Respiro hondo y se obligo a alcanzar la superficie. La realidad regreso, sorda y calurosa.

Tengo que preguntarle a las cartas, penso.

Se levanto lentamente, la presion arterial no respondio e hizo que se mareara. Saco su cofrecillo de esencias de una bolsa de deportes que habia en la esquina, abrio la tapa y acaricio la seda negra con sus manos. Ahi moraban sus cartas.

Se sento en el suelo en la posicion de loto y barajo el tarot respetuosamente. Luego corto tres veces. A continuacion repitio el proceso dos veces mas, justo como requerian las energias. Despues de cortar por ultima vez, no junto los montones sino que eligio uno, lo cogio con la mano izquierda y luego volvio a barajar las cartas una vez mas.

Finalmente extendio una cruz celta sobre el parque, diez cartas que simbolizaban la naturaleza del momento desde distintos puntos de vista. La cruz celta era el sistema mas completo frente a los grandes cambios, y ella sentia que se encontraba ante ellos.

No estudio ni analizo las cartas hasta que la cruz estuvo dispuesta. Pensativa considero su situacion. Su carta base era el tres de espadas, que mostraba a Saturno en Libra. Asintio, en realidad era evidente. El tres de espadas significaba afliccion y tirantez en una relacion triangular. Se le recomendaba tomar resoluciones claras e inequivocas.

La carta que cruza a la carta base es la que le impedia tomar decisiones, era por supuesto la decimoquinta carta del Arcano Mayor. El Diablo, el sexo masculino. No podia estar mas claro.

Las cartas tercera y cuarta mostraban sus pensamientos conscientes e inconscientes sobre la situacion. No revelaban nada extrano, nueve de espadas y diez de bastos. Crueldad y opresion.

Sin embargo, la septima y octava carta le causaron una gran impresion. La septima la simbolizaba a ella misma y se trataba de la decimoctava carta del Arcano Mayor, la Luna. No era bueno. Indicaba que se encontraba ante una prueba definitiva y muy dificil, y que esta tenia que ver con el sexo femenino.

La octava carta la hizo recapacitar. Representaba las energias exteriores que influirian en su situacion.

El Mago, la primera carta, simboliza a un comunicador alocado, un brillante sofista que se mueve continuamente en la linde de la verdad. Ella ya se imaginaba quien podia ser.

La decima carta, el resultado, la tranquilizo. El seis de bastos. Jupiter en Leo. Claridad. Revelacion. Victoria.

Ahora sabia que lo conseguiria.

Diecisiete anos, nueve meses y tres dias

Nuestra felicidad es solida. El me abraza siempre. Su compromiso es enorme, de vez en cuando me resulta dificil satisfacerle. Su desengano es grande si no se lo cuento todo, debo ser mas cuidadosa. Nuestros viajes en el tiempo y en el espacio son eternos, le quiero muchisimo.

He intentado explicarle, la culpa no es suya. Es mia, soy yo quien no se decide a valorarlo como se merece.

Me ha comprado ropa que yo nunca antes habia tenido, simbolos de amor y confianza. Mi ingratitud se basa en el egoismo y la inmadurez, su desencanto es profundo y fuerte. No hay disculpa posible, una tiene su responsabilidad en una dualidad universal.

Lloro al comprender mi imperfeccion. El me perdona. Luego hacemos el amor.

No me abandones nunca,

dice,

no puedo vivir sin ti.

Y yo se lo prometo.

Lunes, 30 de julio

Spiken se paseaba junto a la mesa de Annika, cuando todavia faltaba una hora y media para que ella comenzara a trabajar.

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