Berit se restrego las manos.

– Bueno -dijo-, he estado pensando en la situacion de la redaccion de sucesos. Tenemos una plaza libre despues del traslado de Sjolander a nacional. ?Se va a cubrir?

Schyman se volvio hacia la estanteria y saco un archivador, lo hojeo y medito.

– No -repuso a continuacion-. El consejo de redaccion ha decidido que Sjolander se quede en la redaccion de nacional, sucesos tendra que funcionar contigo y los otros dos. El presidente desea que por el momento mantengamos un perfil discreto con los sucesos. Esta conmocionado despues de la critica de Studio sex.

Berit se mordio el labio.

– Me parece que esta equivocado -apunto Berit cuidadosamente-. No creo que frenando salgamos de esta crisis. Creo que deberiamos acelerar. Reivindicarnos, trabajar de verdad pero meditando bien lo que hacemos. Por desgracia, eso es imposible con el personal con el que contamos en la actualidad.

Anders Schyman asintio.

– Estoy de acuerdo contigo. Pero, tal y como estan las cosas ahora mismo, no tengo ninguna posibilidad de realizar una apuesta asi. Eso implica, como bien has dicho, tanto una reestructuracion como nuevos puestos de trabajo.

– Respecto a eso, tengo una proposicion -apunto Berit, y el director sonrio.

– Ya me imagino -repuso el.

Berit se impaciento.

– Annika Bengtzon es una joven muy despierta. Le da la vuelta a las cosas, piensa de una forma completamente distinta. A veces es algo impulsiva, pero eso se puede corregir. Creo que deberiamos contratarla.

El director agito los brazos.

– Lo siento -dijo-, pero por ahora esta completamente quemada como reportera de sucesos. Al presidente le da un ataque con solo oirla nombrar. Yo estaba a su favor cuando se contrato a Carl Wennergren y esto estuvo a punto de costarme el puesto, Jansson me apoyo, pero el resto de los jefes de la redaccion penso que habia que echarla dandole una patada en el culo.

– Eso fue lo que hicisteis -replico Berit con acritud.

Schyman se encogio de hombros

– Si -repuso el-, pero eso no la mato. Hable con ella antes de que se marchara, estaba enfadada pero serena.

Berit se levanto.

– Estuve con ella ayer por la noche. La chica tiene algo entre manos. Esta investigando algo relacionado con IB, no se exactamente que.

– Puede mandarnos el material como colaboradora -indico Anders Schyman.

Berit sonrio.

– Se lo dire, si la veo.

Patricia llamo a la puerta del dormitorio de Annika.

– Perdona -dijo Patricia-, pero no hay nada en casa y hoy te toca comprar a ti.

Annika dejo el libro y levanto la mirada.

– ?Uf! No tengo un duro.

Patricia cruzo los brazos por encima del pecho.

– Entonces tendras que conseguir un trabajo.

Annika se levanto, se dirigieron a la cocina. La nevera estaba en efecto practicamente vacia, con solo una lata de sardinas.

– ?Que mierda! -exclamo Annika-. He llamado a la empresa Cherry pero no tienen nada hasta primavera.

– ?Has mirado el periodico del INEM? -pregunto Patricia.

– ?La gaceta del terror? No.

– Quiza haya algun trabajo de periodista.

– Ya no soy periodista -contesto Annika secamente, se sirvio un vaso de agua y se sento a la mesa.

– Entonces coge el trabajo del club -dijo Patricia y se dejo caer en la silla de enfrente-. Necesitamos una crupier.

– Joder, yo no puedo trabajar en un puticlub -replico Annika y bebio del vaso.

Patricia arqueo las cejas y miro a Annika desdenosamente.

– ?Asi que tu eres mucho mas fina que Josefin y que yo? ?Este trabajo no es bueno para ti?

Annika sintio como se le encendian las mejillas.

– No queria decir eso.

Patricia se inclino hacia delante.

– Nosotras no somos putas. Ni siquiera vamos desnudas. Yo llevo un biquini rojo, es muy bonito. Tu tienes unos pechos grandes, podrias usar el de Josefin. Es azul.

Annika sintio que las mejillas se le encendian aun mas.

– ?No bromeas? -pregunto.

Patricia se rio.

– No es para tanto. Pero tengo que hablar con Joachim, yo no decido nada en el club. ?Quieres que lo haga?

Annika dudo.

Esta era la oportunidad de ver en que trabajaba Josefin, penso. Podre conocer a su novio y jefe. Llevare puesto su sujetador y sus bragas.

Este ultimo pensamiento le hizo sentir un cosquilleo en la vulva, una sensacion que la lleno de excitacion y verguenza.

Asintio.

– Okey -dijo Patricia-. Si estas durmiendo cuando llegue a casa dejare una nota en la mesa.

A continuacion se marcho a trabajar.

Annika permanecio sentada a la mesa de la cocina un buen rato.

Diecinueve anos, cinco meses y dos dias

El conocimiento nunca esta de rebajas. Las experiencias nunca se regalan. En el momento de la compra el precio siempre parece muy caro, impagable. Sin embargo, ahi estamos con nuestras tarjetas de credito, nos identificamos y endeudamos nuestra paz de espiritu por muchos anos.

Poco a poco, cuando la cuenta vuelve a estar en orden y las letras abonadas, pensamos que valio la pena. Ese es mi consuelo hoy en dia, pues hoy me he decidido. He comprendido lo que tengo que hacer. He tirado de la tarjeta de plastico y he recuperado mi alma.

Ayer falto poco. Apenas recuerdo la razon, era algo que el no encontraba y aseguraba que yo lo habia tirado. No era cierto, por supuesto, y el lo sabia.

Se lo que tengo que hacer. La espalda contra la pared. Tengo que enfrentarme a el, y se que me resultara caro.

Pues el dice

que nunca

me dejara marchar.

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