– Por Dios, sientese, Duncan. No se puede celebrar un funeral estando de pie.

Kincaid se sento en el suelo y acepto la copa.

– ?Es eso lo que hacemos?

– Y ademas con un excelente Cap d’Antibes. A Con le hubiera gustado que celebraramos un velatorio, ?no cree? A el le iban las tradiciones irlandesas. -Tomo un sorbo del vino que le quedaba en la copa e hizo una mueca-. Caliente. -Se lleno la copa y luego encendio un cigarrillo-. Voy a tratar de fumar menos, lo prometo -dijo, sonriente, antes de que Kincaid pudiera protestar.

– ?Que esta haciendo, Julia, atrincherandose aqui arriba de esta manera? El resto de la casa parece como si nadie lo hubiera ocupado. -Examino su cara, y decidio que las sombras bajo sus ojos eran mas pronunciadas que el dia antes-. ?Ha comido algo?

Se encogio de hombros y dijo:

– Todavia quedaba algo en la nevera. Cosas del estilo de Con, por supuesto. Yo me hubiera conformado con pan y mermelada. Supongo que no me di cuenta -hizo una pausa para dar una calada a su cigarrillo- de que se convertiria en la casa de Con. No en la mia. Ayer me pase la mayor parte del dia limpiando, pero parece como si no hubiera servido de nada. El esta por todas partes. -Hizo un movimiento circular con la cabeza, indicando el estudio-. Excepto aqui. Si alguna vez estuvo aqui arriba, no dejo huellas.

– ?Que es lo que le hace querer erradicarlo tan a conciencia?

– Ya se lo he dicho, ?no? -fruncio las cejas y lo miro por encima de la copa, como si no recordara del todo-. Con era un mierda de primera categoria -dijo, sin exaltarse-. Bebedor, jugador, donjuan, un patan con la labia de un irlandes que el pensaba que lo llevaria adonde quisiera. ?Por que iba a querer recordarlo?

Kincaid arqueo las cejas con aire esceptico y tomo un sorbo de su vino.

– ?Podemos atribuir esto tambien a Connor? -saboreo su seca finura en el paladar.

– Tenia buen gusto y era sorprendentemente habil para encontrar una ganga - admitio Julia-. Imagino que es un legado de como fue educado.

Kincaid se pregunto si la atraccion de Connor por Sharon Doyle se debia tambien a su educacion: el hijo unico, mimado, de una madre que lo adora y que se consideraba merecedor de su devocion. Esperaba que Con hubiera reconocido tambien la valia de Sharon.

Fue asombroso como Julia parecio leer sus pensamientos:

– La amante… ?Como dijo que se llamaba?

– Sharon. Sharon Doyle.

Julia asintio, como si el nombre hubiera encajado en su mente.

– ?Rubia, un poco gordita, joven, no muy sofisticada?

– ?La ha visto? -pregunto Kincaid, sorprendido.

– No es necesario. -La sonrisa de Julia fue de compuncion-. Simplemente he imaginado mi antitesis -dijo, y se trabo un poco con las consonantes-. Mireme.

A Kincaid le resulto facil complacerla. Enmarcada en la campana que formaba su cabello, la cara de Julia mostraba humor e inteligencia a partes iguales. El le dijo, tomandole el pelo:

– Entiendo su hipotesis solo hasta cierto punto. ?Esta acaso sugiriendo que deberia considerarla antigua y cansada de la vida?

– Bueno, no del todo. -Esta vez le dio el beneficio de su sonrisa, y Kincaid penso de nuevo lo extrano que resultaba ver la sonrisa de Sir Gerald trasladada tan directamente a su delgada cara-. Pero entiende lo que le digo, ?no?

– ?Por que habria Con de querer a una mujer lo mas opuesta a usted que pudiera encontrar?

Ella dudo un momento, movio la cabeza como negando, rehuyendo el tema.

– Esta chica, Sharon, ?como lo lleva?

– Diria que apenas lo sobrelleva.

– ?Cree que la ayudaria si hablara con ella? -Apago el cigarrillo en el cenicero y anadio, con delicadeza-: Nunca he estado segura de cual era el protocolo adecuado en estas situaciones.

