Ella se metio la mano en el bolsillo y saco otras tres grageas de Motrin.

– ?Satisfecho?

El fue lo bastante sensato como para adoptar un semblante de avergonzado, pero a ella el enfado no se le habia pasado.

– Lo siento, yo…

– Olvidalo -dijo Rowan. Cruzo la sala y abrio la puerta principal. Michael la cerro de un portazo.

– Recuerda que yo voy primero.

– Mierda -mascullo ella-. Este asunto me tiene harta.

– Ya lo se. -Michael lo dijo con un aire de simpatia, pero no entendia nada.

John si entendia. John la entendia a ella. Y ella lo odiaba por eso.

Su intuicion le decia que John habia trabajado como agente federal en algun momento de su vida. No para el FBI. Quiza para la CIA, pero lo mas probable era la DEA. Tenia la presencia sigilosa y los movimientos agiles tipicos de los agentes de la DEA, al menos eso le parecia. Durante su carrera habia conocido a suficientes agentes de la DEA y los podia identificar donde fuera.

En cualquier caso, era un militar. El le habia mencionado el Comando Delta, lo mejor que tenia el ejercito. Era mayor que Michael, pero demasiado joven para ser un veterano de Vietnam. Delta habia jugado un importante papel en la operacion Tormenta del desierto y en las hostilidades en Oriente Medio durante las dos ultimas decadas, los asesinatos clandestinos, las operaciones de rescate… Se preguntaba cuando John se habia dado de baja. Y por que lo habia hecho. Si es que se habia dado de baja.

Quiza tenia tantos secretos como ella.

– ?Rowan?

Parpadeo, casi como si hubiera olvidado donde y con quien estaba.

– Pensaba en las musaranas -dijo, dandole la espalda.

– ?Donde quieres comer?

– Me da igual -dijo ella, encogiendose de hombros.

– Tienes que recuperar fuerzas.

– Estoy bien. -Rowan miro calle arriba y senalo un restaurante de comida rapida-. Ese esta bien.

Michael hizo una mueca.

– ?Comida basura? No lo creo -dijo el, y la giro en la direccion opuesta-. He visto un restaurante italiano en la esquina.

– Claro -dijo Rowan, y dejo que Michael la llevara. Era mas facil que discutir. Pero la comida no importaba en ese momento. No despues de los asesinatos, las coletas, la espera y la vigilancia y las cabalas sobre cuando volveria a aparecer el rostro del mal.

El asesino habia revisado sus tres primeros libros y de cada uno habia escogido un asesinato. Doreen Rodriguez. La florista. La familia Harper. Un libro mas. Y le tocaba a ella. Una victima mas y le veria la cara.

Salvo que el quisiera seguir jugando con ella. Utilizar su quinto libro, que saldria la proxima semana. Esperar y volver a matar.

– Para -dijo, casi gritando.

Michael se detuvo delante de ella y la miro por encima del hombro.

– ?Que? ?Que has visto?

– Nada. Nada. Tengo que hacer una llamada.

– No aqui en la calle.

– Es importante. -Saco el telefono movil y marco el numero privado de Roger.

– Collins.

– Roger, soy yo.

– ?Que ocurre?

– Llama a mi editor. Tienes que parar la distribucion de los libros. Esta previsto que esten en la calle la proxima semana.

– Necesito una orden judicial, y…

– No, no, ellos lo pararan. Hasta que atrapen a ese tipo. Si no, conseguiremos una orden judicial para que lo retrasen.

– Me ocupare de ello.

– Quiero hablar contigo mas tarde. Sobre el asesinato de los Franklin.

– ?Has encontrado algo? -Parecia optimista.

– No, todavia no, pero tengo todo el archivo y volvere a revisarlo. -Miro a Michael, que miraba atentamente la calle-. Estoy segura de que no encontrare nada que otros no hayan visto, pero un par de ojos mas… no lo se. -Por primera vez, dudo de si misma. Quiza se estaban arrimando al arbol equivocado, desperdiciando tiempo y recursos. Pero ?que alternativa tenian?

