entendia algo, ella lo volvia a explicar hasta que el lo entendia, y nunca suspiraba ni fruncia el ceno ni tenia esa mirada como si quisiera estar en cualquier otra parte en lugar de estar con el.
Tomo la Autopista uno a Malibu y vio un puesto de flores junto al camino. ?Le gustarian las flores a Rowan? Habia oido a Barry decirle a uno de los camaras que comprara una docena de rosas para su novia porque a las mujeres les gustaban ese tipo de cosas. Rowan era una mujer y tambien le gustarian las flores, dedujo Adam.
Se desvio hacia el arcen de gravilla. Se asusto cuando el camion boto con tal fuerza que el se golpeo la cabeza en el techo. Redujo la velocidad hasta detenerse y espero que su corazon volviera a latir normalmente. Quizas esto de conducir no fuera tan facil como parecia. Bajo con cuidado del camion y el viento frio le dio en la cara. Unos acantilados enormes, a solo unos metros, caian hacia el oceano. Adam sintio que se mareaba, y de pronto entendio como se sentia Scottie, en
El hombre que vendia flores tenia la piel oscura, pero no era negro. Tenia unos ojos marrones pequenos y una sonrisa muy simpatica que tranquilizo a Adam. Al fin y al cabo, nunca habia comprado flores para una chica.
Un coche negro se detuvo detras del camion de Adam, pero el ni se dio cuenta. Senalo las rosas.
– Son rosas, ?no? -pregunto.
– Si, senor -dijo el hombre-. Un dolar cada una, o diez dolares la docena.
Una docena, una docena.
– ?Eso es doce rosas por diez dolares?
– Si, senor.
Adam tenia diez dolares. En su cartera tenia un billete de veinte, uno de diez y tres de un dolar.
– De acuerdo -dijo, con voz pausada, queriendo tener la certeza de que su decision era correcta. A el le gustaban mucho las rosas, pero, ?le gustarian a Rowan? Eran muy bonitas. Blancas o rojas, rojas o blancas. ?Quiza seis de cada color?-. Me puede dar unas blancas y otras rojas.
– Si, senor.
El hombre del coche negro se les acerco.
– ?Comprandole flores a tu chica?
Adam miro al hombre, que le parecio vagamente familiar, aunque no sabia por que. Tenia el pelo rubio tirando a castano, un poco largo, y llevaba gafas de sol. Tenia un aspecto agradable e iba bien vestido. Adam penso que el naranja conjuntaba bien con el marron, aunque Marcy siempre se burlaba de su manera de vestir. Retro cutre, lo llamaba, y luego se echaba a reir.
– N… no -balbuceo Adam, y movio los pies. Por como vestia, aquel hombre tenia dinero, y a los hombres con dinero no les gustaba hablar con los chicos de escenografia. Muchos hombres que venian a los estudios tenian dinero, pero ninguno de ellos le hablaba, y si el les decia algo ellos se enfadaban.
– ?Una amiga?
– Si. -Lo dijo con voz queda y le lanzo una mirada al florista, que los observaba.
– ?Que querias comprar?
– Rosas.
– Ah, rosas. Las rosas son encantadoras.
Adam se animo.
– Si, ?de verdad? ?Eso cree?
El dijo que si con la cabeza. Adam inclino la suya, preguntandose de que conocia a ese hombre, aunque no recordaba donde lo habia visto. Arrugo la frente. Detestaba ser tonto. Asi lo llamaba su madre, tonto y estupido.
– Si, creo que las rosas son muy bonitas -dijo el hombre.
– Quiero una docena de rosas -dijo Adam, decidido, al hombre de piel morena.
– Eso si -dijo el hombre de dinero-, yo conozco la flor perfecta de la amistad.
Adam fruncio el ceno, confundido. ?Acaso no acababa de decirle que las rosas eran encantadoras?
– Mejor que las rosas.
– Oh, si. -Se inclino hacia delante y saco una flor blanca, larga y bella, que casi parecia una copa-. Huele esto.
Adam olfateo. No olia nada, pero la flor era bella. Bella como Rowan.
– ?Como se llama esta?
– Es un lirio cala. Y creo que a su amiga le encantara.
– Mas que las rosas.
– Ya lo creo que si.
Daba la impresion de que el hombre adinerado sabia de que hablaba y Adam no sabia nada de flores.
– Vale -dijo-. Una docena de lirios cala.
– Buena eleccion -dijo el hombre.
El hombre de tez oscura envolvio las flores en papel y Adam pago quince dolares en lugar de los diez de las rosas. Pero no importaba, porque Adam sabia contar el cambio y recibio cinco billetes de dolar, que guardo cuidadosamente en su cartera antes de coger las flores.
Cuando se dirigia de vuelta al camion, recordo sus buenas maneras. Se giro y le hizo senas al simpatico hombre.
– Gracias, senor -dijo.
– Me alegro de haberle ayudado -dijo el hombre, levantando un brazo.
Adam volvio al camion que habia tomado prestado, emocionado tras haber comprado las flores perfectas de la amistad. Lirios cala.
Las dejo con cuidado sobre el asiento y las contemplo con admiracion. Sonreian y eran bellas, eran blancas, como el pelo de Rowan. Si, seguro que le gustarian.
Puso el camion en marcha y volvio a incorporarse con prudencia al trafico, sin darse cuenta de que el hombre miraba como se alejaba.
Capitulo 10
John esperaba fuera del despacho de Rowan sin quitarle el ojo a la cerradura. La culpa le roia la conciencia. Sabia que no debia invadir su espacio. Pero ya habia estado en su dormitorio y ahi no habia nada de interes, salvo dos cargadores de su Glock en el cajon de su mesilla de noche y una escopeta debajo de la cama.
?A que le temia?
Rowan pasaba mucho tiempo en su estudio. Ahi tenia su ordenador. Cuando queria estar sola, se iba al estudio. ?Por que?
?Y por que el se sentia culpable? Habia hecho cosas mucho peores en la vida que hurgar entre los objetos personales de una mujer de cuya proteccion era responsable. Desde luego, no era
O, quiza, seria la propia Rowan.
John no iba a dejar que eso ocurriera. Abrio la puerta antes de que pudiera cambiar de opinion, y la cerro tras entrar, con el corazon acelerado. No pretendia curiosear en la vida de Rowan. Sin su invitacion, no.
La decoracion del estudio era diferente del blanco desnudo que imperaba en el resto de la casa. Revestimientos de madera de cerezo, estanterias empotradas y una gran mesa esquinera dominaban la pequena sala. Habia dos sillones de cuero frente a frente en el medio. Una silla de lectura, una mesa y una lampara en un rincon. El suelo de baldosas del estudio era el mismo del pasillo, pero estaba casi todo cubierto por una gruesa alfombra de tripe blanca.
Era un ambiente convencional y acogedor, decididamente mas adecuado para Rowan que el vacio blanco