cerrado. No habia suficientes pruebas concluyentes de que Karl Franklin hubiera matado a toda su familia y que luego se hubiera suicidado. Si bien era evidente que se habia suicidado, habia ciertas discrepancias en las pruebas fisicas que senalaban que podria haber muerto antes que las demas victimas, y que todas las muertes habian sido rapidas.

Rowan no lo sabia. No le habia importado lo suficiente para comprobarlo.

No, eso no era verdad. Le importaba demasiado. Era la razon por la que habia sufrido esa crisis y por eso habia salido corriendo. Habia sido demasiado debil.

Tecnicamente, se habia declarado que el caso era un probable asesinato con suicidio, pero no estaba cerrado. Despues de cuatro anos, estaba frio. Muy frio.

A menos que Karl Franklin no hubiese matado a su familia. Que alguien los hubiera asesinado sin ser descubierto. El archivo era sorprendentemente escueto. Ademas de Franklin, no se mencionaba a otros sospechosos. Habian interrogado a los vecinos y a los parientes, y al unico miembro de la familia inmediata que todavia estaba vivo. El hijo de Karl, de un matrimonio anterior, estaba en la universidad y tenia una solida coartada.

Dado que la secuencia temporal era muy ajustada y puesto que en las mejores circunstancias resultaba dificil establecer la hora exacta de la muerte, el probable asesinato y suicidio habia relegado el caso al olvido.

Rowan dejo caer con fuerza la carpeta sobre la mesa de reuniones y los contenidos se desparramaron sobre la lustrosa superficie. Quinn se la quedo mirando, sacudiendo la cabeza mientras recogia el monton de papeles. Tess, que trabajaba en un rincon con su portatil, fruncio el ceno. Michael, siempre voluntarioso, permanecio junto a la puerta con los brazos cruzados, observandola.

A ella le daba igual. Ellos no lo entendian. ?Era posible que al abandonar hubiera permitido que escapara un asesino? ?Era Karl Franklin inocente del crimen del que todos lo acusaban?

Y, si era inocente, ?era posible que el verdadero culpable hubiera decidido eliminarla a ella por alguna razon desconocida?

– Estaba tan convencida de que encontraria algo -dijo, con voz temblorosa.

Miro el archivo que Quinn se disponia a guardar y vio otra foto. Una foto que habia evitado. Como si fuera un castigo por su debilidad, la foto estaba en lo alto del monton.

– Para. -Le cogio la muneca a Quinn hasta que el cedio.

– ?Que pasa? -pregunto, pero ella lo ignoro. Con las manos temblando, cogio la foto con la imagen que la habia perseguido durante cuatro anos.

Y mas.

Rebecca Sue Franklin. Debia estar durmiendo, sonando con la fiesta que habia montado con sus animales de peluche y sus munecas esa misma tarde. En cambio, estaba cubierta con su edredon blanco, con esa mancha oscura, un recordatorio siniestro de que estaba muerta. Asesinada mientras dormia. Un hilillo de sangre oscura se derramaba desde la boca abierta, congelada en el tiempo.

Sus coletas oscuras, enmaranadas durante el sueno, contrastaban con la funda de la almohada, blanca y almidonada. Los animales de peluche, las munecas y los juguetes que velaban por ella miraban con ojos negros y vacios. Testigos mudos.

Rowan no se percato de las lagrimas que rodaban por sus mejillas hasta que una cayo sobre la foto. Aquello la sobresalto y volvio de golpe a la realidad.

– Nada, nada concluyente -dijo, devolviendo la foto de Rebecca Sue Franklin a la carpeta. Cerro los ojos-. Creo que Roger deberia dar prioridad a la revision de este caso. No se por que, pero hay algo familiar aqui. ?Como, si no, sabria el asesino lo de las coletas? ?Por que mandarmelas a mi? Yo nunca escribi que eso sucediera.

– Una coincidencia -dijo Quinn, mientras recogia los papeles.

– Y una mierda, y tu lo sabes. No existen las coincidencias.

– ?Nos estariamos mordiendo la cola, Rowan! Persiguiendo un caso cerrado por una corazonada… es un desperdicio de recursos.

– ?Se te ocurre algo mejor? -pregunto ella. Habia gritado, pero no le importaba-. ?Cualquier cosa? Porque ninguno de mis casos nos ha dado una sola pista… Esta es la unica anomalia.

– Todavia estamos revisando tus otros casos, declaraciones, todo. Lleva su tiempo.

– Ya lo se, pero este caso es diferente. Era mi ultimo caso. Dani… -dijo, y callo-. Rebecca Sue y sus coletas. Aquello que me mandaron. Tiene que haber una conexion.

– ?Danny? -pregunto Quinn, confundido.

Rowan lo descarto con un movimiento de la mano, como un lapsus, pero alcanzo a ver que Michael alzaba las cejas. Casi habia olvidado que estaba en la habitacion.

– ?No lo ves? -siguio-. Aqui hay algo. Quiero una copia de este expediente. Quiero volver a leerlo.

– No puedo -dijo Quinn, y se froto la cara con ambas manos-. De acuerdo, llevatelo.

– Gracias.

– Tenemos que hablar de la proteccion preventiva.

Ella sacudio la cabeza incluso antes de que el acabara la frase.

– Me queda un largo camino, y pienso resistir.

– Ya no eres una agente. No juegues al cuento del poli duro conmigo. Puedo hacer que te otorguen proteccion preventiva con esto -dijo, haciendo chasquear los dedos-, con que solo me mires de mala manera. Y no creas que no lo hare. Roger me ha autorizado.

?Como se atrevia? Sintio que se le disparaba el mal genio hasta el punto de ebullicion.

– Jamas.

– Es por tu propia seguridad, Rowan.

– No pienso esconderme. No pienso huir. Nunca mas.

Michael intervino dando un paso adelante. Le puso una mano en el hombro y le dio un ligero apreton.

– Todos hemos estado sometidos a mucha presion esta manana. Y ya es pasado mediodia. ?Por que no voy a comer con Rowan a algun sitio? De todos modos, aqui hemos terminado.

– ?Me puedo quedar? -Tess estaba sentada ante una mesa de escritorio en un rincon del despacho que el FBI habia habilitado como cuartel general para la informacion sobre el Asesino Imitador. Estaba atareada tecleando en el ordenador, aunque Rowan no tenia ni idea de que hacia. Michael habia mencionado que el FBI la habia aceptado como asesora civil debido a sus conocimientos de informatica, despues de pasar un control de seguridad. Era algo habitual.

– Claro -dijo Quinn-. Tengo trabajo pendiente. Pedire que traigan unos bocadillos.

– Tengo que salir de aqui. -Rowan echo la silla hacia atras y se incorporo. Cogio la carpeta y la apreto contra el pecho. Esa noche volveria a revisarla y hablaria con Roger.

Le lanzo una mirada a Quinn y salio. Lo habia visto suficiente por hoy. Quinn no entendia. Asi como no entendia por que habia traicionado a Miranda. A pesar de su inteligencia y de su buena presencia, Quinn Peterson nunca entenderia las claves.

Proteccion preventiva. Nunca.

Michael la siguio. No habia esperado menos. Maldita sea. Lo que ella queria era un poco de privacidad. Los diez minutos que habia estado a solas esa manana en la ducha no eran tiempo suficiente para pensar. Y ahora, con la foto de Rebecca Sue Franklin grabada en la memoria, no tenia ganas de comer, y menos aun de sostener una conversacion.

Saco una gragea de Motrin del bolsillo de su pantalon vaquero y se la trago sin agua.

Michael la cogio por la muneca.

– ?Que es eso? -pregunto.

– ?Que es que? -dijo ella, soltandose bruscamente de su mano.

– Esa pildora. Es la tercera vez esta manana que te has tomado una. ?Que estas haciendo? -Le puso las manos en los hombros y la miro con los labios apretados.

Rowan miro a su alrededor por si alguien habia oido la acusacion de Michael. Si la habian oido, fueron lo bastante discretos como para ignorar la escena.

– Sueltame -dijo, entre dientes.

Michael la solto y se meso el pelo.

– ?Que te estas haciendo?

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