Stoichev. Mi amigo Aksoy admira mucho su trabajo, que se ha publicado en muchos idiomas. -Selim Aksoy asintio cuando oyo el nombre-. Stoichev sabe mas sobre los Balcanes en la Edad Media que cualquier otro ser vivo, en especial sobre Bulgaria. Vive cerca de Sofia. Has de preguntar por el.
De pronto, Helen se apodero de mi mano delante de todos, lo cual me sorprendio. Habia pensado que guardariamos nuestra relacion en secreto, incluso estando, entre amigos. Vi que la mirada de Turgut siguio aquel breve movimiento. Las arrugas que rodeaban sus ojos y boca se hicieron mas profundas, y la senora Bora nos sonrio sin ambages, al tiempo que enlazaba sus manos juveniles alrededor de las rodillas. Estaba claro que aprobaba nuestra union, y de repente me senti bendecido por esta gente de corazon bondadoso.
– En ese caso, llamare a mi tia -dijo Helen con firmeza, y apreto mis dedos.
– ?A Eva? ?Que puede hacer?
– Como ya sabes, puede hacer cualquier cosa. -Helen me sonrio-. No, no se muy bien que podra o querra hacer, pero ella tiene amigos, al igual que enemigos, en la policia secreta de nuestro pais. -Bajo la voz, como a pesar suyo-. Y ellos tienen amigos en todas partes de la Europa del Este. Y enemigos, por supuesto. Todos se espian mutuamente.
Puede que corra algun peligro. Es lo unico que lamento. Tambien necesitaremos un gran soborno.
– Bakshish -asintio Turgut-. Por supuesto. Selim Aksoy y yo ya hemos pensado en eso.
Hemos encontrado veinte mil liras que podeis utilizar. Y aunque no puedo acompanaros, amigos mios, os prestare toda la ayuda posible, al igual que el senor Aksoy.
Yo le estaba mirando fijamente, y tambien a Aksoy, sentados muy tiesos delante de
nosotros, olvidados sus cafes, muy serios y erguidos. Algo en sus caras (la de Turgut grande y rubicunda, la de Aksoy delicada, ambos de ojos penetrantes, los dos tranquilos pero muy despiertos) me resulto de repente familiar. Me invadio una sensacion indescriptible. Por un segundo, la pregunta aleteo en mi boca. Despues agarre la mano de Helen con mas fuerza (aquella mano fuerte, dura, ya amada) y escudrine los ojos oscuros de Turgut.
– ?Quienes sois? -pregunte.
Turgut y Selim intercambiaron una mirada, y dio la impresion de que se comunicaban algo en silencio. Despues Turgut hablo en voz baja y clara.
– Trabajamos para el sultan.
51
Helen y yo nos quedamos de piedra. Por un segundo, pense que Turgut y Selim debian estar confabulados con algun poder oscuro, y resisti la tentacion de agarrar mi maletin y el brazo de Helen y huir del apartamento. ?Como, salvo mediante el ocultismo, podian estos dos hombres, a quienes habia considerado mis amigos, trabajar para un sultan muerto hacia mucho tiempo? De hecho, hacia mucho tiempo que todos los sultanes estaban muertos, de manera que aquel al que se referia Turgut ya no podia ser de este mundo. ?Nos habrian mentido en otros asuntos?
La voz de Helen interrumpio mi confusion. Se inclino hacia delante, palida, con los ojos muy abiertos, pero su pregunta fue serena, y eminentemente practica, teniendo en cuenta la situacion. Tan practica que, al principio, tarde un momento en comprenderla.
– Profesor Bora -dijo lentamente-, ?cuantos anos tiene?
El hombre sonrio.
– Ay, querida madame, en el caso de que me este preguntando si tengo quinientos anos, la respuesta es, por suerte, no. Trabajo para la Majestad y Refugio Esplendido del Mundo, el sultan Mehmet II, pero nunca tuve el incomparable honor de conocerle.
– Entonces, ?que demonios estas intentando decirnos? -estalle. Turgut sonrio de nuevo y Selim cabeceo con semblante bondadoso.
