– Joder, tu sabes que si -repuso Annika irritada.

– Bueno, entonces hare la cruz celta…

Patricia extendio las cartas sobre la mesa. Unas las coloco encima de otras, otras al lado y debajo y a continuacion en fila.

– Bonitos dibujos -dijo Annika-. Extranas figuras.

– La baraja esta dibujada por Frieda Harris, siguiendo los disenos de Aleister Crowley -informo Patricia-. Le tomo cinco anos de trabajo. Los simbolos tienen su raiz en La Orden Hermetica del Amanecer Dorado.

– Jesus, Jose y Maria -repuso Annika esceptica-. Y ahora muestran mi futuro.

Patricia asintio con seriedad y senalo una carta que estaba debajo de otra.

– Aqui -dijo ella-, esta es tu carta base. Esta es tu situacion hoy en dia. La Torre, la decimosexta carta del Arcano Mayor. Como veras, se esta derrumbando. Esta es tu vida, Annika. Todo lo que has sentido y tenido como seguro esta a punto de desmoronarse, y tu lo sabes.

Annika miro a Patricia inquisidoramente.

– ?Mas?

Patricia movio el dedo y senalo la carta que yacia cubriendo la torre.

– El cinco de oros cruza tu situacion, la impide o la favorece. Significa Mercurio en Tauro, tormento y miedo.

– ?Y? -pregunto Annika.

Patricia la observo.

– Tienes miedo al cambio, pero no tienes por que tenerlo.

– Bueno, ?y luego?

– Tu forma consciente de ver la situacion es la que uno se podia esperar, el Eon, la carta vigesima, significa autocritica y reflexion. Tu misma piensas que has fracasado y te examinas a ti misma. Pero tu interpretacion subconsciente es mucho mas interesante. Mira, el principe de espadas. Es un campeon de las ideas creativas e intenta zafarse de todos los idiotas y simples.

Annika se reclino en la silla, Patricia prosiguio.

– Vienes del siete de oros, la simpleza y el fracaso, y vas hacia el ocho de espadas, interferencia.

Annika suspiro.

– Parece complicado.

– Esta eres tu, la Luna. Curioso. La ultima vez que me lei el futuro yo tambien era la Luna. Sexo femenino, la prueba final. Lo siento, pero las cartas no son buenas.

Annika no respondio. Patricia observo el resto de las cartas en silencio.

– Esto es lo que mas miedo te produce -indico Patricia-. El Colgado. La inmovilizacion, que tu deseo personal sea destruido.

– Pero ?como acaba? -pregunto Annika, y su voz ya no era igual de arrogante.

Patricia senalo dubitativa la decima carta.

– Este es el resultado. No te asustes, el simbolo no es literal.

Annika se inclino hacia delante. La carta estaba decorada con un esqueleto negro con guadana.

– La Muerte.

– No tiene por que significar la muerte fisica, representa mas bien un cambio radical. Antiguas relaciones que exigen ser disueltas. ?Ves que la Muerte tiene dos caras? La una corta y destruye, la otra te libera de las viejas cadenas.

Annika se levanto de golpe.

– Me cago en tus viejas cartas de papel -replico, se dirigio a su cuarto y cerro la puerta.

TERCERA PARTE

Septiembre

Diecinueve anos, dos meses y dieciocho dias

Creo que estoy hecha para vivir. Me imagino que mi vida en realidad es clara. Mi aliento muy suave, mis piernas muy ligeras, mi mente muy abierta. Creo que me resulta facil ser feliz. Creo que amo vivir. Presiento un resplandor que se encuentra en algun lugar justo detras, muy cerca, intangible.

Todo puede ser tan sencillo. En realidad se necesita muy poco. Sol. Viento. Orientacion. Coherencia. Compromiso. Amor. Libertad.

Libertad…

Pero el dice

que nunca

me dejara marchar.

Lunes, 3 de septiembre

El paisaje se materializo unos minutos despues de que el avion aterrizara. Las nubes coronaban las copas de los arboles y esparcian una neblina desmembrada en lluvia.

Espero que el tiempo haya sido igual de jodido durante mi ausencia, penso Annika. Les estaria bien empleado a todos esos cabrones.

El avion se detuvo junto a un brazo mecanico en la terminal dos de Arlanda, la misma desde la que habian despegado. Annika se habia desilusionado profundamente al partir. La terminal dos era solo un pequeno apendice junto a la autentica terminal internacional y apenas tenia tiendas libres de impuestos. Alli solo se hallaban las pequenas companias aereas, nacionales e internacionales, los vuelos charter y regulares juntos, y nada de glamour.

La terminal tampoco disponia de aduana.

Al menos algo especial, penso mientras pasaba por la zona verde.

Fue la ultima en recuperar su equipaje. El autobus del aeropuerto estaba completamente lleno y se vio obligada a viajar de pie todo el trayecto hasta la Cityterminalen. Cuando se apeo en el viaducto de Klaraberg habia comenzado a llover con fuerza. Sus bolsas de tela absorbieron la humedad como esponjas y el contenido quedo empapado. Maldijo entre dientes y tomo el 52 en Bolindersplan.

El piso estaba en silencio y blanco, las cortinas descansaban inmoviles a la luz de la manana. Solto las bolsas sobre la alfombra del recibidor y se dejo caer en el sofa del salon, muerta de cansancio. El avion tenia que haber despegado del aeropuerto de Antalya a las 16.00 de la tarde de ayer, pero, por razones que nunca fueron realmente aclaradas, permanecieron en el hangar turco ocho horas y, dentro del avion, cinco horas mas antes de despegar. Bueno, esto formaba parte de los viajes improvisados. Tampoco ella tenia prisa por llegar a ninguna parte.

Se recosto, cerro los ojos y dejo que los sentimientos se apoderaran de ella. Los habia reprimido durante los calidos dias pasados en Turquia, concentrada en absorber el sonido, la luz y los olores asiaticos. Se habia hartado de comer ensaladas y kebabs y habia bebido vino en el almuerzo. Ahora sintio como el estomago se le comprimia y la garganta se le encogia. Al intentar pensar en su futuro no vio nada. En blanco. Vacio, sin contornos.

Tengo que olvidar, penso. Ahora empieza todo.

Se durmio, medio tumbada, y se desperto a los diez minutos, helada a causa de la ropa mojada. Se desvistio

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