Ella se apeo de la Honda y se estiro para desentumecer los musculos. Tenia todo el cuerpo, sobre todo el trasero, adormecido.
– Como minimo tiene quinientos metros cuadrados. -Lee no quitaba ojo a la casa de tres plantas, con revestimiento exterior de madera, provista de dos chimeneas de piedra y un tejado de cedro. Sendas galerias de amplias arcadas rodeaban las plantas primera y segunda, lo que recordaba a las construcciones tipicas de las plantaciones. Habia torrecillas con tejado de dos aguas, paredes de cristal y grandes extensiones de cesped. Lee observo que los aspersores automaticos se ponian en marcha al tiempo que se encendia la iluminacion exterior. Detras de la casa se oia el embate de las olas. El edificio estaba situado al final de una tranquila calle sin salida, aunque gigantescas casas parecidas pintadas de amarillo, azul, verde y gris se alineaban frente al mar en ambas direcciones hasta donde alcanzaba la vista. Aunque el aire era tibio y ligeramente humedo, faltaba poco para noviembre y practicamente todas las otras casas estaban a oscuras.
– Nunca me he molestado en calcular los metros cuadrados. La alquilo de abril a septiembre. Asi pago la hipoteca y ademas gano unos treinta mil al ano, por si te interesa -dijo Faith. Se quito el casco y se paso las manos por el cabello sudado-. Necesito una ducha y algo de comer. En la cocina deberia haber provisiones. Puedes dejar la moto en el garaje descubierto.
Faith abrio la puerta principal y entro en la casa mientras Lee aparcaba la Honda en una de las dos plazas del garaje antes de descargar el equipaje. El interior de la casa era incluso mas hermoso que el exterior. Lee se sintio aliviado al ver que disponia de un sistema de seguridad. Echo un vistazo alrededor fijandose en todos los detalles: los techos altisimos, las vigas y los paneles de madera pulimentados, una cocina enorme, suelo de gres italiano en algunas partes y caras alfombras bereberes en las demas. Conto seis dormitorios, siete banos y descubrio en el porche posterior un jacuzzi lo bastante grande para dar cabida a seis adultos borrachos. Tambien habia tres chimeneas, incluida una de gas en la suite principal. El mobiliario era de rota y mimbre, todo aparentemente disenado para invitar a echarse una cabezada.
Lee abrio un par de puertas de cristales para salir de la cocina y desde la terraza contemplo el patio. Habia una piscina en forma de rinon. El agua clorada centelleaba bajo las luces de la piscina. Una especie de artilugio se desplazaba por la superficie succionando insectos y residuos.
Faith tambien salio a la terraza.
– Los llame para que vinieran esta manana y lo pusieran todo en marcha. Se ocupan de la piscina todo el ano, de todos modos. Me he banado desnuda aqui en diciembre. Es un lugar de lo mas tranquilo.
– No parece que haya gente en las otras casas.
– Algunos lugares de los Outer Banks estan bastante concurridos unos nueve o diez meses al ano ahora, cuando hace buen tiempo. Pero siempre cabe la posibilidad de que se desate un huracan en esta epoca, y esta zona es muy cara. Alquilan las casas por una pequena fortuna, incluso en temporada baja. A no ser que se consiga que la alquile un grupo grande, una familia normal no puede alojarse aqui. En esta epoca las ocupan sobre todo los propietarios, pero teniendo en cuenta que los ninos van a la escuela, es dificil que pasen aqui toda la semana. Asi que estan vacias.
– Pues vacias me gustan.
– La piscina esta climatizada, por si quieres darte un bano.
– No he traido el banador.
– No te va el nudismo, ?eh? -Faith sonrio y experimento cierto alivio al percatarse de que estaba demasiado oscuro para poder verle los ojos. Si la hubiera mirado con aquellos ojos de color azul celeste, quiza lo habria empujado a la piscina, se habria zambullido tras el y se habrian olvidado de todo lo demas-. En el centro hay muchas tiendas donde venden banadores. Yo tengo ropa aqui, asi que no hay problema. Manana te compraremos algo.
– Creo que me basta con lo que he traido.
