La mesa de Anne Snapphane estaba vacia cuando Annika subio a la redaccion. Sobre ella habia dos tazas con restos de cafe pegados al fondo, pero la Coca-Cola habia desaparecido. Annika dedujo que Anne estaba trabajando en algo.

Berit, de pie, hablaba con Spiken en la mesa de redaccion. Annika se desplomo sobre su silla y dejo que el bolso cayera al suelo. Se sentia mareada y cansada.

– Bueno, ?que has conseguido? -le grito Spiken y la miro exhortativo.

Annika se apresuro a desenterrar su cuaderno y se dirigio hacia la mesa.

– Joven, desnuda, tetas de plastico -informo ella-. Mucho maquillaje. Habia llorado. No tenia signos de descomposicion, asi que no podia llevar ahi mucho tiempo. Por lo que pude observar no habia ropa en los alrededores.

Levanto la vista del cuaderno, Spiken asentia animoso.

– Vaya -dijo-. ?Alguna vecina aterrorizada?

– Una madre del tipo «Pude ser yo» -dijo.

Spiken anotaba y movia la cabeza con un gesto de aprobacion.

– ?Se sabe quien es?

Annika apreto los labios y agito negativamente la cabeza.

– No, que sepamos.

– Esperemos a que den el nombre durante la noche. ?No viste nada mas, algo que indicara donde vivia o una cosa por el estilo?

– ?Te refieres a si tenia la direccion tatuada en la frente? Lo siento…

Annika sonrio, Spiken respondio a la sonrisa.

– Okey. Berit, tu te encargas de la investigacion policial, quien era la chica; y ponte en contacto con los familiares. Annika, escribe sobre la madre asustada y le echas un vistazo al otro asesinato.

– Creo que trabajaremos juntas un rato mas -informo Berit-. Annika tiene informacion del escenario del crimen de la que yo carezco.

– Haced como querais -respondio el-. Quiero un informe de todo lo que tengais antes de la reunion de las seis.

Hizo girar su silla, cogio el telefono y marco un numero. Berit recogio su cuaderno y se encamino a su sitio.

– Yo tengo los recortes -dijo por encima del hombro-. Podemos verlos juntas.

Annika cogio una silla que habia en la mesa contigua. Berit saco un legajo de papeles amarillentos de un sobre titulado «Asesinato de Eva». Por lo visto, el crimen habia tenido lugar antes de la informatizacion del periodico.

– Todo lo ocurrido hace mas de diez anos solo se encuentra en el archivo de papel -indico Berit.

Annika cogio una hoja doblada, el papel parecia fragil y rigido. Paso la mirada por la pagina. La tipografia del titular resultaba desordenada y anticuada, la impresion era bastante mala. Una fotografia en blanco y negro a cuatro columnas mostraba el parque desde el lado norte.

– Me acuerdo bien -dijo Berit-. La chica subia las escaleras y a medio camino se encontro con alguien que bajaba. No llego mas lejos. El asesinato continua sin resolver.

Se sentaron una a cada lado de la mesa de Berit y se concentraron en los viejos articulos. Annika noto que Berit habia escrito muchos de ellos. Era cierto que el asesinato de la joven Eva recordaba bastante al de hoy.

Una calida noche de verano hace cerca de doce anos, Eva subio la empinada cuesta que era una prolongacion de Inedalsgatan. La encontraron exactamente junto al escalon diecisiete, estrangulada y medio desnuda.

Se escribieron muchos y largos articulos tras los hechos, las fotografias eran grandes y se encontraban en la parte superior de las paginas. Habia resenas sobre la investigacion criminal y los informes de la autopsia, entrevistas con vecinos y amigos y un articulo titulado «Dejadnos en paz», eran los padres de Eva que imploraban algo a alguien, se abrazaban compungidos y miraban a la camara. Habia manifestaciones contra la violencia sin sentido, la violencia contra las mujeres y la violencia juvenil, tambien un acto conmemorativo en la iglesia de Kungsholmen y fotos de una montana de flores en el lugar del asesinato.

