– Nick, no podemos dejarlo aqui.
– ?Se encuentra bien? -pregunto Booker.
Miranda miro por encima del hombro y fruncio el ceno. Pensaba que Nick habia salido detras de ella.
– No lo se. -Se giro hacia Lance-. Llama por radio, transmite las coordenadas y pregunta a que hora aproximadamente llegaran los refuerzos. Diles que necesitamos trasladar a heridos totalmente inmovilizados. Voy a sacar a Nick -dijo, y volvio a la entrada.
Nick seguia tirado en el suelo. Miranda no se habia dado cuenta de lo malherido que estaba. Respiro hondo, vacilo un momento y volvio al interior de aquel espacio asfixiante. Se arrodillo junto a el.
– Nick, levantate.
– No puedo. La cabeza. No veo nada.
– Te sacare de aqui, pero tendras que echarme una mano. ?Puedes caminar?
– Supongo que algo.
Tardaron varios minutos, un tiempo precioso, en salir con Nick de la barraca. Miranda lo dejo sentado junto a Booker.
Nick tenia la cabeza cubierta de sangre reseca. Estaba caliente al tacto. Demasiado caliente. Tenia la mirada desenfocada. Le habian dado un fuerte golpe en la cabeza. Era probable que fueran los sintomas de una infeccion.
No habia manera de que pudiera salir de la quebrada por su propio pie.
Necesitaba urgentemente ayuda medica.
– Miranda, vete. Coge a Ashley y vete de aqui antes de que vuelva.
– No puedo irme y dejarte aqui solo. Te matara. -Pero no veia otra solucion.
– Te estoy dando una orden, Miranda.
– ?No me vengas con tus ordenes! -exclamo ella. Apoyo la cabeza en las manos y respiro hondo -. Joder, Nick, pense que habias muerto, estaba destrozada. No me hagas esto. Ni se te ocurra hacer alguna tonteria.
El cerro los ojos y suspiro.
– No podre salir de aqui caminando, Miranda.
Ella le toco la cabeza ahi donde tenia una herida reseca, profunda y ensangrentada.
– Nick, tienes fiebre. Necesitas un medico.
– Pues llama a uno cuando vuelvas a la ciudad.
– Lance, ?con quien has hablado? ?A que hora llegaran?
– He hablado con Charlie. Tardaran entre cuarenta y cuarenta y cinco minutos.
?Que podia hacer ella? ?Cargar con dos hombres a lo largo de unos cuantos kilometros de terreno rocoso y abierto? Y ?Ashley?
Quiza David Larsen estuviera a punto de llegar. No podian quedarse ahi sentados esperando un equipo de rescate. El los cogeria uno a uno. Y ella no estaba dispuesta a dejar a nadie atras. Cuando volviera con ayuda, seria demasiado tarde.
Lanzo una mirada a la chica, que seguia acurrucada, cogiendose las rodillas, meciendose sin parar. El jersey verde oscuro que Miranda le habia pasado para abrigarse y taparse la cubria entera.
Tenia la cara llena de moretones, el pelo inmundo y enredado. Olia a su propia mierda. Los cortes y heridas en todo el cuerpo quedaban ocultos, pero Miranda los habia visto y sabia que Ashley estaba emocional y fisicamente destrozada. Miranda conocia ese infierno donde ella habia estado. Sin embargo, con el tiempo, sus heridas se habian desvanecido, todas y cada una de ellas.
Ashley le dio fuerzas. Aquella chica la necesitaba. No podian quedarse sentadas esperando que llegara alguien a ayudarles. Sobre todo si no sabian donde estaba Larsen.
Se mordio el labio y miro a su alrededor. La barraca estaba en el extremo cerrado de la quebrada. A unos veinticinco metros de donde se encontraban, se estrechaba, y no seria facil salir. Hacia el otro lado, se encontraban se ensanchaba hasta cientos de metros, en algunas partes, y se estrechaba a menos de diez metros en otras. Sin embargo, ella sabia perfectamente donde desembocaba. Ahi mismo, habia pocos lugares donde ocultarse. Desde luego, no habia lugar para cuatro personas adultas.
