– ?Ha venido a verlo alguien recientemente?
– La verdad es que si -dijo Milt, y parpadeo.
– Tengo que ver los registros de seguridad.
Una hora mas tarde, Roger salia con copias de los registros de visitas desde el 10 de mayo hasta el 23 de septiembre del ultimo ano, y con la promesa de que Milt pediria los videos de seguridad correspondientes a aquellos dias y los enviaria inmediatamente a la sede del FBI.
En veintitres anos nadie habia visitado a Robert MacIntosh, hasta el ano pasado, cuando Bob Smith vino a verlo dos veces.
?Quien diablos era Bob Smith?
Capitulo 8
Rowan se desperto temprano; volvia a tener un dolor de cabeza horrible. Metio la mano bajo la almohada, saco la Glock y se la quedo mirando un rato. Casi no recordaba haberla cambiado de su lugar habitual, en su mesilla de noche, a debajo de la almohada.
Habia dormido con un pantalon de chandal y una camiseta, y no se molesto en cambiarse. Se limito a sacar las mangas de la camiseta, se puso un sujetador y volvio a meter los brazos. Era un truco que sus escasos amantes admiraban, y a ella le deberia haber demostrado que se dejaban impresionar facilmente.
Entro en el bano, se peino y se recogio el pelo en una rapida coleta para su sesion de
Nunca se habia preocupado de su aspecto. Uno de sus ex novios, Eric Hamilton, le habia dicho que era bella como la escultura de una diosa. Ella no presto atencion a su cumplido como si fuera un lugar comun, sin interesarse demasiado en un hombre que prestaba mas atencion a su aspecto que a su inteligencia. Francamente, no le interesaban las relaciones. Antes de Eric, habia tenido relaciones con otros hombres, ninguno de ellos del FBI, y ninguno era serio. Solo sexo y una taza de cafe, nada mas.
?Como podia acercarse a alguien cuando todas las personas que conocia morian? ?Como iba a compartir su pasado cuando ni siquiera podia pensar en el, excepto en sus pesadillas?
Su relacion con Eric fue lo mas parecido a una relacion de verdad, de todas las que habia tenido, y solo habia que ver el patetico resultado. El lo pedia todo de ella, pero no podia verla por lo que era. Estaba herida. Con Eric interpreto un papel, el de una agente del FBI tranquila, comprometida e inteligente que no tenia miedo de enfrentarse a los malos en un callejon oscuro. Con Eric era caliente en la cama, pero fria en la conversacion. Ella lo sabia pero no podia cambiarlo. Ni siquiera sabia si tenia ganas de hacer el esfuerzo.
El le habia pedido que se mudara a su piso. Ella se habia negado. No podia renunciar a su independencia, a su intimidad y su
Eric era un buen agente. Era un hombre inteligente, seguro de si mismo y competente. Pero Rowan jamas sintio que tratase de entenderla. La deseaba sobre todo porque era inalcanzable. Cuando resulto ser diferente de lo que se imaginaba, o cuando el no pudo moldearla como queria, busco consuelo en otra parte.
Y su infidelidad fue un alivio.
Mirado retrospectivamente, deberia haber hecho caso a Olivia. Cuando vivia en Washington, antes del asesinato de los Franklin, ella y Eric salian a menudo con Liv y con el que ahora era su ex marido. Eric no le caia demasiado bien ni a Liv ni a Grez. Eso debiera haberla puesto sobre aviso.
Rowan sacudio la cabeza, intentando librarse del asedio de los recuerdos. Despues de cepillarse los dientes y beber una taza de agua tibia, bajo a buscar a Michael a la habitacion de invitados.
Estaba a punto de llamar a su puerta cuando alguien desde el otro lado del pasillo dijo:
– Buenos dias.
Rowan se giro y vio al hermano de Michael. Estaba apoyado en el marco de la puerta de la cocina con una taza humeante de cafe en la mano.
Se parecia un poco a Michael, pero sus ojos verdes eran mas oscuros, el pelo mas corto, el cuerpo mas estilizado. Rowan sintio un cosquilleo extrano en el estomago, y se sintio confundida. John era un hombre atractivo pero, desde luego, ella no iba a dejar que las hormonas dictaran su comportamiento. Trago saliva, sorprendida por su propia reaccion. John Flynn era un hombre demasiado sexy para su propio bien, y el lo sabia.
Pero, sobre todo; era un hombre practico. Se veia en su actitud tan distendida. Bajo esa postura tranquila habia un hombre rebosante de energia, un hombre del que emanaba fuerza y una visible seguridad sin ni siquiera proponerselo. No era tan grande ni musculoso como su hermano, pero Rowan sabia por quien apostaria en una pelea. John ganaria con las manos atadas.
Era peligroso. Su mirada inocente parecia sondearle el alma. Buscaba la motivacion que la hacia vivir, el mecanismo que habia hecho de ella un agente del FBI que luego habia renunciado, que escribia y que habia atraido la atencion de un asesino en serie.
Michael Flynn era mas facil de manejar. Ella podia controlar sus preguntas, distraerlo para que no ahondara demasiado en su psique. Mantener una relacion profesional, transparente.
Pero con John no. A el no se le podia distraer, apabullar ni satisfacer con respuestas cortas. Era un peligro. Para su alma.
– ?Que hace usted aqui? -pregunto, acercandose por el pasillo hasta pararse frente a el.
– Pense que a Mickey le vendria bien un poco de apoyo. Lleva tiempo trabajando veinticuatro horas al dia.
Ella senalo el cafe con un gesto de la cabeza.
– Por lo visto, ya se siente como en casa.
El sonrio, revelando un solitario hoyuelo que le habria parecido entranable si no representara un grave peligro para su privacidad.
– Tiene usted una buena despensa. Autentico cafe en grano. Me encanta.
Ella paso a su lado, rozandolo, intentando ignorar la descarga de sensualidad que experimento al rozarle el brazo. Para no mirarlo, se sirvio una taza de cafe. Tomo un trago y dejo la taza. Maldita sea, esa mirada en su rostro inexpresivo la ponia nerviosa.
– Voy a salir a hacer
El se giro en el marco de la puerta pero no se movio.
– ?Va a hacer
Ella entrecerro los ojos y le lanzo una mirada de pocos amigos. Cualquier otra persona se habria andado con cuidado, pero el solo parecia divertido. Aquello la saco de sus casillas.
– Quiza deberia despertar a Michael. Quizas usted no pueda seguir el ritmo.
En su rostro asomo un destello de irritacion, pero luego las defensas se relajaron. De modo que, penso Rowan, era un tipo competitivo. Pues ella tambien lo era.
El se le acerco y se detuvo a solo unos centimetros de su cara. Ella no se inmuto, pero se lo quedo mirando con una expresion que mantuvo deliberadamente vacia.
– ?Quien es Danny?
Ella trago aire y aguanto la respiracion, temiendo de verdad una hiperventilacion. Solto lentamente el aire y dio un paso hacia el, temblando de rabia y dolor. Alzo la cabeza a un par de centimetros de el y dijo, en voz baja:
– Que le jodan.
Iba a pasar de largo pero el la cogio por el brazo. Ella desenfundo la pistola y se la puso en la cabeza.
– Suelteme. -Nadie,
Se quedaron mirando un minuto largo antes de que John la soltara.
– Me lo contara -dijo, con total seguridad. Rowan vio que tenia un tic nervioso en el cuello, y supo que estaba