Faith sin que ella lo viera. Se detuvo bruscamente cerca de la puerta de embarque para el vuelo de San Francisco. Los hombres de traje que habian pasado corriendo junto a el estaban alli, hablando con una empleada de United que parecia estar muy nerviosa. Entonces, los hombres, con el semblante impasible, se colocaron tras un tabique sin apartar la mirada de la multitud y la zona de embarque. Lee dedujo que Faith tomaria el vuelo para San Francisco.

Sin embargo, algo no encajaba. Si Faith habia empleado el nombre falso, ?como…? Entonces Lee cayo en la cuenta. No podia poner el nombre falso en dos billetes distintos que salian con tan poca diferencia de tiempo, pues habria despertado sospechas en la empleada. Habia utilizado su nombre verdadero porque necesitaba la documentacion para tomar el avion. ?Mierda! La atraparian en cualquier momento. Mostraria el billete, la empleada le haria una sena a los del FBI y todo se habria acabado.

Justo cuando Lee se disponia a dar media vuelta, diviso a los dos hombres con las cazadoras y los vaqueros. Su olfato le indico que, aunque no lo pareciera, estaban vigilando de cerca a los agentes del FBI. Se acerco un poco mas y, gracias al tiempo sombrio del exterior, alcanzo a ver el reflejo de los hombres en el cristal. Uno de ellos llevaba algo en la mano. Lee se estremecio al aproximarse aun mas y descubrir de que se trataba. 0 al imaginarlo. De repente, el caso cobro una dimension completamente distinta.

Lee, no sin dificultad, volvio sobre sus pasos; al parecer, todos los habitantes de la zona metropolitana de Washington habian decidido volar ese dia. Localizo a Faith en el pasillo. En cosa de segundos pasaria junto a el. Se lanzo hacia el muro de personas y tropezo con una maleta que alguien habia apoyado en el suelo. Cayo al suelo y se hizo dano en las rodillas. Cuando se incorporo, ella ya lo habia dejado atras. Apenas le quedaban unos segundos.

– ?Suzanne? ?Suzanne Blake? -grito.

Al principio, Faith no se dio por enterada, pero luego se detuvo y se volvio. Lee sabia que si lo veia era posible que intentara huir corriendo. No obstante, al pararse le habia dado los pocos segundos que necesitaba. La rodeo y se le acerco por detras.

Cuando el le sujeto el brazo, Faith estuvo a punto de sufrir un colapso.

– Date vuelta y ven conmigo -dijo Lee.

Faith intento soltarse.

– Lee, no lo entiendes. Por favor, deja que me vaya.

– No, eres tu quien no lo entiende. El FBI esta esperandote en la puerta de embarque para el vuelo de San Francisco. Aquellas palabras le helaron la sangre.

– Lo has echado todo a perder. Has hecho la segunda reserva a tu nombre. Controlan ese tipo de cosas, Faith. Ahora saben que estas aqui.

Regresaron a toda prisa al pasillo que conducia a la puerta de embarque por la que tendrian que pasar. Los viajeros ya estaban embarcando. Lee recogio las bolsas pero, en lugar de subir al avion, giro bruscamente y arrastro a Faith tras de si. Volvieron a pasar por la puerta de seguridad y se dirigieron hacia el ascensor.

– ?Adonde vamos? -pregunto Faith-. El avion para Norfolk esta a punto de despegar.

– Nos largaremos de aqui antes de que cierren la maldita terminal para buscarnos.

Tomaron el ascensor hasta la planta baja, salieron y pararon un taxi. Despues de entrar, Lee indico al taxista una direccion de Virginia y el vehiculo salio disparado. Solo entonces Lee la miro.

– No podiamos subir al avion a Norfolk.

– ?Por que no? Ese billete estaba a mi otro nombre.

Lee observo al conductor: un tipo mayor arrellanado en el asiento que escuchaba musica country en la radio.

Satisfecho, respondio a Faith en voz baja.

– Porque lo primero que haran sera comprobar en el mostrador de venta de billetes quien ha comprado el billete para Faith Lockhart. Entonces sabran que lo ha hecho una tal Suzanne Blake. Y sabran que Charles Wright viaja contigo. Y les proporcionaran nuestras descripciones. Y comprobaran las reservas para Blake y Wright y el FBI nos estaria esperando cuando nos bajasemos del avion en Norfolk.

Faith palidecio.

– ?Se mueven tan deprisa?

Lee monto en colera.

– ?Con quien demonios crees que estas jugando? ?Con los Tres Chiflados? -Se dio una palmada en el muslo en un arrebato de furia-. ?Mierda!

– ?Que? -inquirio Faith agitadamente-. ?Que?

– Tienen mi pistola. Esta registrada a mi nombre. Mi nombre verdadero. ?Maldita sea! Ya he instigado y secundado a una persona en la comision de un delito, y los del FBI nos pisan los talones. - Desesperado, apoyo la cabeza en las manos-. Las cosas me estan saliendo tan bien que supongo que debe de ser mi cumpleanos.

Faith se disponia a tocarle el hombro, pero se acobardo y miro por la ventanilla.

– Lo siento. Lo siento de veras.

– Coloco una mano contra la ventanilla y dejo que el frio del cristal le atravesara la piel poco a poco-. Entregame al FBI. Les contare la verdad.

– No es mala idea. El problema es que el FBI no te creeria. Y hay algo mas.

– ?Que? -Faith se pregunto si le revelaria que trabajaba para Buchanan.

– Ahora no. -Lee estaba pensando en los otros hombres que habia visto junto a la puerta y en lo que uno de ellos llevaba en la mano-. Ahora mismo me gustaria que me explicaras lo que ha pasado en la terminal.

Faith contemplo el Potomac, gris y revuelto a traves de la ventana.

– No se si podre -dijo en voz tan baja que Lee apenas la oyo.

– Bueno, sera mejor que lo intentes -repuso Lee con firmeza-. Me gustaria que te esforzaras al maximo.

– No creo que lo entendieras.

– Lo entendere a la perfeccion.

Finalmente, Faith se volvio, ruborizada, sin atreverse a mirar a Lee a los ojos. Jugueteo nerviosa con el dobladillo de la chaqueta.

– Pensaba que era mejor que no fueras conmigo. Creia que estarias mas seguro.

Lee aparto la vista, indignado.

– ?Tonterias!

– ?Es verdad!

Lee giro de nuevo y le agarro el hombro con tanta fuerza que a Faith se le crispo el rostro de dolor.

– Oyeme bien, Faith, fueran quienes fueran, han estado en mi apartamento. Saben que estoy implicado. Tanto si estoy contigo como si no, corro el mismo peligro o incluso mas. Y el que intentes huir de mi no me ayuda en absoluto.

– Pero ellos ya sabian que estabas implicado. Recuerda lo que sucedio en tu apartamento.

Lee nego con la cabeza.

– No eran del FBI.

Faith parecia sorprendida.

– Entonces, ?quienes eran?

– No lo se, pero los del FBI no se disfrazan de trabajadores de UPS. Regla numero uno del FBI: la fuerza arrolladora puede con todo. Habrian enviado a unos cien agentes y al Equipo de

Вы читаете A Cualquier Precio
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату