fastidiado se llevaba una sorpresa agradable al ver la nueva y reluciente terminal del aeropuerto, con la hilera de cupulas de estilo jeffersoniano y el descomunal aparcamiento de varias plantas con pasarelas hasta la terminal.

Lee y Faith accedieron a la nueva terminal, y Lee avisto a un agente de policia que patrullaba por el pasillo. Habian dejado el coche en uno de los aparcamientos.

Faith tambien vio al policia a traves de las «gafas» que Lee le habia dado. Los cristales no tenian graduacion, pero contribuian a cambiar mas aun su aspecto. Le toco el brazo a Lee.

– ?Nervioso?

– Siempre. Me da cierta ventaja. Compensa la falta de estudios. -Se colgo las bolsas del hombro-. Vamos a tomarnos un cafe mientras la cola del mostrador de venta de billetes avanza un poco y, de paso, echamos un vistazo al aeropuerto. -Mientras buscaban una cafeteria, Lee pregunto-: ?Sabes cuando podremos largarnos de aqui?

– Volaremos hasta Norfolk y alli tomaremos un avion de helice hasta Pine Island, en las inmediaciones de los Outer Banks, en Carolina del Norte. Hay bastantes vuelos a Norfolk, pero para el otro avion hay que llamar con antelacion y reservar. En cuanto tengamos billetes para Norfolk, llamare para reservar el otro. Solo vuelan de dia.

– ?Por que?

– Porque no aterrizaremos en una pista normal, sino en una especie de carretera pequena. No hay luces, ni torre ni nada. Solo una manga de viento.

– ?Que consuelo!

– Lo mejor sera que llame para comprobar lo de la casa.

Encontraron un telefono y Lee escucho mientras Faith confirmaba su llegada. Colgo.

– Todo arreglado. Una vez alli podremos alquilar un coche.

– Por el momento todo va sobre ruedas.

– Es un lugar idoneo para relajarse. Si no te apetece, no tienes por que ver o hablar con nadie.

– No me apetece -dijo Lee categoricamente.

– Quisiera preguntarte algo -dijo Faith mientras se encaminaban hacia la cafeteria.

– Adelante.

– ?Cuanto tiempo llevabas siguiendome?

– Seis dias -se apresuro a responder-, durante los cuales fuiste dos veces a la casita, sin contar anoche.

Anoche, penso Faith. ?Eso habia sido todo?

– ?Y todavia no has informado a quien te contrato?

– No.

– ?Por que no?

– Si no ocurre nada extraordinario, suelo dar informes semanales. Creeme, si hubiera tenido tiempo, el de anoche habria sido el informe padre.

– ?Como pretendias dar los informes si no conocias a la persona que te contrato?

– Me facilitaron un numero de telefono.

– ?Y nunca se te ocurrio comprobarlo?

Lee miro a Faith irritado.

– ?Y?

– Y en esta epoca de telefonos por satelite y redes celulares nacionales y toda esa mierda, no encontre nada. Llame al numero. Debieron de instalarlo para recibir solo mis llamadas porque habia un mensaje que pedia al senor Adams que dejara la informacion en la cinta y mencionaba un apartado de correos de Washington. Como soy curioso, tambien lo comprobe, pero aparecia a nombre de una compania de la que nunca habia oido hablar, con una direccion que resulto ser falsa. Era como un callejon sin salida. -Lee miro a Faith-. Intento tomarme mi trabajo en serio, Faith. No me gusta caer en las trampas, aunque basta que lo diga para que me pase, ?no?

Se detuvieron en una pequena cafeteria, pidieron cafe y un par de bollos y se sentaron en uno de los rincones vacios del local.

Faith se detuvo por un instante para respirar entre un sorbo de cafe y un bocado de bollo con olor a mantequilla y semillas de amapola. Aunque Lee estuviera contandole la verdad, habia tenido tratos con Danny Buchanan. Le resultaba muy extrano temer de repente al hombre a quien habia idolatrado. Si las cosas no hubieran cambiado tanto entre ellos el ano anterior, habria sentido la tentacion de llamarlo. Pero ahora estaba confundida; ?recordaba con tanta nitidez el horror de la noche anterior! Ademas, ?que le preguntaria? «Danny, ?le pediste a alguien que intentara matarme anoche? Si asi fue, olvidalo, por favor, colaboro con el FBI por tu bien, de verdad. ?Y por que contrataste a Lee para que me siguiera, Danny?» Si, tendria que separarse de Lee, y pronto.

– Cuentame que decia sobre mi el informe que te hicieron llegar -dijo Faith.

– Te dedicas al cabildeo. Solias trabajar con un gran equipo.

– No, ?para que? Toma el dinero y corre.

Faith parecia escarmentada.

– No era mi intencion decirlo asi.

– Aja, claro. -Lee cambio ligeramente las bolsas de posicion y prosiguio-. Existe un listin especial donde se puede encontrar la direccion correspondiente a un numero de telefono.

que representaba a las empresas mas rentables del pais. Hara cosa de diez anos, tu y un hombre llamado Daniel Buchanan fundasteis vuestra propia empresa.

– Nombraba el informe a alguno de nuestros clientes actuales?

Lee ladeo la cabeza.

– No, ?acaso importa?

– ?Que sabes de Buchanan? -inquirio Faith.

– En el informe no habia mucha informacion sobre el, asi que investigue por mi cuenta y averigue varias cosas, nada que no sepas. Buchanan es un mito en el Congreso. Conoce a todo el mundo y todos lo conocen. Ha participado en las batallas mas importantes y se ha hecho de oro. Supongo que a ti tampoco te iba mal.

– Me iba bien. ?Que mas?

Lee la miro de hito en hito.

– ?Por que quieres oir algo que ya sabes? ?Acaso Buchanan tiene que ver con todo esto?

En esta ocasion, fue Faith quien escudrino el rostro de Lee.

Penso que si estaba haciendose el tonto se le daba muy bien. -Danny Buchanan es un hombre honrado. Le debo cuanto tengo.

– Debe de ser un buen amigo. Pero no has respondido a mi pregunta.

– Hay pocas personas como Danny. Es un verdadero visionario -aseguro Faith.

– ?Y tu? -pregunto Lee.

– ?Yo? Me limito a ayudarle a materializar su vision. Las personas como yo las hay a patadas.

– No tengo la impresion de que seas tan corriente.

– Ella sorbio el cafe pero no contesto-. Y bien, ?como se llega a ser cabildero?

Faith reprimio un bostezo y volvio a sorber el cafe. Comenzaba a dolerle la cabeza. Cuando recorria el mundo, casi no necesitaba descansar y apenas echaba unas cabezaditas en el avion. Pero en esos momentos le apetecia acurrucarse debajo de la mesa y dormir durante los diez anos siguientes. Era

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