cosas que nunca habiamos visto en China.
Pero me fijaba en su expresion mientras yo abria las cajas. Inquieto y deseoso de complacer. No sabia que aquellas cosas no eran nada para mi, habituada a riquezas que el ni siquiera podia imaginar.
Siempre aceptaba sus regalos con elegancia, protestando siempre lo suficiente, ni muy poco ni demasiado. No le
Lena cree que Saint me rescato del pobre villorrio del que le dije que procedo. Esta en lo cierto y se equivoca a la vez. Mi hija no sabe que Saint tuvo que esperar pacientemente durante cuatro anos, como un perro ante una carniceria.
?Por que decidi finalmente casarme con el? Aguardaba la senal de cuya llegada estaba segura, y tuve que esperar hasta 1946.
Recibi una carta de Tientsin, no de mi familia, pues creian que habia muerto, sino de mi tia mas joven. Supe lo que decia antes de rasgar el sobre: mi marido habia muerto. Habia dejado a su cantante de opera mucho tiempo atras y vivia con una chica de clase baja, una joven sirvienta, pero de caracter fuerte y temeraria, incluso mas que el, y cuando intento abandonada, ella ya habia afilado su cuchillo de cocina mas largo.
Yo creia que aquel hombre habia secado en el pasado todos los sentimientos de mi corazon, pero ahora fluyo algo fuerte y amargo, y me hizo sentir otro vacio que no habia creido posible. Le maldije en voz alta, para que pudiera oirme: tienes ojos de perro, saltabas y seguias a quienquiera que te llamara, y ahora estas persiguiendo tu propia cola.
Asi pues, tome la decision. Permiti a Saint casarse conmigo. Me resulto muy facil. Era la hija de la esposa de mi padre. Hable en voz temblorosa, palideci, enferme, adelgace mas. Me abandone hasta convertirme en un animal herido. Deje que el cazador viniera a mi y me convirtiera en el espectro de un tigre. Abandone de buen grado mi
Ahora era un tigre que ni se abalanzaba ni yacia acechando entre los arboles. Me converti en un espiritu invisible.
Saint me llevo a los Estados Unidos, donde vivi en casas mas pequenas que aquella en el campo. Vestia holgadas prendas norteamericanas, hacia tareas propias de las criadas. Aprendi las costumbres occidentales. Intente hablar con la voz apagada. Crie a una hija, contemplandola desde otra orilla. Acepte su manera de ser y sus habitos norteamericanos.
Nada de todo esto me importo. No tenia espiritu.
?Puedo decirle a mi hija que ame a su padre? Era un hombre que me frotaba los pies por la noche, alababa la comida que yo preparaba, que lloro sinceramente cuando saque las baratijas que habia guardado para el dia apropiado, el dia que me dio a mi hija, una muchacha tigre.
?Como podria no amar a ese hombre? Pero era el amor de un fantasma, unos brazos que rodeaban pero no tocaban, un cuenco lleno de arroz pero sin apetito para comerlo, sin avidez, sin plenitud.
Ahora Saint es un fantasma. Ahora podemos tenernos un amor igual. El sabe las cosas que he ocultado durante todos estos anos. Y ahora debo decirselo todo a mi hija. Que es la hija de un fantasma. Ella no tiene
He aqui lo que pienso hacer. Reunire mi pasado y lo contemplare, vere algo que ya ha sucedido, el dolor que corto y separo mi espiritu. Retendre ese dolor en mi mano hasta que se haga duro y brillante, mas claro, y entonces podre recuperar mi fiereza, mi lado dorado, mi lado negro. Usare este dolor agudo para atravesar la dura piel de mi hija, para cortar y separar su espiritu de tigre. Ella luchara contra mi, porque asi es la naturaleza de dos tigres, pero yo vencere y le dare mi espiritu, pues asi es como una madre ama a su hija.
Oigo a mi hija hablando con su marido en el piso de abajo. Dicen palabras que no significan nada. Estan en una habitacion que carece de vida.
Percibo lo que va a ocurrir antes de que suceda. Ella oira el estrepito del florero y la mesa cuando caigan al suelo. Subira y entrara en esta habitacion. Sus ojos no veran nada en la oscuridad, donde yo espero entre los arboles.
LINDO JONG
Mi hija queria ir a China para pasar alli su segunda luna de miel, pero ahora tiene miedo.
– ?Y si me mezclo tan bien que me consideran uno de ellos? -me pregunto Waverly-. ?Y si no me dejan regresar a Estados Unidos?
– Cuando vayas a China, ni siquiera tendras necesidad de abrir la boca -le respondi-. En seguida sabran que eres forastera.
– ?Que quieres decir? -A mi hija le gusta replicar, siempre cuestiona lo que le digo.
A mi hija no le gusto que le dijera que no parece china. Puso una avinagrada expresion norteamericana en su rostro. Hace diez anos, quizas habria aplaudido alborozada, como si eso fuese una buena noticia, pero ahora quiere ser china, es algo que esta de moda. Y se que es demasiado tarde. ?Como me empene en ensenarle, ano tras ano! Ella siguio mis habitos chinos solo hasta que fue capaz de salir sola a la calle e ir a la escuela. Ahora las unicas palabras chinas que conoce son
Yo tengo la culpa de que sea asi. Quise que mis hijos tuvieran la mejor combinacion: circunstancias norteamericanas y caracter chino. ?Como podia saber que esas dos cosas son incompatibles?
Le ensene como funcionan las circunstancias norteamericanas. Aqui, nacer pobre no es una verguenza perdurable. Estas entre los primeros en la cola para conseguir una beca. Si el tejado se derrumba sobre tu cabeza, no tienes que llorar por tu mala suerte. Puedes demandar a cualquiera y hacer que el propietario de la casa lo repare. No tienes que sentarte como un Buda bajo un arbol y dejar que las palomas se caguen en tu cabeza. Puedes comprar un paraguas o entrar en una iglesia catolica. En Estados Unidos, nadie dice que debes adaptarte a las circunstancias que otros te imponen.
Ella aprendio esas cosas, pero no pude ensenarle nada acerca del caracter chino, de como obedecer a los padres y escuchar las opiniones de tu madre, como guardarte tus pensamientos y velar tus sentimientos a fin de aprovecharte de las oportunidades ocultas, de por que no merece la pena ir corriendo en pos de las cosas faciles, de como conocer tu propia valia y pulida, sin exhibida nunca como un anillo barato. Ni de por que el pensamiento chino es mejor.
No, esta manera de pensar le era indiferente. Estaba demasiado ocupada mascando chicle y haciendo burbujas mas grandes que sus mejillas. Solo le importaba: esa clase de ocupaciones.
– Termina el cafe -le dije ayer-. No desperdicies tus bendiciones.
– No seas tan anticuada, mama -me replico, tirando el cafe a la pica-. Soy independiente.
Y me pregunto como puede decir con tanta facilidad que es independiente. ?Cuando acepte que ya no me pertenecia?
Mi hija va a casarse por segunda vez y me ha pedido que vaya a su peluqueria, a su celebre senor Rory. Se por que lo ha hecho. Mi aspecto le averguenza. ?Que pensaran su marido y los importantes abogados amigos de