– No quieres quedarte por aqui, ?verdad?
– No estoy seguro de que vayamos a pasar demasiado tiempo en esta zona.
Faith miro en direccion a las pasarelas de madera que se extendian mas alla de las dunas de arena hasta la orilla del oceano Atlantico.
– Nunca se sabe. Creo que la playa es uno de los mejores lugares para dormir. No hay nada como el rumor de las olas para conciliar el sueno. En Washington nunca dormia bien. Demasiadas preocupaciones.
– Que curioso, yo dormia bien alli.
Ella lo fulmino con la mirada.
– Nunca llueve a gusto de todos.
– ?Que hay para cenar?
– Primero una ducha. Puedes instalarte en la suite principal.
– Es tu casa. Yo me conformo con un sofa.
– Con seis dormitorios no creo que esa opcion tenga mucho sentido. Quedate en la que esta al final del pasillo, en la planta de arriba. Da al porche trasero. El jacuzzi esta ahi. Todo tuyo, incluso sin banador. No te preocupes, no te espiare.
Entraron en la casa. Lee recogio su bolsa y la siguio escaleras arriba. Se ducho y se puso unos pantalones caqui limpios, una sudadera y zapatillas de deporte sin calcetines pues se habia olvidado de traer otro par. No se molesto en secarse el pelo ya que se lo habia cortado hacia poco. Se miro al espejo. El corte no le sentaba tan mal. De hecho lo hacia parecer mas joven. Se dio una palmada en el vientre e incluso adopto una pose exagerada ante el espejo.
– Si, claro -dijo a su reflejo-. Aunque ella fuera tu tipo, pero bueno, como no lo es… -Salio de la habitacion y, cuando se disponia a bajar las escaleras, se detuvo en el pasillo.
El dormitorio de Faith estaba en el otro extremo del pasillo. Oyo correr el agua de la ducha. Probablemente estuviera relajandose bajo el agua caliente despues del largo viaje. Tenia que reconocer que Faith habia aguantado bien, no se habia quejado mucho. Mientras avanzaba por el corredor, se le ocurrio que, en ese preciso instante, Faith podia estar escapando por la puerta trasera y utilizando la ducha como subterfugio. Era perfectamente posible que hubiese pedido un coche de alquiler estacionado y estuviera a punto de escapar, dejandolo en una situacion comprometida. ?Acaso era como su padre y ponia tierra de por medio siempre que la situacion se ponia fea?
Llamo a la puerta.
– ?Faith? -No obtuvo respuesta asi que llamo con mas fuerza-. ?Faith? ?Faith! -El agua seguia corriendo-. ?Faith! -grito. Probo a abrir la puerta. Estaba cerrada con llave. Volvio a golpear y grito su nombre.
Lee se disponia a precipitarse escaleras abajo cuando oyo pasos, la puerta se abrio de repente y aparecio Faith. Tenia el pelo empapado y caido sobre el rostro, el agua le goteaba por las piernas y apenas iba tapada con una toalla.
– ?Que? -inquirio-. ?Que sucede?
Lee no pudo evitar contemplar el elegante contorno de sus hombros, el cuello digno de Audrey Hepburn ahora totalmente al descubierto, la firmeza de sus brazos. Bajo la mirada hacia los muslos y enseguida llego a la conclusion de que las piernas no tenian nada que envidiarle a los brazos.
– ?Que demonios pasa, Lee? -pregunto ella elevando el tono de voz.
– Ah. Estaba pensando que… ?que te parece si preparo la cena? -Esbozo una timida sonrisa.
Faith lo observo con expresion incredula mientras se formaba un charco de agua a sus pies sobre la alfombra. Cuando se ajusto la toalla practicamente mojada alrededor del cuerpo, los pechos pequenos y turgentes de Faith quedaron bien perfilados bajo el fino tejido humedo. Fue entonces cuando Lee empezo a plantearse seriamente darse otra ducha, pero esta vez con el agua lo bastante fria para que ciertas partes de su anatomia adquiriesen el color de sus ojos.
– Bien. -Le cerro la puerta en las narices.
– Muy bien -dijo Lee con voz queda a la puerta.