Quinn detestaba las autopsias. No sabia que temia mas: si ver el cuerpo de Rebecca Douglas sobre la mesa o imaginar a Miranda bajo ese mismo bisturi.

Fran se acerco a la mesa con un termo de cafe recien hecho y un periodico.

– Lo acaban de dejar -dijo, y dejo el periodico frente a Nick-. Si no te importa que lo diga, Elijah Banks es un capullo y todos lo saben. Su madre estara revolviendose en su tumba, pobrecita.

CADAVER ENCONTRADO EN EL BOSQUE

La oficina del sheriff

no ha confirmado la identidad.

Elijah Banks

Corresponsal especial del Chronicle

BOZEMAN, MONTANA – El sheriff del condado de Gallatin, Nick Thomas, no ha querido confirmar ni negar que el cuerpo de la mujer encontrado ayer por la manana fuera el de la estudiante de Bozeman, Rebecca Douglas.

«Todo indica que ha sido el Carnicero», senalo una fuente de la oficina del sheriff que ha querido permanecer anonima.

El sheriff Thomas ha reconocido a reganadientes que cuenta con la ayuda de un agente especial, Quincy Peterson, de la oficina del FBI en Seattle. El agente Peterson, mas experimentado, participo hace doce anos en la investigacion sobre la desaparicion de dos estudiantes universitarias, Sharon Lewis y Miranda Moore. Lewis fue encontrada muerta y Moore escapo, pero no pudo identificar al asesino.

El cuerpo de la mujer sin identificar fue descubierto a primera hora de la manana del sabado por Ryan Parker y dos amigos. Ryan, de once anos, es hijo del juez del Tribunal Superior, Richard Parker. Hacia mediodia, mas de cuarenta alguaciles del sheriff y voluntarios peinaban la zona situada a seis kilometros al este de Creek Road y quince kilometros al sur de la Ruta 84. Nadie ha podido confirmar concretamente que tipo de pruebas buscaban.

«Cuando la encontramos, pensamos que podia ser la chica desaparecida – dijo Parker-. Estaba desnuda.»

Una fuente de la oficina del alcalde ha dicho «Ya era hora», al saber que el FBI vuelve a participar en la investigacion. «Necesitamos un equipo de profesionales competentes para dar con este asesino de una vez por todas. Las mujeres de Bozeman tienen miedo, y con razon.»

La noche del viernes pasado, la senorita Douglas salio del Salon Hannon de la Universidad de Montana State en su propio coche para acudir a su trabajo en la pizzeria de la Interestatal 191. No volvio al campus. Su companera de habitacion comunico a la seguridad del campus que la senorita Douglas estaba desaparecida y posteriormente llamo a la oficina del sheriff del condado de Gallatin. La policia no tardo en encontrar su coche en el aparcamiento de la pizzeria.

La primera victima conocida del Carnicero…

Nick dejo el periodico sobre la mesa de un golpe, y el cafe se derramo por el borde de la taza.

Quinn tambien opinaba que la entrevista de Eli a Ryan Parker era inaceptable. ?Donde estaba el juez Parker ahora? ?Por que no le habia parado los pies?

No era solo la entrevista de Ryan. A Quinn no le agradaron las provocaciones de Eli contra la oficina del sheriff. Lo ultimo que necesitaba en ese momento era una guerra de feudos que enlodara la investigacion. Los hombres de Nick ya lo miraban como a un extrano. Si sospechaban que intentaba minar la influencia de Nick, nadie querria ayudarle.

Tenia que ganarse la confianza de esa gente.

– Hare una declaracion oficial -dijo Quinn, y dejo unos dolares sobre la mesa.

Nick le lanzo una mirada al salir de la cafeteria. Se detuvieron junto a su camioneta.

– No se de que servira eso.

– Es tu investigacion, Nick. Yo no estaria aqui si no me hubieras invitado. Eso lo sabes.

– ?Estoy haciendo las cosas bien? ?He pasado algo por alto? Quinn alzo las manos.

