?Era siempre la misma mano? No podia recordar. Tendria que comprobarlo. Las manos humanas no habian desaparecido. ?Simple coincidencia? ?Tendria razon Claudel y me estaria volviendo paranoica? Tal vez el raptor de Alma coleccionaba zarpas de animales. ?O seria simplemente un seguidor demasiado entusiasta de Poe? Giro del limpiaparabrisas. ?O se trataria de una mujer?

A las once y cuarto entraba en mi garaje. Estaba agotada hasta los tuetanos: llevaba dieciocho horas levantada. Aquella noche ningun perro caliente me mantendria despierta.

Birdie no me habia esperado. Segun acostumbraba cuando estaba solo, se habia enroscado en la pequena mecedora de madera, junto al hogar. Cuando entre me miro, y sus amarillos ojos parpadearon al verme.

– ?Hola, Bird! ?Que tal te has portado hoy? -le dije rascandole la barbilla-. ?No hay nada que te mantenga despierto?

Cerro los ojos y estiro el cuello, ya fuese por desdenarme o por disfrutar mejor de mi caricia. Al retirar la mano el animal bostezo intensamente, volvio a hundir la barbilla entre sus zarpas y me contemplo entre sus parpados entornados. Fui al bano sabiendo que por fin me seguiria. Me solte los pasadores del cabello y deje caer mis ropas en el suelo en un monton, aparte las sabanas y me desplome en el lecho.

Al instante me dormi profundamente, sin suenos con apariciones fantasmagoricas ni escenarios amenazadores. Por un momento senti un calido peso contra mi pierna y comprendi que Birdie habia acudido a acompanarme, pero segui durmiendo, sumida en un negro vacio.

De pronto abri los ojos entre los fuertes latidos de mi corazon. Me habia despertado de subito con sensacion de alarma y no sabia por que. La transicion fue tan brusca que tuve que orientarme.

La habitacion estaba negra como boca de lobo, y en el reloj distingui que era la una y veintisiete. Birdie se habia marchado. Me mantuve inmovil en la oscuridad conteniendo el aliento, escuchando, tratando de hallar una clave. ?Por que mi cuerpo enviaba una alerta roja? ?Acaso habria oido algo extrano? ?Que senal habia detectado mi radar personal transmitida por algun sensor personal? ?Habria percibido algo Birdie? ?Donde se encontraria? No era usual que merodeara por las noches.

Me relaje y centre mas mi atencion. El unico sonido que percibia eran los latidos de mi corazon. La casa estaba extranamente silenciosa.

Entonces lo distingui. Era un suave golpe seguido de un tenue tintineo metalico. Aguarde tensa, sin respirar. Diez, quince, veinte segundos. En el reloj cambiaron los digitos luminosos. Luego, cuando crei haberlo imaginado, volvi a oir el golpecito seguido del tintineo. Rechine los dientes como un torno de Black and Decker y aprete con fuerza los punos.

?Habria alguien en el apartamento? Me habia acostumbrado a los sonidos habituales del lugar y aquel era diferente, intruso e insolito.

Aparte en silencio la colcha y puse los pies en el suelo. Bendije mi desorden del dia anterior al tiempo que recogia mi camiseta y mis pantalones tejanos y me los ponia, y anduve con sigilo sobre la alfombra.

Me detuve en la puerta del dormitorio y mire atras en busca de una posible arma. No disponia de nada. Aunque no habia luna, la luz de una farola callejera se filtraba por la ventana en el dormitorio contiguo e iluminaba parcialmente el pasillo con su tenue resplandor. Segui adelante, deje atras los cuartos de bano y me dirigi hacia el vestibulo cuyas puertas daban al patio. Me detenia con frecuencia para escuchar, conteniendo la respiracion y con los ojos muy abiertos. Ante la puerta de la cocina distingui de nuevo el sonido: un golpecito y un tintineo procedentes de algun lugar proximo a las puertas vidrieras.

Me meti en la cocina y mire hacia las puertas que daban al patio del apartamento. Nada se movia. Maldije en silencio mi aversion a las armas y escudrine el recinto en busca de un objeto defensivo. La cocina no era exactamente un arsenal. Deslice en silencio la temblorosa mano por la pared buscando a tientas el tablero de los cuchillos. Escogi un cuchillo de pan que empune con fuerza por el mango y extendi el brazo apuntando amenazadora con la hoja.

Lentamente avance descalza de puntillas lo suficiente para inspeccionar el salon, tan oscuro como el dormitorio y la cocina.

