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Un pringado.
Tuvo un estremecimiento en la noche. El aire humedo de Portland le recordaba su infancia, y eso le recordaba lo mucho que odiaba a su familia.
Miro por la puerta del patio y sonrio. La familia perfecta para la foto, sentados en el sofa, sonriendo. Solto una risilla. No habia familias perfectas. La gente creia que su familia era perfecta. Al menos durante un tiempo. ?Vaya chiste!
En el interior de la casa, la madre, la senora Gina Harper, divorciada, se incorporo y se desperezo.
La nina mayor, una adolescente, bostezo y se incorporo lentamente del sofa. La nina mas pequena, de unos cinco o seis anos, protesto. Llevaba el pelo negro y rizado recogido en coletas. Gina Harper la cogio, le hizo cosquillas y se la llevo de la sala. La chica mayor miro hacia donde estaba el con un gesto extrano, luego junto los platos de palomitas y las latas de refresco, apago las luces y siguio a su madre y su hermana.
A el se le acelero el corazon con solo pensar que quizas ella lo habia intuido. Que de alguna manera conocia su destino.
Que ella seria la proxima en morir.
Pero, por supuesto, ella ni siquiera lo habia visto, ni siquiera sabia que estaba en el patio de ladrillos, en el exterior del salon familiar. Se habia preparado con mucho cuidado.
Esta vez habria una pequena discordancia menor con el libro, pero estaba seguro de que la autora lo agradeceria.
Capitulo 7
Rowan durmio a rachas, con las emociones todavia a flor de piel. La pesadilla seguia ahi, aunque ahora estaba despierta, y no tenia que ver solo con los asesinatos de la familia Franklin. Otros demonios de mas de cuatro anos de antiguedad intentaban hacerse un lugar en su memoria consciente. Tenia que luchar con toda su rabia para mantenerlos a raya. Y de tanto esfuerzo, le vino un dolor de cabeza tan punzante que la dejo atontada.
Se tomo dos capsulas de Motrin, un medicamento de receta, y bajo. Michael estaba sentado a la mesa del comedor leyendo los papeles de un archivo.
– ?Que es eso?
El levanto la mirada, fruncio el ceno y cerro la carpeta.
– Tiene un aspecto horrible.
– Gracias. -Desde luego, el no iba a contarle lo de la carpeta. Ella penso que tendria algo que ver con el asesinato de la florista, o con la pobre Doreen Rodriguez. No tenia por que mirar la carpeta, ya habia visto los asesinatos en su imaginacion.
– Le preparare algo de comer.