cuerpos.

– Entiendo.

– Solo por motivos relacionados directamente con el accidente. Para buscar supervivientes que pudieran haberse arrastrado hasta ese lugar, por ejemplo. Tal vez muerto debajo de la casa.

– O en el interior del patio.

– Necesitaria una orden de registro para investigar el origen de cualquier objeto sospechoso encontrado en el interior de la propiedad.

– Por supuesto.

– Aun hay dos pasajeros que no han sido encontrados.

– Si.

– ?Le parece que esa barra metalica podria ser uno de los restos del avion?

– Podria ser una pieza del suelo de la cabina.

– Eso mismo pienso yo. Creo que sera mejor que eche un vistazo.

– Puedo estar alli a las dos.

– Esperare.

A las tres, Boyd y yo estabamos en el asiento trasero de un jeep, Crowe iba al volante, uno de sus ayudantes llevaba una escopeta. Otros dos ayudantes viajaban detras de nosotros en un segundo vehiculo.

El chow-chow estaba tan agitado como yo aunque por razones diferentes. Viajaba con la cabeza asomada fuera de la ventanilla, la nariz moviendose como una veleta durante una tormenta tropical. De vez en cuando le empujaba hacia abajo por los cuartos traseros. Se sentaba y volvia a levantarse un segundo despues.

La radio no dejaba de escupir datos mientras recorriamos la carretera del condado. Al pasar junto al Departamento de Bomberos de Alarka observe que en la zona de aparcamiento solo habia un camion frigorifico y unos pocos coches. Un coche patrulla de la policia de Bryson City protegia la entrada, el conductor estaba inclinado sobre una revista apoyada en el volante.

Crowe continuo hasta el final de la carretera asfaltada, luego cogio el camino del Servicio Forestal donde yo habia dejado mi coche hacia ahora tres semanas. Ignoro el atajo que llevaba hasta el lugar del accidente, continuo casi un kilometro y giro en otro camino destinado al transporte de madera. Despues de ascender durante lo que parecieron kilometros, Crowe se detuvo, estudio el bosque a ambos lados del camino, avanzo, repitio el proceso y luego se aparto del camino. El vehiculo de apoyo nos seguia de cerca.

El jeep saltaba y se precipitaba hacia adelante mientras las ramas aranaban el techo y los laterales. Boyd escondio la cabeza como si fuese una tortuga y yo aparte rapidamente el brazo del borde de la ventanilla. El perro sacudia la cabeza de derecha a izquierda, salpicando de saliva a todo el mundo. El ayudante saco un panuelo del bolsillo trasero del pantalon y se seco el cuello pero no dijo nada. Trate de recordar su nombre. ?Era Craig? ?Gregg?

Luego los arboles parecieron retroceder dando paso a un camino estrecho y cubierto de lodo. Diez minutos mas tarde, Crowe freno, bajo del jeep y abrio lo que parecia ser un matorral muy tupido. Cuando continuamos nuestro camino pude comprobar que se trataba de un portalon, totalmente cubierto de kudzu y hiedra. Un momento mas tarde la casa de Arthur aparecio ante nosotros.

– Que me cuelguen -dijo el ayudante-. ?Figura este lugar en el manual 911?

– Figura como abandonado -dijo Crowe-. No sabia que estaba aqui.

Crowe se detuvo delante de la casa e hizo sonar dos veces la bocina. No aparecio nadie.

– Hay una especie de patio al lado. -Crowe senalo con la cabeza en esa direccion-. Diles a George y Bobby que cubran esa entrada. Nosotros entraremos por delante.

Ambos salieron del jeep, quitando simultaneamente los seguros de sus armas. Mientras el ayudante se dirigia hacia el segundo vehiculo, Crowe se volvio hacia mi.

– Usted se queda aqui.

Quise discutir pero su expresion me dijo que era inutil.

– En el jeep. Hasta que yo la llame.

Puse los ojos en blanco pero no abri la boca. Sentia que el corazon me golpeaba el pecho y me movi de un lado a otro incluso mas que Boyd.

