– Si -respondio Esteban-. El golpe de Estado de 1979 ha cambiado mucho la situacion. Pero es un pais pobre, aunque se dice que hay petroleo mar adentro. Sin embargo, lo descubrieron en Gabon, que ahora es el pais mas rico de la zona.

– ?Ha regresado alguna vez? -pregunto Jack.

– Si, varias veces, aunque ya hace unos anos de la ultima visita. Teodora y yo tenemos parientes alli. El hermano de Teodora tiene un pequeno hotel en la zona continental, en una ciudad llamada Bata.

– He oido hablar de Bata -dijo Jack-. Por lo que se, tiene un aeropuerto.

– El unico en la parte continental. Fue construido en los anos ochenta, para el Congreso de Africa Central. El pais no podia permitirselo, naturalmente, pero eso es otra historia.

– ?Ha oido hablar de una compania llamada GenSys?

– Desde luego. Es la principal fuente de divisas del pais, sobre todo ahora que los precios del cacao y del cafe han caido en picado.

– He oido algo al respecto -comento Jack-. Tambien he oido que GenSys tiene una granja de primates. ?Sabe si esta en Bata?

– No, esta en el sur -respondio Esteban-. La construyeron en la selva, cerca de una antigua ciudad espanola abandonada, llamada Cogo. Restauraron la ciudad para alojar a sus empleados de Estados Unidos y Europa y construyeron una aldea para los nativos que trabajan para ellos. Han contratado a muchos ecuatoguineanos.

– ?Sabe si GenSys tambien ha construido un hospital? -pregunto Jack.

– Si. Tienen un hospital y un laboratorio frente a la vieja plaza y el ayuntamiento.

– ?Como es que esta tan informado? -quiso saber ack.

– Porque tengo un primo que trabajaba para ellos. Sin embargo, se marcho cuando los soldados ejecutaron a un amigo suyo por cazar ilegalmente. A muchos les gusta GenSys por que pagan bien, pero a otros no les gusta porque tienen demasiada influencia en el gobierno.

– A causa del dinero -apostillo Jack.

– Desde luego -dijo Esteban-. Les pasan dinero a los ministros e incluso mantienen a una parte del ejercito.

– Muy conveniente -observo Laurie.

– Si fueramos a Bata, ?podriamos visitar Cogo? -pregunto Jack.

– Supongo que si -respondio Esteban-. Cuando los espanoles se marcharon, hace veinticinco anos, la carretera a Cogo quedo abandonada y pronto se volvio intransitable.

– Pero GenSys la ha reparado para facilitar el transito de sus camiones. Sin embargo, tendrian que alquilar un coche.

– ?Y eso es posible?

– En Guinea Ecuatorial todo es posible si uno tiene dinero ?Cuando piensan ir? Porque es mejor viajar en la estacion seca.

– ?Y cuando es eso? -pregunto Jack.

– En febrero y marzo.

– Muy oportuno -dijo Jack-, porque Laurie y yo pensamos viajar manana por la noche.

– ?Que? -Warren hablo por primera vez desde su llegada al apartamento de Esteban. No estaba informado de la conversacion entre Jack y Lou-. Pense que vosotros, Natalie y yo ibamos a salir este fin de semana. Ya se lo he dicho a Natalie.

– Maldita sea -dijo Jack-, habia olvidado ese compromiso.

– Eh, tio, mejor que os quedeis aqui hasta el sabado por la noche, de lo contrario, me metereis en un lio. Ya te he dicho que Natalie no para de darme la paliza con que quiere veros

Movido por la euforia, Jack hizo otra sugerencia:

– Tengo una idea mejor. ?Por que Natalie y tu no viajan con Laurie y conmigo a Guinea Ecuatorial? Invitamos nosotros.

Laurie parpadeo. No estaba segura de haber oido bien.

– ?Que dices, tio? Has perdido la chaveta. Eso esta en Africa, ?sabes?

– Si, Africa -repitio Jack-. Y puesto que Laurie y yo estamos obligados a ir, ?por que no aprovechar la ocasion para divertirnos el maximo posible? A proposito, Esteban, ?por que no vienen tambien usted y su mujer?

– ?Habla en serio? -pregunto Esteban con una expresion tan incredula como la de Laurie.

– Claro que si. La mejor manera de visitar un pais es con un nativo. No es ningun secreto. Pero, digame, ?necesitamos visado?

– Si, pero el consulado de Guinea Ecuatorial esta aqui en Nueva York -dijo Esteban-. Cualquiera puede conseguir un visado con dos fotografias, veinticinco dolares y un papel del banco que certifique que no es pobre.

– ?Y como se llega a Guinea Ecuatorial? -pregunto Jack.

– Para ir a Bata, la mejor manera es hacerlo via Paris. Desde Paris hay un vuelo diario hasta Douala, Camerun, y desde alli hay otro vuelo diario a Bata. Podrian ir por Madrid, pero de alli salen solo dos vuelos semanales a Malabo, que esta en Bioko.

– Parece que gana Paris -dijo Jack con alegria.

– ?Teodora! llamo Esteban a su esposa-. Sera mejor que vengas.

– Estas como una regadera -dijo Warren a Jack-. Lo supe desde el primer dia que apareciste en el campo de baloncesto. Pero, ?sabes?, tu locura empieza a gustarme.

CAPITULO 17

Marzo de 1997, 6.15 horas.

Cogo, Guinea Ecuatorial

El despertador de Kevin sono a las cinco y media. Fuera, aun estaba oscuro. Kevin salio del mosquitero y encendio la luz para buscar la bata y las zapatillas. Un sabor pastoso en la boca y un leve dolor de cabeza le recordaron que la noche anterior habia bebido demasiado. Con mano temblorosa, cogio el vaso de agua que estaba sobre la mesilla de noche y bebio un largo trago. Ligeramente recuperado, camino con piernas tambaleantes hasta las habitaciones de sus invitadas y llamo a cada una de las puertas.

La noche anterior, los tres habian decidido que era mejor que las mujeres se quedaran a dormir. Kevin tenia habitaciones de sobra, y todos coincidieron en que el hecho de estar juntos simplificaria la partida por la manana y que quiza asi llamarian menos la atencion. En consecuencia, a eso de las once de la noche, en medio de las risas y la algarabia general, Kevin habia acompanado a las chicas a sus respectivas casas para que se cambiaran de ropa y recogieran sus cosas y la comida que habian comprado en la cantina.

Mientras las mujeres se preparaban, Kevin habia hecho una escapada al laboratorio para coger el localizador, el radiorreceptor direccional, una linterna y el mapa topografico de la isla.

Kevin tuvo que golpear dos veces en cada puerta, la primera con suavidad, y al no obtener respuesta, con mas fuerza.

Intuia que las mujeres tenian resaca, sobre todo porque tardaron mucho mas de lo previsto en bajar a la cocina. Las dos se sirvieron cafe y bebieron la primera taza sin decir palabra.

Despues del desayuno, los tres se recuperaron notablemente. De hecho, cuando salieron de la casa de Kevin, estaban euforicos, como si se marcharan de vacaciones. El tiempo era tan bueno como podia esperarse en aquel confin del mundo. Despuntaba el alba, y el cielo de color rosa y plata estaba bastante despejado. Al sur habia una ristra de nubes abultadas. Al oeste, sobre el horizonte, se divisaban amenazadoras nubes purpura de tormenta, pero estaban sobre el oceano y seguramente permanecerian alli durante el resto del dia.

El pueblo parecia abandonado. No habia transeuntes ni vehiculos, y los postigos de las casas estaban cerrados. Solo vieron a un nativo fregando el suelo del Chickee Hut Bar

Caminaron hasta el imponente muelle construido por GenSys, que tenia seis metros de ancho por un metro ochenta de altura. Los rusticos maderos estaban humedos por el aire de la noche. Al final del muelle, una rampa de madera conducia a un dique flotante. El dique parecia milagrosamente suspendido en el aire, pues la superficie

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