Es extrano que no me acuerde de nada de esto, penso Annika. Ya era lo suficientemente mayor como para recordarlo.

Los articulos se volvian mas cortos a medida que pasaba el tiempo. Las fotografias eran mas pequenas y aparecian cada vez mas abajo. Habia una noticia de tres anos y medio despues que informaba sobre un interrogatorio a una persona, pero que poco despues fue puesta en libertad. Luego se hizo el silencio.

Pero ahora, de nuevo, Eva era noticia: doce anos despues de su muerte, los paralelismos eran claros.

– ?Que hacemos con esto? -pregunto Annika.

– Una corta resena -respondio Berit-. De momento no podemos hacer mucho mas. Escribimos lo que tenemos, tu encargate de la madre y yo me encargo de Eva. Despues de esto los inspectores ya estaran mas informados, entonces podremos hacer algunas llamadas.

– ?Es urgente? -inquirio Annika.

Berit sonrio.

– No especialmente -contesto-. El plazo limite son las cinco menos cuarto de la manana. Pero estaria bien si estuvieran listas un poco antes y esto es un buen comienzo.

– ?Que haran con estos dos articulos en el periodico?

Berit se encogio de hombros.

– Quiza ni se publiquen, nunca se sabe. Depende de lo que ocurra en el mundo y de cuanto papel tengamos.

Annika asintio. El numero total de paginas del periodico era determinante para que salieran o no los articulos, ocurria lo mismo en su lugar de trabajo habitual, el Katrineholms-Kuriren. A mitad de verano la direccion del periodico solia ahorrar papel, por un lado bajaba la publicacion de anuncios durante julio y, por otro, no solia suceder nada especial. Siempre eran cuatro las paginas que aumentaban o disminuian, ya que las hojas se preparaban de cuatro en cuatro en las planchas de imprenta.

– Yo creo que esto saldra en las primeras hojas del periodico -dijo Berit-. Primero la noticia sobre el asesinato, la investigacion policial, luego una pagina sobre la chica, bueno, si conseguimos el nombre, por supuesto. A continuacion habra una resena sobre el asesinato de Eva, tu madre asustada y al final, probablemente, un articulo sobre Estocolmo, una ciudad atemorizada. Imagino que haremos algo asi.

Annika ojeo los recortes.

– ?Cuanto tiempo llevas trabajando aqui, Berit? -pregunto.

Berit suspiro y esbozo una sonrisa.

– Pronto hara veinticinco anos. No era mucho mayor que tu cuando empece.

– ?Siempre fuiste reportera de sucesos? -inquirio Annika.

– No, no. Comence escribiendo sobre animales y cocina. A principio de los ochenta fui reportera politica, entonces se puso de moda dar este tipo de puestos a las mujeres. Luego trabaje un tiempo como corresponsal en el extranjero. Y ahora estoy aqui.

– ?Donde te has sentido mejor? -pregunto Annika.

– Lo mas divertido es escribir, buscar datos y avanzar. Me encanta trabajar en la redaccion de sucesos. Puedo regir mi destino, investigo generalmente por mi cuenta. ?Me puedes dar estos articulos? Gracias.

Annika se levanto y se dirigio a su sitio. Anne Snapphane no habia regresado. Cuando ella no estaba el lugar parecia silencioso y triste.

El Mac de Annika se habia desconectado por la funcion de ahorro de energia y le sobresalto su tono agudo cuando se puso de nuevo en marcha. Escribio rapidamente lo que Daniella Hermansson le habia contado, el preambulo, el texto principal y el pie de foto. A continuacion envio el articulo al almacen de la redaccion, al que llamaban «la lata». ?Muy bien! ?Esto ha quedado muy bien!

Se disponia a ir a buscar un cafe cuando sono el telefono. Era Anne Snapphane.

– Estoy en el aeropuerto de Visby -grito-. ?Ha habido algun asesinato en Kronis?

– Ya lo creo -respondio Annika-. Desnuda y estrangulada. ?Que haces en Gotland?

– Incendio forestal -contesto Anne-. Toda la isla arde como una tea.

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