El despacho de Nick era la segunda sala destinada a la investigacion del Carnicero. Un mapa de la region al sur de la interestatal hasta West Yellowstone cubria casi toda una pared. Las chinchetas de color senalaban los puntos donde habian desaparecido las mujeres, donde se habian encontrado los cuerpos, y donde se situaba el lugar de su cautiverio. Con los datos aportados por las pruebas, habian trazado una linea fina de la ruta que habian seguido en su intento de escape.
Con la excepcion de Sharon, ninguna de las siete victimas habia recorrido mas de tres kilometros. A Sharon la habia matado a seis kilometros de la choza. Miranda habia caido al rio unos ochocientos metros mas alla.
El mapa de la pared incluia una linea temporal, con fotos e informacion balistica, escrita con la menuda letra mayuscula de Nick.
Quinn se acerco al tablero y reviso la informacion que conocia de memoria, esperando que algun nuevo detalle de pronto le llamara la atencion.
No habia camara de seguridad en el surtidor donde Penny habia dejado el coche.
Por aquel entonces, la policia trato el caso de Penny como el de una persona desaparecida y una probable agresion. Cuando encontraron huellas de sangre en el volante, pensaron que Penny se habia estrellado contra la zanja, y nunca descartaron una muerte accidental. No sabian que se enfrentaban a un asesino en serie. El sheriff Donaldson creia que el ex novio de Penny la habia matado y que luego habia chocado el coche para confundir a la policia, pero no encontro pruebas que sustentaran su acusacion. Tuvieron que pasar tres anos para que se reconociera a Penny como la primera victima del Carnicero.
Dos anos mas tarde, desaparecio Dora Feliciano. No tenia vehiculo, y volvia a casa caminando de su trabajo en el centro de Bozeman. Todavia habia dudas de si el Carnicero era el culpable de su desaparicion. La oficina del sheriff miraba con malos ojos a su novio y companero de piso, pero no habia pruebas claras que lo relacionaran con su desaparicion.
Entonces, cuando tras la desaparicion de las hermanas Croft, llego a Montana Colleen Thorne, la colaboradora de Quinn, pusie ron a Dora en el tablero. El episodio databa de hacia tres anos. El razonamiento de Colleen era que el Carnicero todavia estaba fraguando una estrategia. Dora habia sido un blanco facil, caminando sola por la noche. Bozeman era una ciudad con bajos indices de criminalidad. La mayoria de las mujeres se sentian seguras.
Quinn se estremecio al recordar lo cerca que habia estado Miranda de morir. Lo que habia sufrido a manos del Carnicero, su voluntad de vivir, su huida.
La informacion sobre Miranda era mas larga y detallada. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que el secuestro era premeditado. Y supieron que se trataba de un asesino en serie. Volvieron al caso de Penny Thompson, pero su padre ya hacia tiempo que se habia deshecho del coche. Cuando la policia lo encontro, el nuevo propietario explico que el carburador estaba tan inutilizado que lo habia tenido que reemplazar por otro. El anterior lo habia tirado a la basura.
En junio de 1997, desaparecieron Susan Kramer y su companera de habitacion, Jenny Williams. Se les considero inmediatamente victimas del Carnicero porque sus coches abandonados tenian melaza en el deposito de gasolina. Cuatro meses despues, unos cazadores encontraron el cuerpo de Susan. No estaba en buenas condiciones pero la identificaron en la autopsia. Le habian disparado en una pierna y en el pecho.
Nunca encontraron el cuerpo de Jenny.
El ano 1999 fue un ano estrella para el Carnicero, penso Quinn, asqueado. Tres chicas universitarias desaparecidas, todas secuestradas por separado, con una diferencia de tres semanas, empezando el 28 de abril. Ninguno de los cuerpos fue recuperado. En 2001 desaparecio otra mujer, una alumna de biologia, originaria de Florida, despues de abandonar el coche a unos cinco kilometros de su ultima parada.
