al FBI.

Reynolds apreto con fuerza el telefono y se puso rigida.

– ?Al FBI?

– ?Estas segura de que no sabes de donde salio ese dinero? ?Y tus padres?

– No tienen tanto dinero -contesto Reynolds-. ?Hay forma de averiguar de donde procede?

– Es tu cuenta. Mas vale que hagas algo. Mantenme informada.

Reynolds colgo el auricular con la mirada perdida, mientras las implicaciones de lo que acababan de contarle se le arremolinaban en la cabeza. Cuando sono el telefono al cabo de unos minutos, estuvo a punto de no contestar. Sabia quien llamaba.

Paul Fisher le hablo con mas frialdad que nunca. Debia ir al edificio Hoover de inmediato. Eso fue todo lo que le dijo. Mientras bajaba las escaleras en direccion al aparcamiento, las piernas amenazaron con no responderle varias veces. Su instinto le decia que acababan de convocarla a su propia ejecucion profesional.

La sala de reuniones del edificio Hoover era pequena y carecia de ventanas. Paul Fisher estaba alli, junto con el SEF, Fred Massey, que se hallaba sentado a la cabecera de la mesa, con un boligrafo entre los dedos y la vista clavada en ella. Reconocio a los demas presentes: un abogado del FBI y un investigador jefe de la ORP.

– Tome asiento, agente Reynolds -indico Massey con firmeza.

Reynolds se sento. No era culpable de nada, asi que ?por que se sentia como Charlie Manson con un cuchillo ensangrentado en el calcetin?

– Tenemos algunos temas que tratar con usted. -Massey senalo con la mirada al abogado del FBI-. Debo advertirle, sin embargo, que tiene derecho a contar con la presencia de un abogado, si asi lo desea.

Intento mostrarse sorprendida pero le costo, sobre todo por la llamada de Joyce Bennett que acababa de recibir. Sin duda, estaba convencida de que su reaccion forzada no hacia mas que aumentar su culpabilidad a los ojos de los demas. Le parecio curioso que Bennett la hubiese telefoneado justo antes. Aunque no creia demasiado en las conspiraciones, de repente empezo a contemplar esa posibilidad.

– ?Y por que iba a necesitar un abogado?

Massey miro a Fisher, quien se volvio hacia Reynolds. -Hemos recibido una llamada telefonica del abogado que representa a tu esposo en el divorcio.

– Entiendo. Bueno, acabo de recibir una llamada de mi abogada y les garantizo que ignoro por completo como ha llegado ese dinero a las cuentas.

– ? Ah, si?-dijo Massey con expresion esceptica-. ?Asi que dice que es un error que alguien ingresara cien mil dolares en cuentas a nombre de sus hijos hace poco, capital que solo usted controla?

– Digo que no se que pensar. Pero lo descubrire, se lo aseguro.

– El que ocurriera en fechas tan recientes, como comprendera, nos preocupa profundamente -asevero Massey. -No tanto como a mi. Mi reputacion esta en juego.

– De hecho, lo que nos preocupa es la reputacion del FBI -tercio Fisher con rotundidad.

Reynolds le dedico una mirada gelida y luego se dirigio a Massey.

– No se que esta pasando. Investiguen lo que quieran, no tengo nada que ocultar.

Massey clavo la vista en una carpeta que tenia ante si.

– ?Esta absolutamente segura de ello?

Reynolds observo la carpeta. Se trataba de una tecnica de interrogatorio clasica. Ella misma la habia empleado. Consistia en marcarse un farol sugiriendo que se tenian pruebas incriminatorias contra el sospechoso, pillarlo en una mentira y confiar en que confesase. La diferencia era que ella no sabia si Massey estaba marcandose un farol o no. De pronto se dio cuenta de lo que era estar al otro lado en un interrogatorio. No le hacia ninguna gracia.

– ?Absolutamente segura de que? -inquirio, intentando ganar tiempo.

– De que no tiene nada que ocultar.

– La duda ofende, senor.

Massey dio un golpecito en la carpeta con el dedo indice.

– ?Sabe lo que de verdad me aflige de la muerte de Ken Newman? El hecho de que la noche de su asesinato el la habia relevado, siguiendo sus instrucciones. De no ser por esa orden, todavia estaria vivo. ?Y usted?

Reynolds enrojecio de furia y se levanto de inmediato.

– ?Me esta acusando de estar implicada en la muerte de Ken?

– Sientese, por favor, agente Reynolds.

– ?Me esta acusando?

– Digo que la coincidencia, si es que lo es, me preocupa.

– Fue una coincidencia -afirmo Reynolds- porque resulta que yo no sabia que habia alguien alli esperandolo para matarlo. Si lo recuerda, llegue casi a tiempo de impedirlo.

– Casi a tiempo. Que oportuno. Casi como una coartada perfecta. ?Una coincidencia o una sincronizacion perfecta?

– Quiza demasiado perfecta. -Massey la fulmino con la mirada.

– Estaba trabajando en otro caso y acabe antes de lo previsto. Howard Constantinople puede confirmarlo.

– Oh, tenemos intencion de hablar con Connie. Usted y el son amigos, ?no?

– Somos companeros de trabajo.

– Estoy seguro de que el no diria nada que la implicara en modo alguno.

– Estoy segura de que si le preguntan les dira la verdad.

– ?Entonces sostiene que la muerte de Ken Newman y el dinero aparecido en su cuenta no guardan relacion alguna? -pregunto Massey.

– Permitame que se lo diga con mayor claridad. ?Todo esto es una estupidez! Si fuera culpable, ?por que iba a pedir a alguien que ingresara cien de los grandes en una de mis cuentas en un momento tan cercano al asesinato de Ken? ?No le parece demasiado obvio?

– Pero en realidad no era su cuenta, ?verdad? Estaba a nombre de sus hijos. Y segun el departamento de personal, no le toca someterse a una investigacion del FBI hasta dentro de dos anos. Dudo que el dinero estuviera todavia en la cuenta y, para entonces, estoy seguro de que tendria una buena respuesta en caso de que alguien descubriera que ese dinero habia estado alli. Lo cierto es que si el abogado de su esposo no lo hubiera sacado a la luz, nadie lo sabria. Eso dificilmente podria calificarse de obvio.

– De acuerdo, si no es un error entonces alguien me ha tendido una trampa.

– ?Y quien exactamente haria una cosa asi? -pregunto Massey.

– La persona que mato a Ken e intento matar a Faith Lockhart. Tal vez tema que me este acercando demasiado.

– Asi que Danny Buchanan esta intentando tenderle una trampa, ?es eso lo que esta diciendo?

Reynolds miro al abogado del FBI y al representante de la ORP.

– ?Estan autorizados para escuchar esto?

– Tu investigacion ha quedado relegada a un segundo plano despues de las acusaciones recientes -declaro Fisher. Los ojos de Reynolds centellearon con ira creciente.

– ?Acusaciones? ?Son tonterias sin fundamento!

Massey abrio la carpeta.

– Entonces considera una tonteria investigar por su cuenta las finanzas de Ken Newman?

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