mantendria cerca de los arboles para contar siempre con el elemento sorpresa. Miranda habia sembrado de huellas falsas en el lado norte de la quebrada, en la ribera opuesta a donde se escondia ahora.
Suponia que, gracias a su camuflaje, Larsen se confundiria con la vegetacion. Con todos los musculos endurecidos por la tension, espero, sin dejar de escudrinar.
Alli.
Un movimiento a su izquierda. Leve. Justo frente al escondrijo de Ashley. Miro y no vio nada. Quizas era la lluvia la que distorsionaba su vision periferica.
La luz estaba a punto de desvanecerse del todo bajo los cielos grises. La visibilidad era minima. La trampa era una mala idea. No lograria distinguirlo.
Pero quiza funcionaria. El pasaria de largo, y ella y Ashley se quedarian quietas hasta que llegara Quinn.
Si. Eso seria lo mejor.
Lejos, a su izquierda, percibio un movimiento. Joder. ?Ashley! Baja la cabeza. Quedate quieta. ?Acaso no habia escuchado sus instrucciones?
Justo delante de ella, a unos doce metros, lo vio. Estaba totalmente quieto. Ella habia dejado una huella que seguia unos sesenta metros mas alla de su escondrijo, antes de volver atras. ?Por que se habia detenido ahi? ?Habia oido algo? ?Olido algo?
?Habia visto a Ashley en el interior del arbol podrido donde Miranda la habia escondido?
Mierda. ?Que lo habia alertado?
Empezo a entrarle el panico. Era imposible que supiera donde estaban escondidas. Ni ella ni Ashley.
No, esta vez no echaria a correr. Se quedaria ahi mismo, detras de las rocas mas bajas. Estaba tendida sobre el vientre, mirando desde arriba. Observando, con la mira puesta en el Carnicero. Estaba demasiado lejos para tenerlo como blanco seguro. Y no podia permitirse errar. Un solo disparo perdido y el daria media vuelta y vendria a por ellas. Sabiendo donde estaban.
Su plan era volver sobre sus pasos una vez que Larsen pasara. En los diez minutos que habia tenido para planearlo, decidio que la mejor trampa consistia en no dejarse atrapar. Que el pasara y entonces ellas volverian lo mas rapido posible adonde estaba Nick. En algun momento, antes de llegar a el, se encontrarian con Quinn y los demas.
Su primera responsabilidad era proteger a Ashley, no capturar al Carnicero. Sin embargo, a pesar de ese miedo, queria detenerlo. Ahora. No darle ninguna oportunidad mas de hacerle dano a una mujer.
Pero su trabajo le exigia que sacara a Ashley del monte y la pusiera a salvo, y ella se lo tomaba muy en serio.
El se quedo quieto, sin mover ni un musculo. ?Por que?
Aunque no veia a Ashley, Miranda percibia su panico.
Todo ocurrio como a camara lenta. Ashley asomo la cabeza fuera del tronco. Y volvio a ocultarse.
Larsen se giro completamente y se quedo mirando el tronco. Levanto el rifle.
Ashley grito y salio arrastrandose del arbol muerto. Miranda apunto con su pistola a Larsen. Este puso una rodilla en tierra y giro su rifle hacia Ashley.
Miranda disparo una, dos, tres veces.
Larsen cayo al suelo. ?Le habia dado?
Ashley volvio a gritar y Larsen se arrastro por el suelo apoyandose en los antebrazos. Hizo girar el rifle y le disparo a Ashley.
– ?Ashley, agachate! -grito Miranda, al tiempo que disparaba tres veces mas contra Larsen. Pero el ya se habia echado a rodar, lejos de su alcance y desaparecio detras de una roca.
?Mierda! ?Donde se habia metido?
Ashley llego dando tropezones al punto donde se escondia Miranda.
– Lo siento, lo siento. Crei que me habia visto. Y que tenia que correr. Lo siento.
– Shh. Calla.
– Lo siento.
– Callate -ordeno Miranda. Tenia que pensar. Se quedo mirando la roca, a unos doce metros. La visibilidad era tan escasa que no podia ver mas alla. ?Se habia parapetado al otro lado? ?Intentaria cogerlas por la derecha? ?Por la izquierda? ?Por atras?
El tenia que saber donde estaban. Pero Miranda no se atrevia a moverse.
Lo esperaria. No tenia otra alternativa
Capitulo 34
Paso un minuto.
Miranda no se movio. Apenas se atrevia a respirar. El unico ruido que oia aparte del golpeteo constante de la lluvia eran los temblores de Ashley.
Barrio el bosque con la mirada. Alerta a cualquier movimiento. A algo que le dijera donde se habia metido.
Nada.
Paso otro minuto.
Sintio el miedo en la boca, un sabor repugnante que le dio ganas de escupir. Pero no se atrevio a abrirla. El pecho se le iba encogiendo mientras sus ojos iban de un lado a otro, sin parar.
Se sentia como un animal paralizado por un terror atavico. Incapaz de moverse, incapaz de salvarse. Finalmente moriria ahi, como un cordero esperando al matarife. Impotente.
– Ashley -murmuro al oido de la chica-, bajare arrastrandome hasta el arroyo.
– ?No!
– Shh. -?Maldita sea! ?Que le pasaba a esa chica? ?Acaso no entendia que la presa debia guardar silencio? Sobre todo, silencio.
Miranda empezaba a perder la sangre fria.
– Voy a…
Oyo la descarga seca de un rifle al mismo tiempo que un trozo de la roca donde se escondia se hizo anicos junto a su cara. Ella pudo ahogar un grito, pero Ashley no.
– ?No! -chillo Miranda cuando Ashley se incorporo de un salto y comenzo a correr ladera abajo.
Ashley tropezo y rodo por el suelo.
Miranda comenzo a arrastrarse cerro abajo sobre el vientre, reduciendo el tamano del blanco, y vio que Ashley se movia. No estaba muerta. La caida le habia salvado la vida. Por el rabillo del ojo, percibio un movimiento. Se giro y apunto hacia abajo. El estaba en parte cubierto por las rocas, asi que tambien estaba tendido.
Ahora levanto el rifle.
Ashley se incorporo y echo a correr.
Miranda disparo una vez para distraer a Larsen. La bala reboto justo a sus pies, pero el ni