– Para. No te sirve de nada ponerte a especular. Has puesto todos los puntos sobre las «ies», has cumplido cabalmente con tu deber, y no creas que yo no seria el primero en decir algo si no hubiera sido asi. Pero jamas iria primero a ver a los de la prensa, sino a ti. Espero que eso lo tengas claro.

Nick cerro los ojos.

– Lo se, lo se. Lo que pasa es que Eli me rompe los huevos, ?sabes?

– Si, es un capullo.

Caminaron una manzana hasta el centro publico, donde el forense tenia su despacho y laboratorio.

– ?Como se ha tomado Miranda lo de que te alojes en la hosteria? -pregunto Nick.

– Todavia no lo sabe -dijo Quinn, con una mueca.

– No le gustara nada.

– Sabra encajarlo.

Nick no estaba seguro de que Miranda supiera encajarlo. Ya estaba enfadada con el por haber llamado a Quinn sin consultarla. No era necesario, pero Nick solia pedirle su opinion en diferentes cuestiones relacionadas con la investigacion del Carnicero, sobre todo cuando se trataba de la busqueda inicial. Con el tiempo, se habia acostumbrado a su relacion de trabajo. Habia sido un paso facil convertir esa amistad en una relacion mas intima.

El hecho de que el se hubiera marchado dos anos antes porque Miranda no respondia a sus sentimientos no mitigaba su desagrado porque Quinn estuviera practicamente compartiendo techo con ella En el fondo de su corazon, sabia que Miranda no volveria con el. Si volvia, seria porque era la segunda opcion, despues de Quinn.

No le parecia una perspectiva particularmente agradable.

Quinn le caia bien. Pero el amaba a Miranda, y pensar en los dos juntos…

No, eso no sucederia. Miranda vio como su vida se venia abajo cuando Quinn la expulso de la Academia. Despues de tantos anos alimentando ese dolor y esa rabia, seguro que no se le pasaria ahora, en las pocas semanas que Quinn estuviera en la ciudad.

De modo que todavia quedaba una oportunidad, penso Nick al entrar en la sala de espera del forense. En realidad, penso, quiza Miranda lo buscaria a el precisamente porque Quinn estaba en la ciudad. El le ofreceria su comprension, su simpatia, su hombro.

No, el no se iba a conformar con un segundo puesto. Miranda tenia que amarlo a el en lugar de verse empujada a sus brazos por la intervencion de otro hombre.

Ryan Parker estaba sentado en lo alto del monte, seguro de que nadie podia verlo, y observaba a la gente que se reunia mas abajo. Pero su mirada no seguia el ajetreo de los agentes del sheriff.

Le atraia la escena del crimen, aislado por la cinta de plastico de la policia. Le hacia pensar en la chica que habian encontrado. Jamas olvidaria el cuerpo azuloso y desnudo. El tajo profundo, de color rojo oscuro, casi negro, en el cuello. Los cortes y magulladuras por todo el cuerpo.

Sin embargo, ahora sentia que sus ojos lo perseguian.

No habia dormido gran cosa la noche anterior. Cada vez que intentaba quedarse dormido, Rebecca Douglas lo estaba mirando con sus ojos azules abiertos y congelados por la muerte.

Ryan habia visto a docenas de animales muertos en sus once anos. En una ocasion, mato a un ciervo con su rifle del 22, un disparo certero en la nuca, y su padre se mostro muy orgulloso de el. Pero el mismo no se sintio tan orgulloso.

La caza no estaba mal. A el no le gustaba especialmente, no como a su padre y a su tio, pero no estaba mal.

La pesca, por el contrario, era el paraiso. Si sus padres lo dejaran iria a pescar todos los dias. Se sentia libre e independiente alla el lago, o sentado a la orilla de los remolinos en el recodo del rio que quedaba mas al sur de su casa, o en el muelle del lago. Aquello lo hacia mas feliz que cualquier otra cosa en la vida. Mas que los caballos. Desde luego, mas que la caza.

En general, Ryan se encontraba mas a gusto solo que acompanado de sus padres.

Quiza tuviera que ver con la quietud. O con la espera. Sean y Timmy no tenian paciencia para pescar. Timmy guardaba silencio, pero se movia demasiado. Sean ya ni siquiera iba porque Ryan se negaba a guardar la cana si

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