– Barbara era el foco de atraccion, ?verdad?

– Por supuesto que si. Era guapa. Tenia la piel mas blanca del mundo, unas mejillas sonrosadas, un cabello negro y sedoso. Era una maravilla de chica, aunque un tanto distante.

A tan conmovedora apologia todavia anadio una nota a pie de pagina:

– Yo, de todos modos, no esperaba ganarme sus favores.

– ?Duke si? -pregunto Alice.

Por si todavia no hubiera habido pruebas bastantes para demostrar su autocontrol, este habia quedado totalmente comprobado en la manera de formular aquella pregunta, como si aquel padre de quien nunca hasta aquel momento habia podido mencionar el nombre sin que le temblara la voz, se hubiera convertido de pronto en una cifra.

Harry movio negativamente la cabeza.

– Era un hombre casado.

– Tambien lo eran centenares de otros soldados que salian con chicas inglesas -dijo Alice-. Puedes ser franco conmigo.

– En todo el tiempo que estuvo aqui, jamas miro a una mujer.

– Eso no es verdad -dijo Alice en el mismo tono razonable de antes-. Acompano a Barbara la noche del concierto del Dia de Colon.

Pero la compostura de Alice no hacia mella en Harry y la voz de este no paso de un graznido de protesta:

– Fue para ayudarme.

Y en seguida sus palabras se apelotonaron como un torrente.

– Hace veinte anos de todo eso. Las buenas chicas iban de dos en dos, amparandose en la companera frente a tios como yo, ?comprendes? Yo no podia salir con Sally si no encontraba a alguien que fuera con su companera. Y el papel le toco a Duke. El iba al volante, empleando sus manos para conducir, mientras que Barbara iba sentada a su lado, con las manos en el bolso. Ni siquiera hablaban. La accion se desarrollaba en el asiento de atras.

– ?Y en noches sucesivas?

Harry adopto un aire de sorpresa.

– ?Acaso no se encontraban en secreto? -pregunto Alice.

– ?Donde, por el amor de Dios?

– En los prados que rodean la granja. Barbara salia a pasear por las noches. Duke debia de esperarla en el jeep.

– Oye nena, ?quien te ha vendido esta patrana?

Alice no respondio. Ni siquiera me miro.

– Escucha bien -dijo Harry-, Duke se pasaba la mayoria de las noches escribiendo a Elly. Puedes creerme. De haber salido por las noches con el jeep, yo lo habria sabido. Por todos los santos, ?no ves que yo estaba con el?

– Quiza te lo ocultaba.

– ?Narices!

Alice, que seguia absolutamente serena, dijo:

– Sigamos mirando para atras, ?quieres? Un dia hubo una partida de caza con la participacion del senor Lockwood y de su hijo.

Harry asintio con la cabeza.

– ?Bah, tonterias! La unica arma de que disponiamos era una cuarenta y cinco. Una pistola, una automatica. No matamos nada. Y me adelanto a tu pregunta para decirte que Barbara no formaba parte del grupo.

– Pero en otra ocasion si os la llevasteis.

– Si, pero aquello era diferente. Duke habia prometido al chico que le dejaria disparar con la cuarenta y cinco.

Harry clavo en mi sus ojos:

– ?Es verdad o no?

Yo se lo confirme.

– Barbara no hizo mas que juntarse al grupo -continuo-. Disparamos unos cuantos tiros a una lata de aceite.

– ?Y despues?

– Pues dejamos la pistola en el paraguero de la casa, donde el viejo Lockwood guardaba sus escopetas.

Y con una sonrisa taimada anadio:

– Aquella 45 era como las botellas de Coca-Cola: no retornable.

– Esto significa que hubiera podido cogerla cualquiera el dia en que se cometio el asesinato.

Harry no hizo ningun comentario.

– Hablemos del prensado de la sidra -prosiguio Alice-. Durante todo el tiempo que duro el proceso tu y Duke visitasteis varias veces la granja, ?no es asi?

– Por supuesto que si.

– Y visteis como el senor Lockwood metia el cordero en los barriles.

– Claro.

– Y oisteis que Bernard decia que habia visto la bicicleta de Cliff Morton tirada en una cuneta de la granja.

La respuesta de Harry fue esta vez mas dogmatica, puesto que, levantando en el aire un dedo gordezuelo, puntualizo:

– Esto es harina de otro costal. Duke vio en contadisimas ocasiones al chico que fue supuestamente su victima. La primera vez que fuimos a recoger manzanas, me estoy refiriendo al mes de septiembre, hubo cierto incidente. Me parece que atraparon a Morton cuando estaba con Barbara. Y le dieron la patada del ano. Ya no volvimos a verlo nunca mas.

Llegados a este punto de la conversacion, quise hacer una acotacion. Harry estaba apartandose tanto del tema que no pude evitar la intervencion.

– Que Duke conociera al hombre poco tiene que ver con el caso. El motivo no fueron los celos. Si lo mato fue por la agresion salvaje de que hizo objeto a Barbara.

Pero la intervencion me valio la recompensa de una mirada glacial por parte de Alice.

– ?Me permites continuar? -pregunto en un tono que dejaba fuera de toda duda que tenia intencion de continuar.

Y volvio a la carga con Harry:

– Aquella tarde fuiste con Duke en el jeep con la intencion de invitar a las chicas a una fiesta.

– Si, la del Dia de Accion de Gracias -confirmo Harry-. Y antes de que me lo preguntes, te dire que yo era el organizador. Aquella iba a ser mi noche. Posiblemente no lo creas despues de lo que acabas de ver, pero en aquellos tiempos Sally estaba loquita por mi. Yo sabia que la chica estaba a punto de caramelo. Lo unico que tenia que hacer era prepararlo y ganarme a la familia Shoesmith. Asi es que volvi a pedir a Duke que acompanara a Barbara. Tenia que conseguir que el accediera y su aficion a escribir canciones jugo a mi favor. Entonces estaba escribiendo canciones en el dialecto de Somerset, sirviendose de las palabras que habia oido. Las tenia escritas a medias y todavia le faltaban algunos versos.

– Y tu le dijiste que Barbara le ayudaria en la tarea.

– Has dado en el clavo.

– ?Estas absolutamente seguro de que no habia nada entre los dos?

– ?Entre Duke y Barbara? Ni por asomo.

– ?Ni por parte de uno ni por parte del otro? Quiero decir que tampoco por parte de Barbara. ?Se habia hecho ideas romanticas en relacion con Duke?

– Lo dudo. Si me pides mi opinion, te dire que salia para hacer un favor a Sally.

– Quiza deberia preguntarselo a Sally… -dijo Alice con aire pensativo.

– ?Claro! ?Por que no?

Parecia que Harry estaba deseando que los reflectores iluminasen a otro personaje.

– Acabemos primeramente con esta parte. Creo que pasaste a recoger a Sally camino de la granja.

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