Agentes del FBI y de la CIA iban y venian por la terminal del aeropuerto, sin que el primer grupo estuviera al tanto de la presencia del segundo. Los hombres de Thornhill, ademas, sabian que lo mas probable era que Lee Adams viajara con Faith Lockhart. Los agentes del FBI solo buscaban a la mujer.

Lee, sin saberlo, paso ante una pareja de agentes del FBI vestidos de empresarios con maletines y ejemplares del Wall Street Journal. Los agentes tampoco lo reconocieron a el. Poco antes, Faith habia pasado junto a ellos.

Lee aflojo el paso al acercarse al principal mostrador de venta de billetes. Faith hablaba con una empleada. Todo parecia ir bien. De repente, se sintio culpable por no haber confiado en ella. Se retiro a un rincon y espero.

En el mostrador, Faith enseno su nueva documentacion y compro tres billetes, dos de ellos a nombre de Suzanne Blake y Charles Wright. La empleada apenas miro la foto. Faith dio gracias a Dios, aunque supuso que casi nadie se parecia a la foto del carne de identidad. El vuelo para Norfolk salia al cabo de cuarenta y cinco minutos. El tercer billete estaba a nombre de Faith Lockhart. Era un vuelo con destino a San Francisco que hacia escala en Chicago. Faltaban cuarenta minutos para que saliera. Lo habia visto en los monitores. La costa Oeste, una ciudad enorme. Alli podria perderse, conducir por el litoral e incluso escapar a Mexico. No sabia como lo haria, pero cada cosa a su tiempo.

Faith explico que el billete para San Francisco era para su superiora, que llegaria de un momento a otro.

– Tendra que darse prisa -le advirtio la empleada-. Todavia tiene que facturar y los pasajeros embarcaran dentro de diez minutos.

– No se preocupe -dijo Faith-. No lleva equipaje, asi que puede ir directamente a la puerta de embarque.

La empleada le entrego el billete. Faith supuso que no corria riesgos al poner su nombre en el billete porque habia pagado los tres billetes con la tarjeta de Suzanne Blake. Ademas, la unica documentacion de que disponia aparte de la de Suzanne era la suya propia. 0 compraba el billete a nombre de Faith Lockhart o se quedaba sin el. Todo saldria bien.

No sabia cuan equivocada estaba.

Mientras Lee la observaba, le asalto un pensamiento. ?La pistola! Tenia que facturarla antes de pasar por el arco detector o se armaria un buen lio. Corrio hasta el mostrador y sobresalto a Faith.

La rodeo con el brazo y la beso en la mejilla.

– Eh, nena. Lo siento, la llamada de telefono se alargo mas de la cuenta. -Miro a la empleada y, con toda tranquilidad, dijo-: Tengo que facturar una pistola.

La empleada apenas levanto la mirada.

– ?Es usted el senor Wright?

Lee asintio. La empleada le pidio los documentos. Lee le mostro su documentacion falsa, y ella le sello el billete e introdujo la informacion en el ordenador. El le entrego la pistola y la municion y relleno el formulario. La empleada pego una etiqueta en el estuche, y Lee y Faith se retiraron del mostrador.

– Lo siento, me habia olvidado de la pistola. -Lee miro hacia el arco detector-. Habran apostado agentes en la puerta. Pasaremos por separado. No pierdas la calma; no te pareces en nada a Faith Lockhart.

Aunque Faith no dejo de sentir el corazon en la garganta, pasaron por el detector sin incidentes.

Cuando se hallaban junto a los monitores con la informacion de los vuelos, Lee vio su puerta de embarque. -Por ahi -indico.

Faith asintio al tiempo que observaba la disposicion de las puertas. La puerta de embarque para el vuelo de San Francisco estaba bastante cerca, pero un tanto alejada de la de Norfolk. Contuvo una sonrisa. Perfecto.

Mientras caminaban, Faith miro a Lee de reojo. Le habia ayudado mucho. Se sentia un poco culpable por lo que iba a hacer, pero estaba convencida de que era lo mejor. Para los dos.

Llegaron a la puerta para el vuelo de Norfolk. Les informaron de que embarcarian al cabo de unos diez minutos. Habia bastante gente esperando.

Lee se volvio hacia ella.

– Sera mejor que llames a ese servicio de aviones de enlace para el vuelo a Pine Island.

Lee y Faith se dirigieron a un telefono y ella realizo la llamada.

– Todo arreglado -informo-. Ya podemos relajarnos.

– Bien -dijo Lee con sequedad.

Faith miro en torno a si.

– Tengo que ir al bano.

– Sera mejor que te des prisa.

Faith se alejo rapidamente sin que Lee le quitara el ojo de encima.

22

– ?Bingo! -exclamo el hombre que estaba sentado frente a la pantalla del ordenador. Se encontraba en una furgoneta estacionada cerca del aeropuerto. El FBI tenia un contacto en las companias aereas que controlaba los viajes que realizaban las personas que el organismo perseguia. Con mas de un sistema de reservas de vuelos compartido entre companias aereas y la llegada de los codigos comunes, el trabajo le resultaba mas facil al FBI. Dicha organizacion habia solicitado que se marcara el nombre de Faith Lockhart en los sistemas de reserva de las principales companias aereas. Esa peticion acababa de rendir grandes frutos.

– Ha reservado un vuelo para San Francisco que sale dentro de una media hora -dijo por el microfono de los auriculares-. United Airlines. -Facilito la informacion sobre el numero del vuelo y la puerta de embarque-. A por ella -ordeno a los hombres que estaban en la terminal. Descolgo el auricular para informar a Brooke Reynolds.

Mientras Lee hojeaba una revista que alguien habia dejado en el asiento de al lado, dos hombres trajeados pasaron corriendo junto a el. Al cabo de unos segundos, un par de individuos con vaqueros y cazadoras se alejaron en la misma direccion.

Lee se levanto de un salto, echo un vistazo alrededor y, tras cerciorarse de que nadie mas corria hacia alli, siguio al grupo.

Los agentes del FBI, seguidos de los hombres con vaqueros, pasaron por delante de los servicios de senoras instantes antes de que Faith saliera. Ya habian desaparecido entre la multitud cuando ella emergio.

Lee aflojo el paso al verla salir del bano. ?Otra falsa alarma? Cuando Faith dio la vuelta y echo a andar hacia el otro lado, Lee comprendio que sus temores no eran infundados. Advirtio que Faith comprobaba la hora y aceleraba el paso. Mierda, Lee sabia perfectamente que haria: tomaria otro vuelo. Y a juzgar por el modo en que habia mirado el reloj y habia apresurado la marcha, no debia de faltar mucho para que despegara. Mientras se abria paso entre la multitud, recorrio con la vista el pasillo. Habia diez puertas delante de el. Se detuvo por unos instantes ante los monitores, leyo rapidamente las salidas y las puertas de embarque correspondientes hasta que vio el mensaje parpadearte de «embarque» de un vuelo de United con destino a San Francisco. Tambien reparo en que ya era la hora de embarque de un vuelo para Toledo. ?Cual seria el de Faith? Solo existia una forma de averiguarlo.

Lee corrio a toda velocidad, atraveso una zona de espera y logro adelantar a

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