El caso de Karen Papadopoulis era diferente, porque encontraron el cuerpo antes que el vehiculo, que estaba oculto en un pequeno camino secundario al oeste de Old Norris, en el condado vecino de Madison. Le habian disparado en el muslo con un rifle de alta velocidad, aunque no era eso lo que la habia matado.
Habia muerto degollada.
Quinn se aparto del tablero con esa rabia contenida que conocia bien. Sabia que el Carnicero era listo e ingenioso, y que seguiria matando hasta que cometiera un error. Pero todavia no habia cometido error alguno.
– Asi que sabemos que este sujeto no identificado tiene un vehiculo -senalo Quinn, mientras se paseaba de arriba abajo-. Pero no puede llegar con el hasta la choza. Todas las mujeres eran menudas, pesaban menos de sesenta kilos. Un hombre en forma podria cargar con ellas.
– O arrastrarlas en una especie de trineo.
– Es verdad, pero no hemos visto ese tipo de huellas, ?no?
Nick nego sacudiendo la cabeza y se apreto el puente de la nariz.
– Vale, asi que cargaba con las chicas hasta alla arriba. A veces eran dos.
– ?Una cada vez?
– Es lo mas probable.
El Carnicero era un hombre paciente. Metodico. Planeaba sus movidas. Tenia que planear su itinerario antes de los secuestros. La barraca estaria preparada con las cadenas y un candado en la puerta. Era lo bastante fuerte para cargar con una mujer por el monte, y probablemente conducia un todoterreno hasta un punto cercano antes de seguir a pie.
No habian encontrado pruebas que indicaran que montaba a caballo, pero Quinn no podia descartarlo. Ya que se trataba de un hombre metodico, quiza se tomara el tiempo para borrar las huellas.
Quinn volvio a concentrarse en el mapa, con la barbilla apoyada en una mano.
– Todas las barracas se encuentran relativamente cerca, entre cinco a diez kilometros, de algun tipo de camino, o de senderos que ya no se usan, tapados por la vegetacion -dijo. No era ninguna revelacion, simplemente intentaba pensar en la investigacion desde otra perspectiva-. Ya lo hemos definido como un hombre fuerte pero, ademas de los musculos, tiene que estar acostumbrado a trabajos manuales largos y duros.
– La busqueda en los registros de propiedad no ha arrojado resultados -siguio Quinn. Habian buscado en los registros de las zonas donde estuvieron encerradas las otras mujeres y descubrieron que habia tantos propietarios como cabanas -. Y ?que hay del lugar donde encontraron a Rebecca?
– Es propiedad privada, unas cuatrocientas hectareas, pertenecen a un tipo de Hollywood. Viene una o dos veces al ano. Es probable que ni sepa que la barraca esta en sus tierras. Su rancho esta en el otro extremo.
– ?Lo has comprobado?
– No -dijo Nick, despues de una pausa.
– Y ?que hay de su casa? -pregunto Quinn, frunciendo el ceno.
– Tiene un cuidador.
– Ire a verlo.
Nick apreto la mandibula, y Quinn sospecho que su amigo temia haber pasado algo por alto. Si bien era un filon importante de la investigacion, a Quinn le preocupaba que Nick se sintiera amenazado, sobre todo despues de la luz negativa que la prensa habia arrojado sobre la actuacion de la oficina del sheriff.
– Es un tiro al aire -dijo Quinn. Nick no parecio mas tranquilo.
– Voy a buscar el registro de la propiedad. Ahora vuelvo -dijo Nick, y salio.
Quinn lo vio cerrar la puerta y fruncio el ceno. Nick estaba dejando que la prensa lo afectara, y eso no era buena senal. Cuando Colleen realizo una busqueda, habia visto que la oficina bajo su mando estaba calificada como «muy competente», pero senalaba que el anterior sheriff habia sido muy laxo en su tratamiento de los