metros.
– Eres tan desagradable que dan ganas de vomitar. ?No sabes algo peor? -pregunto Annika.
– Todavia no saben, o no lo quieren contar, lo que el Dinamitero utilizo para hacerla picadillo.
– ?Que story estas haciendo, entonces?
– He hablado con un buen policia sobre la persecucion del asesino. Puedo escribir eso.
– Okey -dijo Annika-. Yo puedo anadir algo mas. ?Que sabes tu?
Patrik se inclino hacia adelante, sus ojos brillaban.
– La policia esta buscando el maletin personal de Christina Furhage. Saben que tenia un ordenador portatil en un maletin el viernes por la noche; una chica del comite lo vio. Pero el ordenador ha desaparecido, no estaba entre los otros restos del estadio. Creen que el asesino se lo llevo.
– ?No pudo destruirse con la explosion? -pregunto Berit.
– No, totalmente descartado, por lo menos segun mi fuente -comunico Patrik-. El ordenador ha desaparecido, y de momento es la mejor pista.
– ?Algo mas? -interrogo Annika.
– Estan pensando emitir una orden de busca y captura contra Tigern a traves de Interpol.
– No ha sido Tigern -informo Annika-. Fue un trabajo desde dentro, la policia esta segura de eso.
– ?Como lo pueden saber? -dijo Patrik sorprendido.
Annika penso en su promesa de no decir nada sobre los codigos de las alarmas.
– Creeme, tengo una buena fuente. ?Algo mas?
– He hablado con los empleados del comite organizador de los Juegos Olimpicos. Estan conmocionados. Parece ser que Christina Furhage era una especie de Dios para ellos. Todos lloraban, incluso Evert Danielsson. Lo oi a traves de la puerta. No se imaginan como van a poder seguir sin ella. Aparentemente poseia todas las cualidades que puede tener una persona en la tierra.
– ?Por que te sorprendes? -pregunto Berit-. ?No puede una persona de mediana edad ser querida y apreciada?
– Por supuesto, pero hasta ese punto…
– Christina Furhage hizo una carrera increible, y supero el trabajo como jefa de los Juegos Olimpicos con nota. Si una mujer puede llevar acabo un proyecto de esta magnitud de principio a fin, entonces puedes estar seguro de que es algo fuera de lo normal. Veintiocho campeonatos mundiales al mismo tiempo, eso es lo que son unos Juegos Olimpicos -dijo Berit.
– ?Sus hazanas tienen que ser especialmente importantes por ser mujer? -inquirio Patrik con sorna, y Berit se enfado de verdad.
– ?Por favor, jovencito! A ver si crecemos.
Patrik se levanto: un metro noventa en calcetines.
– ?Que cono quieres decir?
– Oye, oye, vamos -dijo Annika e intento parecer tranquila y controlada-. Sientate, Patrik, tu eres hombre y no necesitas meterte en el fenomeno de la opresion de la mujer. Por supuesto, es mas dificil para una mujer que para un hombre estar en el puesto de jefe de unos Juegos Olimpicos, lo mismo que seria mas dificil para un sordomudo que para una persona sana. Ser mujer es igual que ser una imperfeccion ambulante. ?Tienes algo mas?
Patrik se habia sentado, pero todavia estaba enfadado.
– ?Que es eso de la imperfeccion ambulante? ?Que clase de jodido discurso feminista es este?
– ?Tienes algo mas?
Hojeo sus anotaciones.
– La persecucion del Dinamitero, el comite de los Juegos Olimpicos conmocionado, no, eso es todo lo que tengo.
Se separaron sin decir nada mas. «Empezamos a estar agotados», penso Annika y puso el Eko de las seis menos cuarto. Los titulares, era previsible, giraban en torno a las consecuencias de la muerte de Christina Furhage, la mujer mas poderosa y conocida de Suecia. Abria con comentarios sobre su vida y obra, y continuaba con las consecuencias para los Juegos y el deporte. Samaranch efectivamente nego sus declaraciones en el Konkurrenten. Despues de once minutos se informaba de que Furhage habia sido asesinada. Asi actuaban en Dagens Eko, primero lo general e impersonal, luego -si es que ocurria- lo desagradable y lo escandaloso. Si
Anders Schyman hablaba por telefono. Parecia como si al otro lado de la linea hubiese un nino. El de Foto Pelle ya estaba sentado en la mesa de conferencias con sus largas listas; ella prefirio sentarse junto a la ventana y mirar fijamente su propio reflejo. Si colocaba la mano haciendo visera a la luz de la habitacion y se colocaba muy cerca del cristal aparecia la imagen de detras. Afuera la oscuridad era densa y pesada. Las farolas de luz amarilla de la embajada rusa flotaban como pequenos puntos dorados sobre islas de oscuridad. Hasta este pequeno pedazo de tierra rusa era sombrio y fatidico. Tirito a causa del frio que entraba por la ventana.
– Alies gut? [5] -dijo Jansson, el alegre jefe de noche detras de ella, y vertio un poco de cafe sobre la alfombra del director-. Ultima noche con la pandilla, luego tengo vacaciones… ?Donde esta Johansson?
– Aqui. ?Comenzamos?
Annika se sento a la mesa y noto que Ingvar iba a tomar el mando. ?Asi que era eso! Habia hablado demasiado en la reunion de ayer.
– Si, comencemos -respondio Anders Schyman y colgo el telefono-. ?Que tenemos y con que abrimos?
– Yo pienso que podemos titular con el articulo de Nils Langeby. La policia esta segura de que es una accion terrorista. Estan buscando a un grupo terrorista extranjero.
Annika se quedo estupefacta.
– ?Que dices? -dijo indignada-. ?Esta Nils hoy aqui? Ni siquiera lo sabia. ?Quien le ha llamado?
– No lo se -contesto Ingvar Johansson irritado-. Supuse que tu lo habias hecho, tu eres su jefa.
– ?De donde ha sacado eso de «una accion terrorista»? -pregunto Annika y sintio que apenas podia controlar la voz.
– ?Por que exiges que muestre sus fuentes? Tu nunca lo haces -respondio Ingvar Johansson.
Annika noto que su rostro cambiaba de color. Todos los que estaban alrededor de la mesa la miraron expectantes. De repente fue consciente de que todos eran hombres menos ella.
– Tenemos que sincronizar nuestro trabajo -dijo con un hilo de voz-. Yo tengo datos totalmente opuestos. No era una accion terrorista, sino que la explosion iba dirigida personalmente contra Christina.
– ?De que manera? -indago Ingvar Johansson y Annika supo que la habian pillado. Podia revelar lo que sabia, y entonces tanto Jansson como Ingvar Johansson pedirian que escribiese un articulo sobre los codigos de las alarmas. No existia un redactor jefe que aceptase retener un articulo tan bueno. La alternativa era cerrar la boca, y eso no podia hacerlo. Entonces la harian papilla. Eligio rapidamente una tercera alternativa.
– Llamare y hablare con mi fuente una vez mas -informo.
Anders Schyman la observo pensativo.
– Esperaremos antes de decidir sobre la pista terrorista. Continuemos.
Annika espero en silencio a que Ingvar Johansson continuara. Lo hizo encantado.
– Vamos a hacer un suplemento: «Asi recordamos a Christina». Su vida en texto y fotos. Tenemos cantidad de buenos comentarios: el rey, La Casa Blanca, el gobierno, Samaranch, muchas estrellas del deporte, famosos de la television. Todos quieren homenajearla. Sera fuerte e imponente…
– ?Que pasa con el suplemento deportivo? -pregunto con precaucion Anders Schyman.
Ingvar Johansson dudo un instante.