– No tenia la intencion de revelaros esto -dijo Turgut-. No obstante, nos habeis
otorgado vuestra confianza en muchas cosas, y como habeis hecho una pregunta tan perspicaz, nos explicaremos. Naci de la manera mas normal en 1911, y espero morir de la manera mas normal, en mi cama, en…, bien, digamos en 1985. -Lanzo una risita-. Sin embargo, mi familia siempre vive mucho, mucho tiempo, de modo que padecere la maldicion de estar sentado en este divan cuando sea demasiado viejo para ser respetable. -
Paso un brazo alrededor de la senora Bora-. El senor Aksoy tambien tiene la edad que representa. No tenemos nada de raro. Lo que os contaremos, el secreto mas profundo que podemos confiar a alguien, y que debeis conservar en secreto pase lo que pase, es que pertenecemos a la Guardia de la Media Luna del sultan.
– Creo que no he oido hablar de ella -dijo Helen, con el ceno fruncido.
– No, madame profesora, es imposible. -Turgut miro a Selim, quien escuchaba con paciencia, intentando seguir nuestra conversacion, sus verdes ojos serenos como un estanque-. Creemos que nadie ha oido hablar de nosotros, excepto nuestros propios miembros. Se trata de una guardia secreta que fue formada con hombres del cuerpo de elite de los jenizaros.
De repente, me acorde de aquellos rostros juveniles, petreos y de ojos brillantes, que habia visto en los cuadros del palacio de Topkapi, con sus apretadas filas agrupadas cerca del trono del sultan, lo bastante cerca para saltar sobre cualquier asesino en potencia, o sobre cualquiera que hubiera perdido el favor del sultan.
Dio la impresion de que Turgut habia leido mis pensamientos, porque asintio.
– Ya veo que has oido hablar de los jenizaros. Bien, amigos mios, en 1477, Mehmet el Magnifico y Glorioso llamo a veinte oficiales de la maxima confianza, los mas cultos del cuerpo, y les hablo en secreto del nuevo simbolo de la Guardia de la Media Luna. Se les confio una mision que debian cumplir, aun a riesgo de sus vidas, si fuera necesario. Esa mision era impedir que la Orden del Dragon infligiera mas tormentos a nuestro gran imperio, y perseguir y matar a sus miembros donde los encontraran.
Helen y yo respiramos hondo, pero por una vez cai en la cuenta antes que ella. La Guardia de la Media Luna se formo en 1477: ?el ano en que los monjes llegaron a Estambul! Intente descifrar el rompecabezas mientras preguntaba:
– Pero la Orden del Dragon fue fundada mucho antes, en 1400, por el emperador
Segismundo, ?no es cierto?
Helen asintio.
– En 1408, para ser exactos, amigo mio. Por supuesto. Hacia 1477, los sultanes tenian un gran problema con la Orden del Dragon y sus guerras contra el imperio. Pero en 1477, su Gloria el Refugio del Mundo decidio que tal vez se producirian incursiones peores todavia de la Orden del Dragon en el futuro.
– ?Que quiere decir?
La mano de Helen estaba inmovil en la mia, y fria.
– Ni siquiera nuestros estatutos lo aclaran bien -admitio Turgut-, pero estoy seguro de que no es ninguna casualidad que el sultan formara la Guardia pocos meses despues de la muerte de Vlad Tepes. -Junto las manos como si fuera a rezar, aunque recorde que sus antepasados habrian rezado postrados con la cara pegada al suelo-. La carta fundacional dice que Su Magnificencia fundo la Guardia de la Media Luna para perseguir a la Orden del Dragon, el enemigo mas despreciado de su majestuoso imperio, a traves del tiempo y el espacio, mas alla de mares y tierras, incluso mas alla de la muerte.
Turgut se inclino hacia delante, con los ojos brillantes y la melena plateada alborotada.
– Sostengo la teoria de que Su Gloria presentia, o incluso conocia, el peligro que Vlad Dracula podia representar para el imperio despues de su muerte, de la muerte de Dracula.
– Se echo el pelo hacia atras-. Como hemos visto, el sultan tambien fundo en esa epoca su coleccion de documentos sobre la Orden del Dragon. El archivo no era secreto, pero lo utilizaban en secreto nuestros miembros, y aun lo hacemos. Y ahora, esta maravillosa carta que Selim ha encontrado, y su cancion tradicional, madame… Mas pruebas de que Su Gloria tenia buenos motivos para preocuparse.
Mi cerebro bullia de preguntas.
– Pero ?como llegasteis, tu y el senor Aksoy, a ingresar en esta Guardia?
