que usted y… -Hizo una pausa y miro a Catherine-. Supongo que se cancelo la comida.

Ella asintio, muda y desmejorada.

Moore se sento frente a la computadora. El protector de pantalla se habia activado y unos llamativos peces tropicales nadaban atravesando el monitor. Movio el mouse.

Aparecio la fotografia descargada.

Catherine se dio vuelta en el acto y se acerco a la ventana, donde permanecio abrazandose, tratando de bloquear la imagen que acababa de ver en el monitor. Podia escuchar a Moore escribiendo en el teclado tras ella. Lo oyo marcar un numero en el telefono y decir: «Acabo de reenviarte el archivo. ?Lo tienes?».

La oscuridad bajo su ventana se habia vuelto extranamente silenciosa. «?Ya es tan tarde?», se pregunto asombrada. Mirando la calle desierta alli abajo, apenas podia creer que solo una hora atras habia estado preparada para disfrutar esa noche y volver al mundo.

Ahora solo deseaba trabar las puertas y esconderse.

– ?Quien carajo te enviaria una cosa asi? -dijo Peter-. Es enfermo.

– Prefiero no hablar del tema -dijo.

– ?Ya te habian mandado este tipo de material?

– No.

– ?Entonces por que esta involucrada la policia?

– Por favor, basta, Peter. No tengo ganas de discutirlo.

Una pausa.

– Quieres decir que no tienes ganas de discutirlo conmigo.

– No ahora. No esta noche.

– ?Pero hablaras de eso con la policia?

– Doctor Falco -dijo Moore-, en realidad seria mejor que se retirara ahora mismo.

– ?Catherine? ?Que es lo que tu quieres?

Ella capto el tono herido en su voz, pero evito mirarlo.

– Quisiera que te fueras. Por favor.

El no contesto. Solo cuando se cerro la puerta supo que Peter se habia marchado.

Pasaron un largo rato en silencio.

– ?No le conto nada sobre Savannah? -pregunto Moore.

– No. Nunca pude reunir el valor para contarle.

«La violacion es un tema demasiado intimo, demasiado vergonzoso para hablar. Incluso con alguien que se preocupa por ti».

– ?Quien es la mujer de la fotografia? -pregunto.

– Esperaba que usted pudiera decirmelo.

Ella sacudio la cabeza.

– Tampoco se quien lo envio.

La silla crujio cuando Moore se levanto. Ella sintio su mano sobre el hombro, su calor penetrando la seda verde. No se habia cambiado de ropa, y todavia estaba vestida para salir, maquillada para la velada. La idea de salir a divertirse por la ciudad ahora le parecia lamentable. ?En que habia estado pensando? ?Que podria volver a ser como todo el mundo? ?Que podria sentirse entera nuevamente?

– Catherine -dijo el-. Necesito que me hables acerca de esta foto.

Sus dedos se pusieron rigidos sobre el hombro, y ella pronto advirtio que la habia llamado por su nombre de pila. Estaba muy cerca de ella, tan cerca que podia sentir como su aliento le calentaba el pelo, y sin embargo no se sintio amenazada. Si cualquier otro hombre la hubiera tocado se hubiera sentido invadida, pero Moore era genuinamente tranquilizador.

Ella asintio.

– Tratare.

Acerco otra silla y ambos se sentaron frente a la computadora. Ella se obligo a enfocar la vista en la fotografia. La mujer tenia pelo rizado, desplegado como tirabuzones sobre la almohada. Sus labios estaban sellados con una franja plateada de tela adhesiva, pero los ojos estaban abiertos y expectantes, las retinas coloradas por el flash de la camara. La fotografia la mostraba de la cintura para arriba. Estaba atada a la cama, y desnuda.

– ?La reconoces? -pregunto.

– No.

– ?Hay algo en esta foto que te resulte familiar? ?La habitacion, los muebles?

– No, pero…

– ?Que?

– El hizo lo mismo conmigo -susurro-. Andrew Capra me tomo fotos. Me ato a la cama… -Trago saliva y sintio un bano de humillacion, como si la intimidad de su propio cuerpo estuviera expuesta a la mirada severa de Moore. Se descubrio cruzandose de brazos para proteger sus pechos de cualquier futura violacion.

– Este archivo fue enviado a las siete cincuenta y cinco de la tarde. Y el nombre del remitente, SawyDoc, ?lo reconoces?

– No. -Se concentro nuevamente en la mujer, que miraba a la camara con sus brillantes pupilas enrojecidas-. Esta despierta. Sabe lo que el esta a punto de hacerle. El espera eso. Quiere que estemos despiertas, quiere sentir nuestro panico. Tienes que estar despierta, o no lo disfrutara… -A pesar de que hablaba de Andrew Capra, de algun modo se habia deslizado al tiempo presente, como si Capra siguiera con vida.

– ?Como habra descubierto tu direccion de correo electronico?

– Ni siquiera se quien es.

– Te envio esto a ti, Catherine. Sabe lo que te sucedio en Savannah. ?Se te ocurre alguien que pueda haber hecho esto?

«Solo una persona, -penso-. Pero esta muerto. Andrew Capra esta muerto».

Sono el celular de Moore. Ella casi salto de la silla.

– Dios santo -dijo con el corazon agitado, mientras volvia a apoyarse contra el respaldo.

Moore abrio el celular.

– Si, estoy con ella ahora… -Escucho por un momento, y repentinamente miro a Catherine. La forma en que le clavaba los ojos la alarmo.

– ?Que sucede? -pregunto Catherine.

– Es la detective Rizzoli. Dice que rastreo el origen del correo electronico.

– ?Quien lo envio?

– Tu lo hiciste.

Podria haberle dado una cachetada en la cara. Solo atino a sacudir la cabeza, demasiado impactada para responder.

– El nombre SawyDoc fue creado esta tarde, utilizando tu cuenta de America Online -dijo.

– Pero yo tengo dos cuentas separadas. Una es para uso personal…

– ?Y la otra?

– Para mis asuntos de trabajo, para utilizar cuando estoy… -Hizo una pausa- La oficina. Utilizo la computadora de mi oficina.

Moore levanto el celular hasta su oreja.

– ?Escuchaste, Rizzoli? -Hubo un silencio y luego agrego-: Te encontraremos alli.

La detective Rizzoli los esperaba en la puerta del consultorio de Catherine. Un pequeno grupo se habia reunido en el corredor: el guardia de seguridad del edificio, dos oficiales de policia y varios hombres de civil. «Detectives», asumio Catherine.

– Hemos registrado la oficina -dijo Rizzoli-. Se fue hace tiempo.

– ?Entonces definitivamente estuvo aqui? -dijo Moore.

– Ambas computadoras estan encendidas. El nombre SawyDoc todavia aparece en la pantalla de registro de America Online.

– ?Como logro entrar?

– La puerta no presenta signos de haber sido forzada. Hay un servicio de limpieza contratado para estas

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