pretendia ayudarla, tanto en calidad de persona como de jurista. Pero habia secretos que no queria confiarle sin mas, precisamente porque temia que dudara de su cordura…

Sir Jeffrey noto sus vacilaciones y formulo la pregunta de nuevo, esta vez en un tono mas comprensivo y suave.

– Sarah -dijo en voz baja-, no puedo obligarla a que confie en mi. Pero puedo asegurarle que su padre si lo hacia y…

– Mi padre, ?verdad? -Sarah sonrio debilmente.

– …y que hare todo lo humanamente posible para ayudarla -prosiguio, sin reaccionar al comentario de la joven-. Pero solo puedo hacerlo si me explica que ocurrio entre usted y Laydon. ?Que le dijo aquel canalla para que yo la encuentre estudiando la Biblia despues de una noche en vela, palida como la cera y con profundas ojeras? Me preocupo por usted, Sarah, y no solo como abogado, sino tambien como amigo.

– Es usted muy amable, sir Jeffrey. Y le aseguro que ni he perdido la razon ni estoy tan agotada, que no se lo que me hago.

– Entonces, le pido que me cuente que ocurre. ?Por que cree que precisamente Laydon sabe como se puede salvar a Kamal?

– La respuesta es muy simple, sir Jeffrey -contesto Sarah con voz queda y velada-. Porque Laydon tambien me curo a mi.

– ?Que… que quiere decir?

– ?Oyo alguna vez a mi padre usar la expresion tempora atra?

– ?Tempora atra? -La frente surcada de arrugas del consejero real se fruncio aun mas-. No que yo recuerde…

– ?Sabia que yo estuve enferma de nina? ?Que sufri una fiebre misteriosa y estuve mucho tiempo inconsciente?

– No, Sarah, no lo sabia -aseguro sir Jeffrey, cuyo enojo se estaba transformando en franca consternacion-. Despues de Oxford, perdi de vista a Gardiner durante un tiempo.

Sarah asintio. Aunque le costaba un esfuerzo enorme, habia decidido revelar a Jeffrey Hull su secreto, movida por la esperanza de poder ayudar con ello a Kamal…

– Segun me explicaron -prosiguio en voz baja-, aquella fiebre aparecio de un dia para otro. Los medicos no sabian que hacer y a mi padre no le quedo mas remedio que permanecer dia y noche junto a mi cama, rezando por un milagro. Finalmente sucedio… en la figura de Mortimer Laydon.

– ?Laydon? -gimio sir Jeffrey.

– En efecto. Fue el quien me curo de aquella fiebre, aunque pague un precio muy alto.

– ?Cual?

– No recuerdo nada de lo que habia ocurrido antes de aquel momento -contesto Sarah sinceramente-. Toda mi infancia esta cubierta por el velo del olvido. Mi padre solia llamar a esa epoca tempora atra, epoca oscura.

– Co… comprendo -replico sir Jeffrey conmovido-. Y usted cree que aquella fiebre misteriosa y el estado en que se encuentra Kamal…

– Al principio no quise admitirlo, porque las conclusiones que derivaban de ello me espantaban -reconocio abiertamente Sarah-. Pero los paralelismos son evidentes. Todo parece indicar que a Kamal le ha ocurrido lo mismo que me ocurrio a mi de nina… y que Laydon conoce el secreto de la curacion.

– Entonces tendra que revelarlo de inmediato -estallo sir Jeffrey-. Avisare ahora mismo al superintendente Fox. La policia conoce maneras de hacer hablar a los testigos que guardan silencio. Ire…

– No -se limito a decir Sarah.

– ?No? Pero…

– Como ya le he dicho, la mente de Laydon esta envenenada de maldad. No revelara lo que no quiera revelar. Lo unico que puedo hacer es jugar ateniendome a sus reglas y seguir las indicaciones que me dio.

– ?Y el le aconsejo que consultara la Biblia? -pregunto sir Jeffrey, receloso.

– Para ser exactos, el Antiguo Testamento -confirmo Sarah con una sonrisa cansada-. El libro del Genesis.

– ?Y no cree que ese canalla redomado pretende enganarla de nuevo? No olvide lo que ya le ha hecho…

– Sir Jeffrey -dijo Sarah frunciendo el ceno, y todo rastro de alegria se borro de su semblante-. Creame, desde los sucesos de Alejandria no pasa un solo dia en que no piense en mi padre y en todos los horrores que Mortimer Laydon nos causo. Aun asi, no puedo prescindir de el. Tal vez solo sea una sensacion, pero no puedo reprimir la impresion de que todo esta conectado.

– ?A que se refiere exactamente? -pregunto Hull cruzandose de brazos como solia hacer cuando llamaba a los testigos ante el juez y los interrogaba-. Expliquemelo, por favor.

– Como quiera -Sarah comprendio que el camino que habia emprendido no tenia retorno. Habia decidido compartir su secreto con sir Jeffrey, y eso significaba que debia proseguir…-… Hace dos noches tuve un sueno extrano.

– Un sueno -repitio sir Jeffrey.

– Se trataba de una escena de la mitologia griega: una comitiva funebre se acerco a la orilla del rio Estigia, donde dejaron al muerto para entregarselo a Caronte, el barquero del Hades.

– ?Y? -Sir Jeffrey fruncio los labios-. Perdone mi ignorancia, Sarah, pero no me parece un sueno demasiado insolito para una arqueologa.

– Aun no he acabado -puntualizo Sarah-. Al acercarme a la orilla para inspeccionar el cadaver, vi que era Kamal. Y, como los muertos en la antigua Grecia, tenia una moneda debajo de la lengua para pagar el tributo al barquero.

– ?Habla en serio?

– Totalmente en serio, sir Jeffrey. Aun no habian transcurrido ni cuatro horas desde que me desperte de ese sueno cuando encontre a Kamal yaciendo en su celda, muerto a primera vista y con un papel debajo de la lengua. Y ahora le pregunto: ?fue una casualidad?

– Quien sabe, Sarah. Como cientifica, usted deberia…

– Toda la vida he seguido la senda de la ciencia, sir Jeffrey, pero llego un momento en que me vi obligada a reconocer que entre el cielo y la tierra hay cosas que la ciencia no puede explicar. Y me da la impresion de que esta es una de ellas.

– Si, claro, tiene derecho a suponerlo. Pero no veo donde esta la conexion…

– Caronte no es solo el nombre del barquero de la Antiguedad - prosiguio Sarah su explicacion-, sino que tambien se llamaba asi el ciclope que atento contra nuestra vida en Alejandria. Y, por ultimo, la nota que halle en la boca de Kamal contenia el simbolo del ciclope, el simbolo de la organizacion criminal a cuyas ordenes estaba Laydon.

– Pero…

– Si me pregunta adonde nos lleva todo esto, no conozco la respuesta, sir Jeffrey -prosiguio Sarah-, al menos de momento. Mi padre dijo que las raices de la organizacion se remontaban a los inicios de la humanidad y que estaba unida a grandes nombres. Conseguir el poder absoluto parece ser uno de los objetivos que persiguen sin contemplaciones sus adeptos. No tengo ni idea de cual es el papel que yo desempeno en sus planes, pero se que Mortimer Laydon es la unica conexion que tengo con esa gente y que cualquier indicacion suya, por increible que sea, representa de momento mi unica posibilidad de salvar a Kamal.

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