sencillo: posponer todo hasta que resulte ineludible. Aquel dia tenia que hacer revisar el coche.

Soy hija de Norteamerica en mi actitud hacia el automovil. Me siento incompleta sin el, incomunicada y vulnerable. ?Como huiria de una invasion? ?Y si deseo salir antes de una fiesta o quedarme cuando el metro ya no funciona? ?Ir al campo? ?Transportar una comoda? Se necesitan ruedas. Pero no soy una fanatica de la automocion. Necesito un coche que arranque en cuanto de el contacto, que me lleve a mi destino, que se mantenga en condiciones por lo menos durante una decada y que no requiera muchos cuidados.

Seguian sin oirse ruidos de la habitacion de Gabby. Debia de estar tranquila. Recogi mis cosas y me marche.

El coche se quedo en el taller y yo cogi el metro a las nueve. Se habia superado la hora punta matinal y el vagon iba relativamente vacio. Pasee aburrida la mirada por los anuncios: vea una obra en Le Theatre Saint Denis, mejore su experiencia profesional en Le College O'Sullivan, compre pantalones tejanos en Guess, perfume Chanel en La Baie, pinturas en Benetton… A continuacion observe el mapa del metro, atravesado por lineas de color como la instalacion electrica en un cuadro con puntos blancos que senalaban las paradas.

Segui mi trayecto hacia el este a lo largo de la linea verde desde Guy Concordia a Papineau. La linea naranja pasaba alrededor de la montana, norte-sur en su ladera oriental, este-oeste bajo la linea verde, luego norte-sur de nuevo en la parte occidental de la ciudad. La amarilla se sumergia bajo el rio y salia a la superficie en Ile Ste. Helene y en Longueuil en la playa sur. En Berri-UQAM las lineas naranja y amarilla se cruzaban con la verde y estaban realzadas con un gran punto. Importante lugar de transbordo.

El tren silbo mientras se deslizaba por el tunel subterraneo. Conte las paradas que me faltaban: siete.

«?Que obstinada, Brennan! ?Por que no te desentiendes?» Segui con la mirada hacia el norte de la linea naranja visualizando el paisaje cambiante de la ciudad: Berri-UQAM, Sherbrooke, Mount Royal y, por fin, Jean Talon. Isabelle Gagnon habia residido en aquel vecindario. ?Curioso!

Busque el barrio de Margaret Adkins por la linea verde. ?Que estacion seria? Pie IX. Conte desde Berri-UQAM y se encontraba a seis paradas al este.

?A cuantas estaciones estaria Gagnon? De nuevo en la linea naranja descubri que eran seis. Senti un escalofrio en la nuca.

Morisette-Champoux, metro en Georges Vanier. Linea naranja. Seis paradas desde Berri-UQAM. ?Jesus!

?Trottier? No. El metro no llega a St. Anne de Bellevue. ?Damas? Prolongacion del Parque. Cerca de las estaciones Rosemont y Laurier. Tercera y cuarta parada desde Berri-UQAM.

Mire con fijeza el mapa. Tres victimas vivian exactamente a seis paradas de la estacion de Berri-UQAM. ?Seria una coincidencia?

– Papineau -dijo una voz mecanica.

Cogi mis cosas y sali disparada al anden.

Diez minutos despues oi sonar el telefono mientras abria la puerta de mi despacho.

– Aqui la doctora Brennan.

– ?Que diablos hace usted, Brennan?

– Buenos dias, Ryan. ?En que puedo servirlo?

– Claudel trata de atornillarme por su culpa. Dice que ha estado molestando a las familias de las victimas.

Aguardo inutilmente a que le respondiera.

– Brennan, la he estado defendiendo porque la respeto. Pero me temo lo que se esta preparando. Su entrometimiento puede perjudicarme en este caso.

– He formulado algunas preguntas. Eso no es ilegal.

No consegui aplacar su ira.

– No hablo con nadie, no coordino. Se limito a ir por ahi llamando a las puertas.

Oi su respiracion intensa. Parecia jadeante.

– Primero llame.

Algo no totalmente cierto en cuanto a Genevieve Trottier.

– Usted no es una investigadora.

– Accedieron a verme.

– Se cree Mickey Spillane. No es ese su trabajo.

– Es usted un detective muy culto.

– ?Por Cristo, Brennan! ?Me esta irritando!

Se percibian los ruidos caracteristicos de su departamento.

– Vera. -Parecia haberse controlado-. No me interprete de modo equivocado. Creo que es usted formal. Pero esto no es un juego. Esa gente no lo merece.

Sus palabras eran duras como el granito.

– Si.

– Soy yo quien lleva el caso Trottier.

– ?Que ha hecho exactamente con su caso?

– ?Bren…!

– ?Y que me dice de los otros? ?En que punto se encuentran?

Sentia que dominaba la situacion.

– En estos momentos esas investigaciones no se han confiado a nadie con caracter preferente, Ryan. Francine Morisette-Champoux fue asesinada hace mas de dieciocho meses; hace ocho meses que murio Trottier. Tengo la extravagante idea de que quienquiera que mato a esas mujeres deberia ser descubierto y encerrado. Por ello me interese. He hecho algunas preguntas. ?Y que sucede? Que me llaman fisgona. Y, como monsieur Claudel me cree un incordio, esos casos iran perdiendo cada vez mas interes hasta que sean retirados de los programas y de la mente de todos. Una vez mas.

– No la he llamado fisgona.

– ?Que me dice, Ryan?

– Comprendo que Claudel desee verla colgada y que usted quiera fulminarlo. Igual me sentiria yo si el me estuviera acorralando. Por mi parte solo espero que ustedes dos no arruinen mi caso.

– ?Que quiere decir con eso?

Tardo unos instantes en responder.

– No le digo que no aprecie su contribucion. Solo deseo aclarar perfectamente las prioridades de esta investigacion.

Permanecimos largo rato en silencio. La ira se disparaba en ambas direcciones.

– Creo haber encontrado algo.

– ?Que?

Era evidente que no esperaba tal cosa.

– Acaso exista una relacion.

– ?Que quiere decir?

Se habia mitigado la aspereza de su voz.

No sabia muy bien que estaba diciendo. Tal vez solo deseara desconcertarlo.

– Comamos juntos.

– Ojala sea algo positivo, Brennan. -Pausa-. Nos veremos en Antoines al mediodia.

Por fortuna yo no tenia nuevos casos, por lo que pude dedicarme en seguida al trabajo. Hasta el momento nada habia coincidido. Tal vez el metro estableciese la conexion.

Encendi el ordenador y busque el archivo a fin de comprobar las direcciones. Si: tenia las estaciones correctas. Saque un mapa y las senale tal como Ryan y yo habiamos hecho con los hogares de las victimas. Las tres agujas formaban un triangulo con Berri-UQAM en el centro. Morisette-Champoux, Gagnon y Adkins habian vivido cada una a seis paradas de la estacion. El apartamento de Saint Jacques se hallaba a escasa distancia a pie de la estacion central.

?Se trataria de ello? ?De coger un metro en Berri-UQAM y escoger a una victima que se apea seis paradas despues. ?No habia oido hablar antes de ese tipo de comportamiento? Fijarse en un color, en un numero, en una serie de acciones. Seguir una pauta sin desviarse jamas. Dominar la situacion. ?Acaso el planear cuidadosamente no era caracteristico de los asesinos en serie? ?Podia avanzar un paso mas nuestro sujeto? ?Podia tratarse de un

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