segundos para darle un punetazo a Fisher en su mierdosa cara de agente de tres al cuarto.
– No destruyas tu carrera por mi, Connie.
– Si hubiera atacado a ese tipo no habria sido por ti sino por mi, creeme. -Cerro el puno con fuerza, para recalcar su afirmacion y luego la miro-. Lo que me fastidia es que realmente creen que estas implicada en esto. Les dije la verdad. Surgio algo, estabamos trabajando en otro caso. Tu querias ir con Lockhart porque te habias relacionado con ella, pero teniamos que atender a aquel posible chivatazo en Agricultura. Les dije que estabas inquieta porque no sabias si lo correcto era mandar a Ken alli con Lockhart.
– ?y?
– No me hicieron caso. Ya habian sacado sus propias conclusiones.
– ?Por lo del dinero? ?Te lo han contado? -pregunto Reynolds.
Connie sacudio despacio la cabeza y de repente se encorvo hacia adelante. Teniendo en cuenta que era un hombre alto y fornido, se movia con rapidez y agilidad.
– No me gusta reprenderte en estos momentos pero ?por que demonios estuviste husmeando en las cuentas de Newman sin decirselo a nadie? ?A mi, por ejemplo? Ya sabes que los detectives trabajan en pareja por muchos motivos, y uno de ellos es para cubrirse el uno al otro. Ahora no tienes a nadie que corrobore lo que tu dices, excepto a Anne Newman. Y por lo que a ellos respecta, ella no cuenta.
Reynolds levanto las manos.
– Nunca habria imaginado que esto pasaria. Intentaba ser justa con Ken y su familia.
– Bueno, si le estaban untando la mano, quiza no mereciera tanta consideracion. Y te lo dice un buen amigo suyo.
– Todavia no se ha demostrado que no fuera honesto -afirmo Reynolds.
– ?Dinero en una caja de seguridad a un nombre falso? Si, supongo que todo el mundo hace eso, ?no?
– Connie, ?como se enteraron de que estaba investigando las finanzas de Ken? Me cuesta creer que Anne llamara al FBI. Ella me pidio ayuda.
– Le pregunte a Massey pero es una tumba. Se imagina que yo tambien soy el enemigo. Sin embargo, investigue un poco y creo que recibieron el chivatazo por telefono. Una Llamada anonima, por supuesto. Segun Massey, tu asegurabas que se trataba de una trampa. Y ?sabes que? Creo que tienes razon, aunque ellos piensen lo contrario.
Le habia alegrado ver a Connie en la puerta. El hecho de que se mantuviese leal significaba mucho para ella. Y tambien queria ser justa con el; sobre todo con el.
– Mira, que te vean conmigo no va a beneficiar tu carrera, Connie. Estoy segura de que Fisher ha asignado a alguien para que siga todos mis movimientos.
– De hecho me ha asignado a mi -dijo Connie.
– ?Bromeas?
– No, te juro que no. Convenci al SEF. Movi algunos hilos. Por los viejos tiempos, dijo Massey. Por si no lo sabias, Fred Massey fue el tipo que me pidio que me dejara ganar en el caso Brownsville hace un monton de anos. Si cree que con esto estamos empatados, ha perdido el juicio. Pero no te emociones. Saben que tengo todos los alicientes para cubrir mis propias espaldas. Y eso implica que si tu caes, no tendran que culpar a nadie mas, incluido tu seguro servidor. -Connie se callo y fingio sorpresa-. ?SEF? Ahora que lo pienso, esta sigla va de perlas. Massey tambien podria ser el Subnormal En Funciones.
– No muestras mucho respeto por tus superiores. -Sonrio Reynolds-. ?Que opina de mi, agente Constantinople?
– Creo que has metido la pata hasta el fondo y que acabas de darle al FBI un chivo expiatorio para guardar las apariencias -solto.
Reynolds ensombrecio el semblante.
– No te andas con rodeos.
– ?Quieres que pierda el tiempo con ellos? -Connie se puso en pie- ?0 quieres que limpie tu nombre?
– Tengo que limpiar mi nombre. De lo contrario, lo perdere todo, Connie. Mis hijos, mi carrera, todo. -Reynolds noto que temblaba de nuevo y respiro a fondo varias veces para contrarrestar el panico que se habia apoderado de ella. Se sentia como una adolescente que acabara de enterarse de que estaba embarazada-. Pero me han suspendido del cargo. No tengo placa, ni arma.
Connie se puso el abrigo.
– Bueno, me tienes a mi -dijo-. Tengo credenciales, un arma y aunque no soy mas que un humilde agente de campo despues de haber estado trabajando dos decadas y media en esta mierda, puedo ejercer mi autoridad como el mejor. Asi que ponte el abrigo e intentemos localizar a Lockhart.
– ?A Lockhart?
– Me imagino que si la entregamos, las piezas empezaran a encajar. Cuanto mas hagan, menos te culparan. He hablado con los tipos de la UCV. Estan estancados en espera de los resultados del laboratorio y estupideces como esas. Y ahora Massey les hace trabajar a toda maquina en lo tuyo y deja que se olviden de Lockhart por el momento. ?Sabes que ni siquiera han ido a su casa a buscar pistas?
Reynolds parecia abatida.
– Fuimos muy lentos en todo este asunto -se lamento-. Ken asesinado. Lockhart desaparecida. El fiasco del aeropuerto. Luego los tipos que se hacen pasar por agentes del FBI en el apartamento de Adams. Nunca tuvimos una posibilidad autentica de encauzar bien la investigacion.
– Asi que imagino que seguiremos algunas pistas mientras esten calientes. Por ejemplo, visitar a la familia de Adams en la zona. Tengo la lista de nombres y las direcciones. Si se dio a la fuga, quiza haya pedido ayuda a alguien.
– Esto podria acarrearte graves problemas, Connie. El se encogio de hombros.
– No seria la primera vez. Ademas, ya no tenemos supervisora de brigada. No se si te has enterado, pero la suspendieron del cargo por tonta.
Intercambiaron una sonrisa.
– Asi pues -prosiguio Connie-, como numero dos, tengo derecho a investigar un caso abierto que resulta que me habian asignado. Tengo ordenes de encontrar a Faith Lockhart, asi que eso es lo que voy a hacer. Lo que no saben es que vas a ayudarme. Y hable con los tipos de la UCV. Ellos saben lo que llevo entre manos, asi que no toparemos con otro equipo que este investigando a los parientes de Adams.
– Tengo que decirle a Rosemary que quiza pasare esta noche fuera.
– Pues diselo. -Connie consulto su reloj-. Supongo que Sydney esta todavia en la escuela. ?Y el nino?
– Esta durmiendo.
– Susurrale al oido que mama va a patear unos cuantos traseros.
Cuando Reynolds volvio, fue directa al armario para tomar el abrigo. Se dirigio a toda prisa a su estudio pero se detuvo de repente.
– ?Que ocurre? -pregunto Connie.
Ella lo miro, ligeramente avergonzada.
– Iba a buscar la pistola. Las viejas costumbres son dificiles de quitar.
– No te preocupes. Recuperaras la tuya pronto. Pero tienes que prometerme algo. Cuando vayas a recoger tu arma y tu placa, llevame contigo. Quiero verles la cara.
Ella le abrio la puerta.
– Trato hecho.
Buchanan realizo otras llamadas desde la cabina del aparcamiento como parte