Kincaid intuyo cuan vulnerable se sentiria Sharon en presencia de Julia, y sin embargo no tenia a nadie con quien compartir su dolor. Cosas mas raras habia visto.

– No lo se. Creo que a ella le gustaria asistir al funeral de Connor. Le dire que sera bienvenida, si lo desea. Pero no esperaria demasiado.

– Con le habra explicado historias de horror sobre mi, estoy segura -dijo Julia, asintiendo-. Es normal.

Kincaid, mirandola socarronamente, dijo:

– Esta siendo verdaderamente magnanima esta noche. ?Acaso hay algo en el ambiente? Acabo de hablar un rato con Trevor Simons y parece estar del mismo humor. -Hizo una pausa y bebio un poco mas del vino. Al ver que Julia no respondia, continuo-: Dice que esta dispuesto a declarar bajo juramento que estuvieron juntos durante toda la noche, sin importarle el dano que ello pueda causar a su matrimonio.

Julia suspiro.

– Trev es muy decente. ?No creera que se llegue a ese punto? -Rodeo sus pantorrillas con los brazos y apoyo la barbilla en las rodillas. Miro fijamente a Kincaid-. No pensara realmente que yo mate al pobre Con, ?verdad? -Al no responder Kincaid, ella levanto la cabeza y dijo-: ?Usted no lo cree, verdad, Duncan?

Kincaid repaso las pruebas mentalmente. Connor habia muerto entre el cierre de la galeria y la primera hora de la manana, el espacio de tiempo que Trevor Simons daba como coartada irrefutable para Julia. Simons era un tipo decente, como habia dicho Julia acertadamente. A Kincaid no le habia gustado acosarlo, pero ahora estaba mas seguro que nunca de que el no se hubiera puesto en una situacion comprometida al mentir por Julia.

Incluso al exponer estos hechos, sabia que tenian poco que ver con lo que el mismo sentia. Estudio la cara de Julia. ?Podia uno ver la culpabilidad, si disponia de las dotes apropiadas y de la informacion correcta? A menudo la habia sentido, y su mente racional le decia que la valoracion se debia basar en una combinacion de impulsos subliminales -lenguaje corporal, olor, matices de la voz. Y tambien sabia que habia en ello un elemento que iba mas alla de lo racional. Podia considerarse un presentimiento, una sensacion, pero no importaba. Se basaba en un conocimiento innato e inexplicable de otro ser humano. Y a Julia la conocia en profundidad. Estaba tan seguro de su inocencia como de la suya propia.

Despacio, nego con la cabeza.

– No. No creo que usted haya matado a Connor. Pero alguien lo hizo, y no estoy seguro de que nos estemos acercando a la conclusion del caso. -Le habia empezado a doler la espalda y se estiro y volvio a cruzar las piernas-. ?Tiene alguna idea de por que Connor quiso cenar con Tommy Godwin la noche en que murio?

Julia se sento con la espalda recta y abrio los ojos estupefacta.

– ?Tommy? ?Nuestro Tommy? Conozco a Tommy desde que era asi de alta. Sostuvo la mano mostrando la altura de un nino pequeno-. No puedo imaginar nada mas improbable que los dos disfrutando de una reunion social. A Tommy nunca le gusto Con, y estoy segura de que lo dejo claro. Con mucha educacion, por supuesto -anadio, con carino-. Si Con hubiera querido ver a Tommy, seguro que no lo hubiera guardado en secreto.

– Segun Godwin, Con queria su antiguo trabajo y penso que el lo ayudaria.

Julia meneo la cabeza.

– Paparruchas. Con tuvo un ataque de nervios y la empresa nunca hubiera contemplado el contratarlo de nuevo. -Sus ojos eran candidos y negros como el carbon.

Kincaid cerro los ojos por un momento, esperando que asi, sin ver su cara, pudiera poner en orden sus pensamientos. Cuando los abrio de nuevo, ella estaba mirandolo.

– ?Que dijo Connor aquel dia, Julia? Parece como si su comportamiento empezara a salirse de lo normal desde el momento en que la dejo, despues de comer. Creo que no me ha dicho

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