– Es hora de que estos cabrones muerdan el polvo.

Larke queria examinar las marcas personalmente de modo que ambos nos dirigimos al deposito. Aunque yo no habia probado bocado desde el cafe de las siete de la manana, y ya pasaban de la una, no tenia hambre. Seguia viendo a Primrose, y me preguntaba que habia podido descubrir. Que amenaza representaba. Y una nueva pregunta: ?Estaba su asesinato relacionado con la muerte del vicegobernador?

Larke y yo pasamos una hora estudiando los huesos, el forense miraba y escuchaba atentamente, haciendo una pregunta de vez en cuando. Mi telefono sono justo cuando habiamos acabado.

Lucy Crowe se encontraba en Waynesville pero habia algo de lo que necesitaba hablar conmigo. ?Podiamos encontrarnos en High Ridge House alrededor de las nueve? Le dije que si.

Antes de colgar me hizo una pregunta.

– ?Conoce a un arqueologo llamado Simon Midkiff?

– Si.

– Puede estar implicado con esta banda de H amp;F.

– ?Midkiff?

– El era el sexto numero al que Davenport llamo antes de morir. Si trata de ponerse en contacto con usted, no le diga nada.

Mientras hablabamos, Larke fotocopio los articulos y las fotos. Una vez que hubo terminado, le dije lo que Crowe me habia comunicado. Me hizo una sola pregunta.

– ?Por que?

– Porque estan locos -conteste, aun distraida por el comentario de Crowe acerca de Midkiff.

– Y Parker Davenport era uno de ellos.

Tyrell guardo las fotocopias en su maletin y me empalo con los ojos exhaustos.

– Intento el sabotaje profesional para mantenerte alejada de esa casa. -Larke abarco las mesas con un gesto del brazo-. Para apartarte de esto.

No conteste.

– Y yo cai en la trampa como una novata. -Permaneci en silencio.

– ?Hay alguna cosa que pueda decirte?

– Hay algunas cosas que puedes decirles a mis colegas.

– Las cartas dirigidas a la AAFS, el ABFA y el NDMS saldran inmediatamente -me cogio de la muneca-. Y llamare personalmente a cada uno de los jefes de cada organizacion el lunes por la manana para explicarles lo que ha pasado.

– ?Y la prensa?

Aunque sabia que Larke estaba sufriendo no podia expresar ninguna calidez en mi voz. Su deslealtad me habia herido, profesional y personalmente.

– Tambien me encargare de ello. Debo decidir cual es la mejor manera de manejar esa cuestion.

?Mejor para quien? me pregunte.

– Si te sirve de consuelo, Earl Bliss actuo bajo mis ordenes. Jamas creyo una sola palabra de lo que se decia sobre ti.

– La mayoria de los que me conocen no lo creyeron.

Me solto el brazo pero no dejo de mirarme. De la noche a la manana se habia convertido en un hombre viejo y cansado.

– Tempe, fui entrenado como un militar. Creo en el respeto a la linea de mando y en cumplir las ordenes legitimas de mis superiores. Esa predisposicion me llevo a no cuestionar algunas cosas que debia haber cuestionado. El abuso de poder es algo terrible. No resistirse a la presion corruptora es igualmente censurable. Ha llegado el momento en que este perro viejo se levante y abandone el porche.

Mientras le observaba marcharse senti una profunda tristeza. Larke y yo habiamos sido amigos durante muchos anos. Me pregunte si alguna vez podriamos volver a serlo.

Cuando estaba preparando cafe mis pensamientos se desviaron hacia Simon Midkiff. Por supuesto. Todo encajaba. Su exagerado interes en el lugar del accidente. Las mentiras acerca de la excavacion en el condado de Swain. La fotografia en compania de Parker Davenport durante los funerales de Charlie Wayne Tramper. El era uno de ellos.

Un recuerdo subito. El Volvo negro que habia estado a punto de arrollarme. El hombre que estaba al volante me habia resultado vagamente familiar. ?Podria haber sido Simon Midkiff?

Estaba terminando mi informe sobre Edna Farrell cuando el movil volvio a sonar.

– Sir Francis Dashwood era un tio realmente prolifico.

La afirmacion procedia de una galaxia diferente de aquella en la que mi mente estaba en ese momento.

– ?Perdon?

– Soy Anne. Estaba organizando el material que trajimos de nuestro viaje a Londres y encontre un folleto que Ted compro en las cuevas de West Wycombe.

– Anne, no creo que esto…

– Aun hay un monton de Dashwood dando vueltas por ahi.

– ?Un monton?

– Descendientes de sir Francis, conocido mas tarde como lord El Malgastador, naturalmente. Solo por curiosidad introduje el nombre de Prentice Dashwood en una pagina web genealogica en la que estoy apuntada. No podia creer la cantidad de informacion que encontre. Uno de los datos era especialmente interesante.

Espere. Nada.

Me di por vencida.

– ?Jugamos a las preguntas, o que?

– Prentice Elmore Dashwood, uno de los muchos descendientes de sir Frank, abandono Inglaterra en 1921. Abrio una merceria en Albany, Nueva York, hizo un monton de pasta y, finalmente, se retiro.

– ?Eso es todo?

– Durante sus anos en Norteamerica, Dashwood escribio y publico docenas de panfletos, uno de los cuales recogia historias de su tal y tal algo, sir Francis Dashwood segundo.

– ?Y los otros panfletos?

Si no lo preguntaba, esta situacion podia durar eternamente.

– Elige lo que quieras. Las canciones de los aborigenes australianos. Las tradiciones orales de los indios cherokee. Acampada. Pesca con mosca. Mitologia griega. Una breve etnografia de los indios caribe. Prentice era todo un hombre del Renacimiento. Escribio tres folletos y numerosos articulos que hablaban exclusivamente de la Ruta de los Apalaches. Por lo visto el Gran P fue uno de los impulsores de que la ruta volviese a abrirse en los anos veinte.

Vaya. Una verdadera Meca para senderistas y excursionistas, la Ruta de los Apalaches comienza en el Monte Katahdin en Maine y discurre a lo largo de la cadena de los Apalaches hasta Springer Mountain en Georgia. Gran parte de esta ruta se halla en territorio de las Great Smoky Mountains. Incluyendo el condado de Swain.

– ?Sigues alli?

– Si, estoy aqui. ?Paso Dashwood algun tiempo aqui, en Carolina del Norte?

– Escribio cinco folletos sobre las Great Smokies. -Oi ruido de papeles-. Arboles. Flores. Fauna. Folclore. Geologia.

Recorde lo que Anne me habia contado acerca de su visita a West Wycombe, imagine las cuevas debajo de la casa de H amp;F. ?Era posible que este tio del que Anne me estaba hablando fuese el Prentice Dashwood del condado de Swain, Carolina del Norte? Era un nombre llamativo. ?Habria alguna conexion con los Dashwood britanicos?

– ?Que mas descubriste acerca de Prentice Dashwood?

– Nada. Pero si puedo decirte que el viejo tio Francis se relacionaba con gente bastante extravagante en el siglo dieciocho. Se hacian llamar los Monjes de Medmenham. Escucha la lista. Lord Sandwich, quien en una epoca dirigio la Marina Real, John Wilkes…

– ?El politico?

– Si. William Hogarth, el pintor, y los poetas Paul Whitehead, Charles Churchill y Robert Lloyd.

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