Crowe volvio a hacer sonar largamente la bocina mientras escudrinaba las ventanas superiores de la casa. El ayudante se reunio nuevamente con ella llevaba el Winchester colgado a traves del pecho. Se acercaron a la casa y salvaron los pocos escalones del porche.

– Departamento del Sheriff del condado de Swain. -Sus palabras sonaron metalicas en el aire diafano de la montana-. Policia. Por favor, respondan.

Golpeo la puerta.

Nadie salio.

Crowe dijo algo. Su ayudante separo las piernas y alzo la escopeta mientras la sheriff comenzaba a golpear la puerta con su bota. Pero no cedio.

Crowe volvio a hablar. Su ayudante le contesto sin apartar el canon de la escopeta de la puerta cerrada.

La sheriff regreso al jeep, el sudor le humedecia el mechon de color zanahoria que escapaba de su sombrero. Busco algo en la parte trasera y regreso al porche llevando una palanca en la mano.

Inserto la punta entre dos postigos y aplico todo el peso de su cuerpo. Una exhibicion mas poderosa que mi intento de allanamiento.

Crowe repitio el movimiento, anadio un gemido a lo Monica Seles. Uno de los paneles cedio ligeramente. Deslizando la barra metalica dentro de la abertura, la sheriff volvio a hacer presion con toda su fuerza y el postigo acabo por abrirse, golpeando con violencia contra la pared.

Crowe bajo la palanca, se afirmo en el suelo y rompio la ventana de una patada. El cristal salto en pedazos y centelleo bajo el sol mientras cubria el porche de diminutos fragmentos. Crowe volvio a golpear la ventana una y otra vez, agrandando la abertura. Boyd la estimulaba con insistentes ladridos.

Crowe se aparto de la ventana y escucho. Al no oir ningun movimiento en el interior de la casa, asomo la cabeza y volvio a llamar. Luego desenfundo el arma y desaparecio en la oscuridad. Su ayudante la siguio.

Siglos mas tarde la puerta del frente se abrio y Crowe salio al porche. Me hizo un gesto para que me acercara.

Le coloque la correa a Boyd con movimientos torpes y la asegure alrededor de la muneca. Luego saque una pequena linterna de mi mochila. La sangre golpeaba con fuerza debajo de mi garganta.

– ?Tranquilo!

Apunte un dedo hacia su morro humedo.

Boyd practicamente me arrastro fuera del jeep y hacia el porche.

– El lugar esta vacio.

Intente descifrar la expresion de Crowe, pero estaba impasible. No habia sorpresa, disgusto o intranquilidad. Era imposible adivinar su reaccion o emocion.

– Sera mejor dejar al perro aqui.

Ate a Boyd a la barandilla del porche. Encendi la linterna y la segui al interior de la casa.

El aire no apestaba a humedad como yo esparaba. Olia a humo y moho y a algo dulce.

Mi lobulo olfativo examino su base de datos. Iglesia.

?Iglesia?

El lobulo separo la informacion en sus componentes. Flores. Incienso.

La puerta de enfrente se abria directamente a un salon que ocupaba todo el ancho de la casa. Desplace lentamente el haz de luz de derecha a izquierda. Habia sofas, sillones y algunas mesas, reunidos en grupos y cubiertos con sabanas. Dos de las paredes estaban cubiertas con estanterias del suelo hasta el techo.

Una chimenea de piedra ocupaba la pared norte de la habitacion y un espejo decoraba la pared opuesta. En el cristal empanado alcance a ver la luz de mi linterna que se deslizaba entre las formas amortajadas, nuestras dos imagenes se movian lentamente con ella.

Avanzamos con cautela, tomamos la casa habitacion por habitacion. Las motas de polvo danzaban en el palido haz amarillo y alguna polilla lo cruzaba ocasionalmente como un animal sorprendido por los faros de un coche en una carretera. Detras de nosotros, el ayudante mantenia alzada la escopeta. Crowe llevaba la pistola aferrada con ambas manos y pegada a la mejilla.

Вы читаете Informe Brennan
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату