mas de cincuenta anos. Tenia la impresion de que nunca cambiaba, siempre era la misma enorme, escarpada y resistente roca a la que se aferraba cuando la marea la arrastraba. Como en ese momento.

– ?Quieres mentiras o la verdad?

Reynolds tomo un sorbo de cafe, suspiro y se reclino en el sillon.

– Ahora mismo no estoy segura.

Connie se inclino hacia adelante y deposito la taza de cafe en el escritorio.

– He rastreado la zona con los chicos de la UCV. Cuando llegue al FBI, empece con ellos. Como en los viejos tiempos. -Coloco las palmas sobre las rodillas y flexiono su grueso cuello para destensarlo- Maldita sea, tengo la espalda molida, como si Reggie White hubiera estado saltandome encima. Me estoy haciendo viejo para este trabajo.

– No puedes retirarte. Sin ti no haria nada.

Connie levanto la taza de cafe.

– Anda ya -exclamo. Sin embargo, era obvio que el comentario le habia complacido. Se recosto, se desabrocho la americana y dejo que la barriga se abriera paso. Permanecio en silencio durante un minuto, como si intentara pensar.

Reynolds se armo de paciencia y aguardo. Sabia que Connie no habia venido para darle a la lengua con ella. Rara vez charlaba con nadie. Reynolds habia aprendido que todo lo que el hacia tenia un objetivo concreto. Era un veterano y conocia bien los entresijos de la burocracia, por lo que siempre llevaba consigo una agenda. Si bien confiaba por completo en su conocimiento de campo y en sus instintos, Reynolds no pasaba por alto el hecho de que era mas joven y tenia menos experiencia que el, y aun asi era su superiora. Para colmo, en un campo en el que todavia no habia muchas mujeres con el mismo nivel de responsabilidad que ella. Lo cierto es que si Connie le guardara rencor, Reynolds lo comprenderia. Sin embargo, Connie nunca habia hecho un solo comentario negativo al respecto ni le habia dado largas a una mision para hacerla quedar mal. Por el contrario, era metodico en extremo y constante como la salida del sol. No obstante, Reynolds tenia que ir con tiento.

– Esta manana he visto a Anne Newman. Estaba muy agradecida de que hubieras ido a verla anoche. Me ha dicho que le sirvio de consuelo.

Aquello sorprendio a Reynolds. Quiza, Anne no la culpase, despues de todo.

– Se lo tomo bien, dadas las circunstancias.

– Tengo entendido que el director tambien le hizo una visita. Todo un detalle por su parte. Sabes que Ken y yo nos conociamos desde hacia mucho tiempo. -No hacia falta ser un experto para interpretar la mirada de Connie. Si atrapaba al asesino antes que la UCV, era posible que no se celebrase ningun juicio.

– Lo se. No he dejado de pensar en lo duro que debe de ser para ti.

– Ya tienes bastantes cosas en la cabeza. Ademas, soy la ultima persona de quien deberias preocuparte. -Connie tomo un sorbo de cafe-. El tirador resulto herido. Al menos, eso parece. Reynolds se inclino hacia adelante de inmediato.

– Cuentamelo todo.

Connie esbozo una breve sonrisa.

– ?No prefieres esperar a recibir el informe escrito de la UCV? -Se alzo las perneras y cruzo las piernas-. Tenias razon sobre la ubicacion del tirador. Encontramos bastante sangre en el bosque, detras de la casa y trazamos una trayectoria aproximada. El lugar coincide con el punto del que probablemente salio el disparo. Seguimos el rastro como mejor pudimos, pero lo perdimos al adentrarnos unos cien metros en el bosque.

– ?Cuanta sangre habia? ?Suficiente para que la vida del tirador corriese peligro?

– No sabria decirte. Estaba muy oscuro. Ahora mismo hay un equipo alli que continua buscando. Estan inspeccionando el cesped para encontrar la bala que mato a Ken. Tambien estan interrogando a quienes viven cerca, pero la casita esta tan aislada que no creo que valga la pena.

Reynolds respiro a fondo.

– Si encontraramos un cuerpo, eso simplificaria las cosas y las complicaria al mismo tiempo.

Connie asintio meditabundo.

– Entiendo adonde quieres ir a parar.

– ?Tienes una muestra de sangre?

– Ahora mismo la estan analizando en el laboratorio. No se si nos servira de algo.

– Como minimo sabremos si es humana o no.

– Cierto. Tal vez encontremos el cuerpo de un ciervo muerto, aunque lo dudo. - Noto que Reynolds se animaba-. Por nada en concreto -puntualizo, como respondiendo a su mirada-; es algo instintivo.

– Si el tipo esta herido, sera mas facil localizarlo.

– Quiza. Si necesitaba ir al medico, no creo que fuera tan estupido como para acudir a la sala de urgencias local. Tienen la obligacion de informar sobre los heridos de bala. Y no sabemos si su estado era grave o no. Tal vez tenia una herida superficial que sangraba sin parar. Si asi fuera, se la venda, toma un avion y, ?puf!, desaparece. Tenemos vigilados todos los puntos estrategicos, pero si el tipo se ha marchado en un avion privado, entonces se nos complica todo. Lo mas probable es que ya este muy lejos de aqui.

– 0 que este muerto. Por lo visto, no acabo con el objetivo principal. No creo que quienquiera que lo contratase estuviese loco de contento.

– Cierto.

Reynolds entrelazo las manos delante de si mientras meditaba sobre el asunto que trataria a continuacion.

– Ken no llego a usar el arma, Connie.

Era obvio que Connie ya habia reflexionado al respecto porque dijo:

– Lo cual significa que, si la sangre es humana, anoche habia una cuarta persona en la casita. Y esa persona disparo contra el tirador. -Nego con la cabeza cansinamente-. Mierda, todo esto parece una locura.

– Una locura, pero a la luz de los hechos tal como los conocemos, parece cierta. ?Crees que fue la cuarta persona quien mato a Ken y no el tipo herido?

– No lo creo. Los de la UCV estan buscando casquillos en la zona del bosque desde donde creemos que se efectuo el otro disparo. Si las dos personas desconocidas se enzarzaron en un tiroteo, entonces es posible que encontremos otro conjunto de casquillos expulsados.

– Bueno, la presencia de la cuarta persona explicaria la puerta abierta y que las camaras se activasen.

Connie se irguio en la silla.

– ?Han descubierto algo en la cinta? Necesitamos caras o lo que sea.

– Te lo dire en pocas palabras: la han desmagnetizado.

– ?Que?

– No me preguntes, pero en estos momentos no podemos contar con la cinta.

– Vaya, mierda. No nos quedan muchas opciones.

– En realidad solo nos queda Faith Lockhart.

– Hemos cubierto todos los aeropuertos, estaciones de tren y autobuses y las agencias de alquiler de coches. Su empresa tambien, aunque dudo que vaya alli.

– De acuerdo. En realidad, es posible que la bala procediera de ahi -dijo Reynolds lentamente.

– ?De Buchanan?

– ?Ojala pudiesemos demostrarlo!

– Si encontramos a Lockhart, tal vez podamos. Nos daria cierta ventaja.

Вы читаете A Cualquier Precio
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату