?Como habia sobrevivido Miranda a una tortura tan brutal? ?Para luego convertirse en la mujer fuerte y valiente que era? La venda que no lo dejaba ver habia caido. Entendio que Miranda era mas que una victima, mas que una superviviente.
Era la vencedora.
Ashley volvio a gritar y a sollozar. El silencio casi absoluto del Carnicero era mas desconcertante que si lo hubiera oido gritar obscenidades. Como si al guardar silencio se quisiera demostrar algo a si mismo.
Nick no supo cuanto tiempo el Carnicero siguio torturando a Ashley. Era como si no se percatara de la presencia de el. Ignoro todas sus suplicas, maldiciones y acusaciones. Al final, salio. Y cerro la puerta con la cadena. Ashley permanecia en silencio.
?La habria matado?
No, no haria eso. La necesitaba para la caza. Quiza se hubiera desmayado. Escucho aguantando el aliento hasta que tuvo la seguridad de que respiraba.
Nick queria consolar a la chica, pero no sabia que decir. ?Que podia decir el para borrar el dolor y la humillacion de lo que Ashley acababa de vivir?
Decidio prepararse mentalmente para la huida. Quizas el Carnicero viera como un desafio cazar al sheriff. Nick tenia que idear algun tipo de manipulacion psicologica para convencerlo de que lo soltara.
Si podia provocar al Carnicero para que se decidiera a cazarlo, quiza le diera a Ashley una verdadera oportunidad para escapar. Tenia que convencerla para que corriera en la direccion contraria.
Y que no mirara atras.
La Puta le advirtio que no usara mas la cabana en caso de que el poli le hubiera contado a alguien a donde se dirigia. La Puta creia que seguia mandando.
A el no le importaba dormir al aire libre. Tenia un saco de dormir para bajas temperaturas, una manta termica y cafe caliente que habia comprado en una gasolinera despues de dejar a su chica.
Era dificil concentrarse en ella con ese maldito poli al lado que no callaba. Penso en matarlo y acabar de una vez… Igual, al final lo mataria. Aunque la idea de cazar a un poli lo entusiasmaba. Seria una presa dificil. Incluso puede que tratara de atacarlo.
Pero el poli perderia, desde luego.
Se puso a cavilar sobre como atar algunos cabos sueltos. La Puta le dijo que no podia tener a Miranda Moore. Eso cambiaria. La Puta ya no mandaba.
Mataria a la que consiguio escapar. Que duro habia sido. Lo perseguia hasta en sus suenos. Ahi donde veia su foto, habia una pesadilla en ciernes. El no recordaba toda la pesadilla, solo que se despertaba empapado en sudor, todavia viva la imagen de ella cortandole el corazon de un tajo para luego devorarlo, mientras el miraba.
Y entonces se transformaba en su madre.
Se dio cuenta de que luchaba contra su saco de dormir. Se obligo a relajarse. No pienses en
Era Miranda. Ella era la culpable de que volvieran los malos recuerdos. La que se habia escapado.
La Puta no dejaria que la matara, pero a el ya no le importaba. Si insistia, tambien le cortaria el cuello.
Quiza lo hiciera de todas maneras.
Capitulo 27
Se
?Habia sido realmente su sueno? ?O es que huia de algo?
Miranda estaba convencida de que convertirse en agente activa y trabajar en labores policiales (concretamente, se trataba de convertirse en agente del FBI), le daria la fuerza que necesitaba para vencer sus demonios. Creia que si tenia la placa, tendria el valor. Y que sus pesadillas se desvanecerian.
Semanas despues del secuestro, temia que el Carnicero viniera a por ella. Que la matara mientras dormia. Que volviera a llevarsela a ese lugar perdido y a perseguirla para cazarla como a una bestia. Solia despertarse con un grito ahogado en la garganta y dando patadas como si corriera.
Esa pesadilla se desvanecio, pero otras la reemplazaron. Llamaba a mujeres que habian desaparecido. Gritaba hasta que no le quedaba voz y sentia los pies cansados. Caia en una tumba sin fondo. Caia y caia… hasta que se despertaba banada en un sudor frio.
No era su seguridad fisica lo que le preocupaba, sino su estado mental. Mientras el Carnicero siguiera acosando a las mujeres, se aduenaria de sus suenos.
– ?Que pasara si el Carnicero no es Palmer ni Larsen? -le pregunto a Quinn.
– Tendremos que ampliar la busqueda. Camioneros, viajantes de comercio, o quizas hemos pasado por alto a alguien de la lista de la universidad. Revisaremos cada interrogatorio, cada nota, volveremos a interrogar a las personas. Olivia esta trabajando muy a fondo con esas pruebas, lo han fijado como prioridad. Si hay restos de ADN en una piedra, ella los encontrara.
– Pero necesitamos el ADN de un sospechoso para compararlo.
– Comprendo lo duro que sera todo esto para ti.
– Siento que ahora mismo deberia estar alla, en el bosque. Buscando a Ashley. Y a Nick.
A Miranda le ardian los ojos y le dolia la cabeza de tanto mirar mapas y registros de propiedad, intentando desentranar que habia descubierto Nick y donde habia ido.
– Escucha, no quiero que te hagas ilusiones con la suerte de Nick -dijo Quinn, con voz temblorosa. Estaba tan preocupado por la desaparicion de Nick como ella.
– No puedo dejar de pensar que esta vivo. ?Si no, por que el Carnicero dejaria abandonado el coche? Si Nick hubiera muerto, ?por que no dejar tambien el cuerpo? -No lo se. Quiza temiera que recogieramos pruebas tras un analisis del cadaver. Si hubo lucha, quiza quedaran en Nick restos de la piel o la sangre del agresor. En ese caso, seria preferible abandonar el cuerpo donde nadie pudiera encontrarlo.
– Y entonces, ?por que dejar el vehiculo abandonado junto al camino?
– Para distraernos. Nos obliga a dividir nuestros recursos. Si nos centramos en buscar a Nick, ya no estamos buscando a Ashley. Y si encontramos a Ashley, llegaremos al Carnicero -dijo, y se paso una mano por el pelo-. Pero son solo especulaciones. Aunque el Carnicero nunca ha pretendido burlarse de la policia, quiza sea su manera de decirnos que es mas listo que nosotros. «Fijaos. Puedo matar al sheriff y no sois capaces de cogerme.»
Sono el movil de Quinn y Miranda se puso tensa. Las noticias a esa hora de la noche nunca eran buenas.
El le apreto la mano y no la solto. Ella hizo lo mismo.
– Peterson.
Miranda estaba lo bastante cerca para oir la voz de una mujer.
– Soy Colleen. Toby y yo acabamos de visitar a Palmer. Diria que las probabilidades de que sea nuestro hombre son practicamente nulas. El tipo tiene que comer papilla. Se queda sin aliento con solo caminar del sillon hasta la nevera.
– Mierda.
– Tengo los datos del contacto en su empleo. Palmer dice que lleva varias semanas sin ausentarse ni un dia.