– No dejaremos piedra sin levantar, Rowan. Yo te lo prometo. -La voz de Roger sonaba convincente, a casi cinco mil kilometros de distancia-. Lo cogeremos. Es solo una cuestion de tiempo.

– Pero ?quien morira antes de que eso suceda?

Rowan colgo. Hablaria con el por la noche, pero no se esperaba nada nuevo.

?Conocia ella al asesino? ?Lo habia visto? ?O seria un tipo que se habia obsesionado por algun delirante motivo y lo habia averiguado todo sobre ella, su pasado, su presente? ?Reconoceria al asesino si lo viera?

?Cuanto la haria esperar? Los tres primeros asesinatos se habian producido en una semana. Pero ella sospechaba que aquel asesino queria hacerle sufrir. Inquietarla. Que tuviera miedo. Casi podia sentir como se alimentaba de su miedo, como si gozara viendola temblar y encogerse de miedo. Se enderezo. Si se alimentaba de miedo, no seria el suyo.

No le daria esa satisfaccion.

Durante toda la semana, Adam se sintio culpable por haberle hecho la mala jugarreta a Marcy, aunque se lo mereciera por esas cosas horribles que habia dicho sobre Barry. Barry era su amigo y nunca le gritaba, y era siempre amable y le dejaba estar en el viejo taller de efectos especiales para que viera todo ese material tan entretenido. Pero la jugarreta habia molestado a Rowan, y Rowan tambien era su amiga. Lo escuchaba y se preocupaba por el como nunca lo habia hecho su madre. A veces deseaba que Rowan fuera su madre, aunque eso era una tonteria porque era demasiado joven. Pero seria una buena madre, y no le gritaria ni le diria que no valia nada y que nunca deberia haber nacido.

Adam se habia disculpado con Barry todos los dias hasta hoy, cuando este le habia dicho que dejara de repetir «lo siento» porque, despues de un tiempo, ya no significaba nada. Adam no entendia eso, porque lo lamentaba de verdad, pero Barry era listo y sabia como funcionaban las cosas, asi que Adam dejo de decir «lo siento».

Pero no habia visto a Rowan en toda la semana. No habia venido a los estudios ni lo habia visitado ni nada, y el la echaba de menos. ?Que pasaria si Rowan estaba enojada con el? Le dijo que no, que no lo estaba, pero la gente siempre mentia. Rowan nunca le habia mentido, pero quizas esta vez estuviera mintiendo.

No habia podido comer ni dormir los ultimos dos dias porque le preocupaba que a Rowan ya no le cayera bien. Tenia que encontrarla y decirle que lo sentia mucho.

Adam no tenia carne de conducir, pero Barry a menudo le dejaba conducir por la zona de estacionamiento. No se lo penso dos veces y decidio tomar prestado uno de los camiones de los estudios y conducirlo hasta Malibu. Era emocionante conducir por la autovia. ?Tanto poder! Por primera vez se sintio como una persona normal, casi como si fuera un chico integrado.

Habia ido a casa de Rowan en una ocasion. El mes pasado, cuando el le conto a Rowan que nunca habia visto el mar a pesar de haber vivido toda su vida en Los Angeles, y ella inmediatamente lo habia llevado a su casa.

El mar le daba un poco de miedo, pero eso no se lo conto a Rowan. Desde su balcon, era muy bonito, y ella le dejo quedarse hasta la puesta de sol, y eso era lo mas bello que habia visto en toda su vida. Bueno, casi. Rowan era mas guapa que el sol. Miraba con una hermosa sonrisa mientras cambiaban los colores en el cielo.

Adam no recordaba como llegar a su casa, asi que imprimio un mapa del ordenador.

Rowan nunca lo trataba como si fuera un estupido. No como Marcy y los otros actores, que lo llamaban el chico retrasado de escenografia. A Barry no le gustaba esa palabra, y hablaba en voz baja cuando la oia, y Adam sabia que Barry intentaba levantarle el animo, aunque no podia. Solo con Rowan se sentia mejor y, si el no

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