Se encaminaron hacia la cafeteria.

– En efecto -dijo Berit-, a los socialdemocratas les embargo el panico. Encarcelaron a los periodistas y actuaron de una manera completamente irracional. Entre otras cosas destruyeron sus archivos, tanto internacionales como nacionales. Cafe y bollo de vainilla, gracias.

Se sentaron a una mesa junto a la ventana, no tanto por la vista sino por la corriente del aire acondicionado.

– ?Entonces no se puede saber que es lo que realmente hacian en IB? -pregunto Annika.

– Correcto -respondio Berit-. Los archivos desaparecidos paralizaron todas las revisiones y las depuraciones. Los socialdemocratas se han podido sentir seguros. Hasta ahora.

Annika dejo de masticar su bollo de avena.

– ?Que dices? -pregunto.

Berit bajo la voz inconscientemente.

– Ayer recibi un soplo en casa, a medianoche. El archivo internacional habia aparecido.

Annika abrio la boca.

– ?Es eso cierto?

Berit suspiro.

– Si, mas o menos -dijo ella-. De pronto se «han encontrado» copias del archivo en el Alto Estado Mayor, sin indicar la fuente ni los documentos originales.

– Eso no significa que los originales existan -dijo Annika y soplo su cafe.

– No, claro, pero las oportunidades aumentan. Hasta anoche no existia, ni un solo papel del archivo. Ni un documento, ni una grabacion, nada. Y estas son copias de gran parte del archivo, asi que es evidente que tienen un gran valor.

– ?Las has visto? -inquirio Annika.

– Si, fui alli directamente por la manana. Todos son documentos publicos.

Annika asintio pensativa.

– ?Vaya! -exclamo-. Y en plena campana electoral.

– Nunca adivinarias donde han aparecido -anuncio Berit.

– En un servicio de hombres -replico Annika.

– En el correo entrante -informo Berit.

El ministro alzo el columpio todo lo que pudo.

– ?Estas lista? -grito.

– ?Si! -chillo la hija.

– ?Estas preparada? -berreo el.

– ?Siii! -aullo la nina.

Con un vertiginoso grito infantil zumbandole en los oidos acudio raudo hacia la tabla bajo el pino, la elevo por encima, corrio bajo el columpio y lo lanzo hacia arriba.

– ?Uyyy! -grito la nina.

– ?A mi tambien, papa, a mi tambien! ?Pasa por debajo, pasa por debajo!

Sonrio a su hijo y se seco el sudor de la frente.

– Okey, cowboy, pero es la ultima vez.

Rodeo el arbol, al pasar le hizo cosquillas a la nina, aseguro el columpio del nino y grito su «?Estas listo?». Luego corrio por debajo del columpio, pero no con la misma fuerza con que lo habia hecho con la hija. El nino era mas pequeno y miedoso, a pesar de que eran gemelos.

– ?Papa, una vez mas! -grito la nina.

– No, no puedo mas -dijo el-. Columpiate un rato y luego ven a sentarte con nosotros en el jardin.

– Pero papa, papa…

Christer se dirigio hacia su esposa bajo la sombrilla. Los muebles, de pino pintado de azul ecologico, eran de Obs. De cuando en cuando todo le parecia terriblemente previsible.

– ?Cuando tienes que irte? -pregunto ella.

Beso a su mujer en el pelo y se dejo caer a su lado en el banco.

– No se -suspiro-. Espero tener vacaciones el resto de la semana.

Sono el telefono dentro de la casa, el hizo ademan de levantarse y contestar.

– No, sientate, yo lo cojo…

Ella se levanto y corrio con pies ligeros hacia la galeria donde estaba el telefono inalambrico. La falda se agitaba alrededor de sus pantorrillas, el cabello bailaba sobre sus hombros morenos. El se enternecio. Su mujer respondio y hablo con alguien, luego le miro sorprendida.

– Si, claro -contesto en alto para que el lo oyera-. Contestara desde el despacho.

Colgo el auricular y se dirigio hacia el.

– Christer -dijo ella-. Es la policia.

Annika no consiguio localizar a Q. Este se encontraba en un interrogatorio. Probo con todos los demas numeros. En el centro de emergencias no habia ninguna novedad, el comisario de guardia se enfado, el portavoz de prensa estaba ocupado. No respondia nadie en casa de Patricia. Encontro el numero de Studio Sex en la guia de telefonos, marco y fue a parar a un contestador automatico. La voz de una joven que intentaba sonar sensual mencionaba el horario de apertura, de una de la tarde a cinco de la madrugada. Ademas, anadia, en el local se podian encontrar jovencitas agradables, invitarlas a champana, asistir al show o a un pase privado, ver y comprar peliculas porno. Finalmente, daba la bienvenida al club mas acogedor de Estocolmo a todos los curiosos y amantes del sexo.

Annika sintio un ligero malestar. Volvio a llamar y grabo el mensaje en una cinta. Despues intento hablar de nuevo con el portavoz de prensa, que estaba disponible.

– Tenemos un fiscal instructor responsable de la investigacion preliminar -anuncio.

El corazon de Annika se desboco.

– ?Quien?

– El fiscal general Kjell Lindstrom.

– ?Por que? -pregunto ella, aun cuando ya sabia la respuesta.

El portavoz de prensa se demoro en contestar.

– Bueno -explico-, la investigacion ha progresado y los inspectores piensan que es el momento oportuno de informar a la fiscalia.

– Hay un sospechoso -constato Annika.

El portavoz de prensa carraspeo.

– Como he dicho, la investigacion ha progresado…

– ?Es Joachim, el novio?

El portavoz de prensa suspiro.

– No puedo confirmarlo -contesto-. De momento no podemos ratificar algo asi.

– Pero ?es asi? -insistio Annika.

– Hasta el momento hemos realizado muchos interrogatorios y hay indicios que senalan en cierta direccion, si. Pero te ruego que por ahora no publiques estos datos. Podrian perjudicar la investigacion.

Un sentimiento de triunfo crecio en su interior, yes! ?Era el! ?El jodido canalla, propietario del club de alterne, maltratador de mujeres!

– ?Entonces que puedo escribir? -pregunto Annika-. Podre escribir que la policia esta siguiendo una pista y ha detenido a un sospecho, que se han realizado muchos interrogatorios… ?Le habia denunciado alguna vez?

– ?Quien?

– Josefin. ?Habia denunciado a Joachim alguna vez por amenazas y malos tratos?

– No, no hemos encontrado nada de eso.

– ?Por que pensais que es el?

– No quiero entrar en detalles.

– ?Es algo que dijo durante el interrogatorio? ?Es Patricia?

El portavoz de prensa dudo.

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