Miranda no podia dejar ahi a los hombres heridos y a Ashley mientras buscaba un buen escondrijo hasta que llegaran refuerzos. Nick y Lance no llegarian muy lejos.
Se volvio hacia Nick.
– Toma -dijo, y le paso su segunda pistola.
– No quiero quedarme con tu arma.
– Tengo otra, Nick, y no me ire si no la coges. -Le cogio la mano y lo obligo a empunarla. El la mantuvo asi.
Miranda metio su mapa en un sobre de plastico para impedir que la lluvia lo empapara y le indico a Booker la ruta que seguiria.
– Voy hacia el este siguiendo la quebrada. Aqui dobla hacia el sur. Son muchos kilometros, hasta llegar cerca de Big Sky, pero yo conozco un atajo en el recodo que nos llevara hasta… -senalo-… aqui. -Miro de Lance a Nick-. Seguire el curso del lecho rocoso todo lo posible, pero para ocultar nuestro paso quiza tengamos que subir por alguna ladera. Llevo la radio, pero la fijare en sesenta y cuatro. ?Vale? ?Eso significa silencio? Nada de hablar. Lo mejor que podeis hacer es seguir con vida.
Miranda miro a su alrededor y senalo a unos quince metros monte arriba.
– Lance, ?ves esas rocas de mas arriba? El siguio la direccion de su dedo.
– Si.
– ?Puedes llevar a Nick hasta alla arriba?
– Creo que si.
– Tienes que hacerlo. Aqui los dos sois un blanco perfecto. Subid hasta alla y esconderos. Llama a Charlie y le cuentas el plan. Si veis a Larsen, llamad a mi frecuencia y decidme cuanto tiempo tengo. -Se ajusto la radio -. Si os ve… disparad a matar.
No era el mejor plan, pero se les acababa el tiempo.
– ?Estas bien? -le pregunto a Nick, apretandole la mano.
– Bien.
Miranda miro su reloj, y se seco la llovizna de la cara. Las 16:35. Hacia solo quince minutos que habia divisado la cabana. Parecia una eternidad.
Tenian casi cinco kilometros que recorrer antes de que se pusiera el sol. No llegarian antes de esa hora, aunque corrieran todo el camino.
– Ashley, tenemos que irnos.
– No puedo. Dejame quedarme con ellos.
– El te buscara. -Ademas, apenas habia sitio suficiente en esas rocas para esconder a dos hombres.
Miranda pudo enfrentarse a su miedo en la barraca y vencer. Si ella podia con su claustrofobia, era evidente que podia liberar a Ashley. Pero solo si la chica colaboraba.
– Vamos -dijo.
– No puedo -dijo Ashley, sin parar de llorar, con las lagrimas banandole las mejillas.
– Si que puedes. No dejes que el gane.
– Eres mas fuerte de lo que crees, Ashley -dijo Nick.
Algo en su tono de voz hizo que Miranda se volviera. Nick tenia los ojos cerrados, pero ella vio por su expresion que estaba preocupado. Y mas que preocupado. Era como un mudo entendimiento. El sabia. Habia estado ahi tendido, habia sido testigo de la violacion de Ashley. Miranda aborrecia que hubiera tenido que pasar por eso.
Sin embargo, por primera vez en su vida, no se detuvo a pensar en ese pasado tan lejano. Habia escapado del Carnicero entonces, y ahora volveria a burlarlo.
– Tenemos que irnos -repitio-. Lance, no te olvides de llamar a Charlie en cuanto os hayais escondido en la ladera.
– Descuida.
Ashley gemia y se sacudia con cada sollozo. Pero parecia resignada a irse con Miranda cuando se incorporo penosamente, con los brazos todavia cruzados sobre el pecho.
Miranda se giro por ultima vez para mirar a Nick y ponerse la mochila.