Distingui a Birdie entre las tinieblas. Estaba encogido a escasa distancia de las puertas y fijaba la mirada en algo que se encontraba al otro lado del cristal mientras movia la cola formando pequenos arcos. El animal parecia tan tenso como la cuerda de un arco a punto de dispararse.

Otra repeticion del sonido interrumpio mis latidos y mi respiracion. Procedia del exterior. Birdie irguio las orejas.

Avance cinco temblorosos pasos y llegue junto al gato, al que acaricie instintivamente la cabeza. El animal esquivo el inesperado contacto y se precipito al otro lado de la sala con tanto impetu que arranco pelusa de la alfombra en forma de pequenas y negras comas entre la lugubre oscuridad. Si un gato pudiera gritar, eso habria hecho Birdie.

Su huida me desconcerto totalmente. Por un instante me quede paralizada, como convertida en la estatua de Easter Island. La voz del panico me conminaba interiormente a imitar al animal y escapar de alli.

Retrocedi un paso. Golpe y tintineo. Me detuve y asi el cuchillo como si fuera un cable de salvamento. Silencio, oscuridad, los latidos de mi corazon. Los escuche mientras buscaba en mi mente un sector aun capaz de razonar de modo critico.

Pense que si habia alguien en el apartamento se encontraria detras de mi. Por consiguiente mi via de escape era hacia adelante, no hacia atras. Pero si ese alguien se hallaba afuera no debia facilitarle el acceso.

Argumente conmigo misma que el ruido se percibia desde el exterior, que lo que Birdie habia oido procedia de alli.

Echaria una mirada. Me aplastaria contra la pared contigua a las puertas que daban al patio y apartaria las cortinas lo suficiente para observar. Tal vez distinguiera alguna forma entre la oscuridad.

Una logica razonable.

Armada con mi cuchillo, despegue un pie de la alfombra y avance hasta alcanzar la pared. Respire profundamente y aparte levemente la cortina. Las formas y sombras del patio apenas se definian pero eran identificables. El arbol, el banco, algunas matas. Nada que pudiera calificarse de movimiento salvo las ramas impulsadas por el viento. Me mantuve largo rato en aquella posicion sin advertir cambio alguno y a continuacion me dirigi hacia el centro de las cortinas y comprobe que la manecilla de la puerta estaba cerrada.

Con el cuchillo dispuesto me acerque furtivamente por la pared hacia la puerta principal y el sistema de seguridad. La luz de emergencia brillaba tenuemente sin revelar ninguna irregularidad. Siguiendo un impulso pulse el boton de prueba.

Un estrepito quebro el silencio y, pese a que lo habia previsto, me sobresalte. Eche la mano hacia adelante protegiendome con el arma.

?Que necia habia sido! El sistema de seguridad funcionaba sin que lo hubiera provocado ninguna causa anormal. ?Nadie habia violentado puerta alguna ni entrado en la casa!

Por consiguiente se encontraba afuera, me dije terriblemente agitada.

Tal vez, dialogue conmigo misma, pero eso no era tan peligroso. Encenderia algunas luces, demostraria cierta actividad, y cualquier merodeador con sentido comun se largaria de alli.

Trate de tragar saliva pero tenia la boca muy reseca. Con un gesto de valentia encendi la luz del vestibulo rapidamente y a continuacion todas las luces que habia desde alli hasta mi dormitorio sin descubrir a ningun intruso. Cuando me sentaba en el borde del lecho sin soltar mi arma distingui de nuevo el sonido. Un ruido sofocado y un tintineo. Me puse en pie de un salto y estuve a punto de cortarme.

Envalentonada por mi conviccion de que no habia ningun intruso en el interior pense en tratar de descubrirlo y avisar a la policia.

Volvi junto a las puertas vidrieras que daban al patio, en esta ocasion con rapidez. Aquella habitacion seguia aun a oscuras. Movi otra vez el borde de la cortina para mirar al exterior, en esta ocasion con mas audacia que la anterior.

El escenario era el mismo. Formas vagamente familiares, algunas movidas por el viento. Golpe y tintineo. Me sobresalte de modo involuntario y luego pense que aquel ruido se encontraba detras de las puertas, no en ellas.

Recorde el foco del patio y me desplace en busca del interruptor. En aquella ocasion no me preocuparia molestar a los vecinos. Una vez encendida la luz, volvi junto al borde de la cortina. El foco no era potente pero mostraba con bastante claridad todo el recinto exterior.

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