de las palabras que habia elegido.

El sonrio de nuevo.

– Vaya, es la mejor noticia del dia. De hecho, yo diria que de todo el ano. Solo las montas, ?eh? -El joven se rio y dio una palmada-. Bueno, ?que te parece si vamos a dar una vuelta, guapa? Puedes probar lo bien equipado que estoy. Montate.

Faith se sonrojo.

– Me parece que no…

– Bueno, no te enfades. Si necesitas algo, me llamo Rick.

– Le tendio su tarjeta y volvio a guinarle el ojo. Entonces anadio en voz baja-: El telefono de mi casa esta detras, guapa. Ella miro la tarjeta con desagrado.

– Muy bien, Rick, pero a mi me gusta ir con la verdad por delante. ?Eres lo bastante hombre para oirla?

Rick no parecio entonces tan seguro de si mismo.

– Soy lo bastante hombre para lo que quieras, guapa.

– Me alegro. Mi novio esta dentro. Mide lo mismo que tu pero tiene el cuerpo de un hombre de verdad.

Rick fruncio el ceno y dejo caer a un costado la mano con la que sostenia la tarjeta. Faith noto enseguida que ya se le habian agotado los recursos y que su mente era demasiado lenta para discurrir una frase nueva.

Faith le clavo la vista.

– Si, tiene los hombros del tamano de Nebraska y, por cierto, no te he dicho que fue boxeador en la Marina.

– ?Ah, si? -Rick se guardo la tarjeta en el bolsillo.

– Si no te lo crees puedes ir tu mismo a preguntarselo. -Ella senalo detras de el.

Rick se dio vuelta y observo a Lee, que salia del edificio cargado con un par de cascos y de trajes de motorista de una sola pieza. Llevaba un mapa en el bolsillo delantero de la chaqueta. Aunque vestia prendas muy voluminosas, la imponente complexion de Lee resultaba evidente. Miro a Rick con desconfianza.

– ?Te conozco de algo? -pregunto Lee con brusquedad.

Rick sonrio con incomodidad y trago saliva al mirar a Lee.

– N-no, caballero -tartamudeo.

– ?Entonces que diablos quieres, chico?

– Oh, solo me estaba preguntando que equipo me gusta llevar para montar, verdad, Ricky? sonrio Faith al joven vendedor.

– Si, eso. Bueno, hasta luego. -Rick practicamente corrio hacia la tienda.

– Adios, guapo -se despidio Faith.

Lee fruncio el entrecejo.

– Te he dicho que esperaras al otro lado de la calle. ?Es que no puedo dejarte sola ni un momento?

– He tenido un encuentro con un doberman. Me ha parecido que lo mas sensato era batirme en retirada.

– Ya. Y que, ?estabas negociando con ese tipo para dejarme tirado y largarte con el?

– No la tomes conmigo, Lee.

– En cierto modo me habria gustado que lo hicieras. Asi tendria una excusa para partirle la cara a alguien ?Y ese que queria?

– El muchacho queria venderme algo y no precisamente una motocicleta. ?Que es eso? -pregunto apuntando a lo que el llevaba.

– El equipo necesario para los motoristas en esta epoca del ano. A cien kilometros por hora, el viento corta un poco.

– No tenemos moto.

– Ahora si.

Ella lo siguio hasta la parte posterior, donde habia una magnifica moto de carretera Honda Gold Wing SE. El vehiculo, con su diseno futurista metalizado, equipamiento de alta tecnologia y parabrisas completo, parecia propio de Batman. Estaba pintado de color nacarado, gris y verde, y el borde de verde oscuro. Ademas, contaba con unos asientos comodisimos con el respaldo acolchado. El del pasajero se ajustaba a la perfeccion, como una mano en un guante. La moto era tan grande y estaba tan bien equipada que parecia un coche deportivo descapotable.

Lee introdujo la llave en el contacto y empezo a ponerse el traje. Le paso el otro a Faith.

– ?Adonde vamos en este trasto?

Lee se subio la cremallera del traje.

– Vamos a tu casita de Carolina del Norte.

– ?Hasta alli en moto?

– No podemos alquilar un coche sin tarjeta de credito ni carne de identidad. Tu coche y el mio estan inutilizados. No podemos ir ni en tren, ni en avion ni en autocar. Controlaran todas esas posibilidades. A no ser que tengas alas, esta es la unica alternativa que nos queda.

– Nunca he viajado en moto.

El se quito las gafas de sol.

– Tu no tienes que conducir. Para eso estoy yo. Bueno, ?que me dices? ?Vamos a dar una vuelta? -Le sonrio.

Faith sintio como si un ladrillo acabara de golpearle la cabeza. Le ardio el cuerpo al contemplarlo montado en la moto. Y en ese preciso momento, como por arte de magia, el sol se abrio paso entre las sombras. Un rayo de luz ilumino aquellos ojos azules tan deslumbrantes como zafiros. Faith se quedo paralizada. Cielos, apenas podia respirar y le temblaban las rodillas.

Le ocurrio en el colegio, durante el recreo. El muchacho con los ojos increiblemente grandes del mismo color que los de Lee, se habia acercado en su bicicleta al columpio donde ella estaba leyendo un libro.

– ?Vamos a dar una vuelta? -le habia propuesto el.

– No -le respondio ella, pero acto seguido habia soltado el libro y se habia montado detras. Su romance duro dos meses: planearon su vida juntos, se prometieron amor eterno aunque nunca llegaron a darse mas que un beso en los labios. Entonces su madre murio y Faith y su padre se marcharon de la zona. Por unos instantes se pregunto si Lee y el chico serian la misma persona. Habia borrado el recuerdo de su subconsciente hacia tanto tiempo que ni siquiera recordaba como se llamaba. Podia llamarse Lee, ?no? Lo penso porque el unico otro lugar donde le habian temblado las piernas habia sido aquel patio. El chico habia dicho lo mismo que Lee y el sol se habia reflejado en sus ojos del mismo modo que en los de Lee; ademas tenia la impresion de que el corazon le explotaria si no seguia sus indicaciones al pie de la letra. Como en aquel preciso instante.

– ?Te encuentras bien? -pregunto Lee.

Faith se agarro a uno de los manillares para recobrar el equilibrio y hablo con la maxima tranquilidad posible.

– ?Y dejaran que te la lleves asi, sin mas?

– Mi hermano dirige el negocio. Es un modelo de exposicion. Oficialmente nos la llevamos para someterla a una prueba de resistencia.

– No puedo creer que este haciendo esto. -Al igual que en el colegio, no le quedaba otro remedio que subirse a aquella moto.

– Piensa en las alternativas y veras que la idea de posar el trasero en la Honda te parecera la mejor. -Se puso las gafas de sol y el casco como si quisiera dar por concluida la conversacion.

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