– Gracias, colega. Lo ideal seria lo mas pronto posible.
– Ya no se si seguimos siendo colegas -dijo Andy, y colgo.
John sonrio. Andy nunca cambiaria. Era agradable cuando la reaccion de las personas se volvia predecible.
Se quedo junto a la ventana y espero. Al cabo de diez minutos, penso que el conductor habia venido de visita a otra casa en la calle. Se aparto de la ventana y paseo la mirada por el estudio una ultima vez.
Aquel lugar no podia revelarle nada mas. Pero John salio con la sensacion de que conocia mucho mejor a Rowan Smith.
Salio del estudio, no sin antes asegurarse de que todo estaba tal como lo habia encontrado. El ordenador apagado, el monton de papeles, los cajones cerrados. Todo en orden.
Era pasada la hora de comer, y tenia hambre. Aunque no sabia cocinar ni la mitad de bien que su hermano, sabia hacer unos bocadillos muy suculentos. Tess le habia dicho que Rowan tenia poca comida en casa hasta que llego Michael. Mientras John miraba en la nevera y en la despensa bien surtidas, no pudo evitar preguntarse hasta cuando se quedaria Michael. Por la cantidad de comida, parecia que pensaba quedarse para siempre.
Una vez mas, era como lo de Jessica. Y lo peor era que Michael no lo veia.
John se preparo un bocadillo, y empezo a comer, mas por una cuestion de habito que porque le gustara su sabor.
Si no le fallaba su intuicion, a Rowan la habian asignado al caso Franklin y habia renunciado despues de visitar la escena del crimen. Era probable que le hubieran propuesto tomar una baja antes de que se aceptara su renuncia, con la esperanza de que cambiara de opinion. John sabia que algunos agentes que trabajaban en tareas muy duras a veces necesitaban un tiempo para recuperar la salud mental. De otra manera, se quemaban.
Rowan Smith, un caso clasico de agente quemada. Pero en lugar de integrarse en un cuerpo de policia menor, como hacian otros, o de trabajar como consultora privada, o aceptar un trabajo en un despacho, ella habia iniciado una segunda carrera, muy exitosa, escribiendo novelas policiacas. En sus libros ahondaba en los detalles del horror que un ser humano podia infligir a otro, cosas que habria visto no pocas veces, sobre todo en los casos que investigaba.
Pero, quiza no fuera un caso clasico.
John oyo un crujido en el balcon de afuera y se quedo quieto, a punto de dar un mordisco al bocadillo. Se tenso entero ante la alerta. Sus orejas casi se estremecieron buscando localizar a un posible intruso.
Siguieron otros crujidos. Crac, crac.
Alguien subia las escaleras que venian de la playa.
Sin hacer ruido, John dejo el plato y desenfundo su pistola. Cuando se acerco a la puerta lateral sus zapatillas deportivas no crujian sobre el suelo de baldosas. Bajo sigilosamente las escaleras y siguio hacia la playa.
Cuidando de no mostrarse al intruso ocultandose detras de los pilares de apoyo del balcon, siguio hasta llegar a las escaleras de atras. Las habia revisado al llegar la primera vez y sabia que si pisaba en el exterior del peldano, evitaba el crujido de la madera.
Se detuvo a unos diez escalones de la parte superior y miro por el pasamanos. Un intruso. Era un joven de unos veinte anos. Era alto y delgado y tenia el pelo oscuro. Llevaba un enorme ramo de flores. Si hubiera llamado a la puerta de entrada, John no le habria dado mayor importancia.
El chico llamo a la puerta trasera y apoyo la mano en el vidrio para mirar dentro. Trato de abrir lentamente la puerta.
John se acerco sigilosamente por detras.
– No se mueva. Tengo una pistola. ?Quien es usted? ?Que hace aqui?
El chico se giro bruscamente, y miro de un lado a otro, nervioso.
– Es… estoy buscando a… a Ro… Rowan. -Abrio desmesuradamente los ojos al ver la pistola de John y apreto con fuerza el ramo de flores.
– ?Quien eres?
– Adam. Soy Adam. Eh, Adam Williams. Cuatro-cuatro-cinco, West Toluca Boulevard, Bloque B.
John tuvo la impresion de que el chico era de fiar. Habia algo raro en el. Sin embargo, los criminales mas astutos sabian fingir. Con voz severa, pregunto:
– ?De que conoces a Rowan?
– Ella me… me consiguio mi empleo. Soy su fan numero uno. He leido todos sus libros. Ella me consiguio mi empleo. Trabajo para Barry en los estudios. Barry es un tio muy bueno, pero se enfado conmigo por la jugarreta que le hice a Marcy, y Rowan tambien se enfado y yo dije que lo sentia pero pense que a Rowan le gustarian las flores porque es una chica y mi madre decia «a todas las chicas les gustan las flores, estupido».
John enfundo el arma, confiando que el chico era quien decia ser.
– Adam. Soy John Flynn, tambien soy amigo de Rowan.
Adam fruncio el ceno.
– ?Como se que no esta mintiendo? Rowan dijo que habia un hombre malo que hacia dano a la gente. -Adam dio un paso atras.
John alzo las manos para demostrarle que no era un enemigo.
– Podemos llamarla. ?Quieres llamarla?
Adam asintio con un gesto energico. Luego paro, y nego con la cabeza con la misma conviccion.
– No, podria ser una trampa. Podria ser que usted le haya tendido una trampa. No, ella deberia mantenerse alejada. Tiene un guardaespaldas, ?sabia eso?
– Lo se. Es mi hermano, Michael. ?Tu lo conoces?
Un aire de reconocimiento paso fugazmente por la expresion de Adam, pero siguio alerta.
– Podria ser -dijo, como un chico desafiante.
John metio la mano en el bolsillo y saco su telefono movil.
– Voy a llamar a Rowan y ella vendra a casa y hablara contigo. ?De acuerdo? -Cuando vio que el muchacho seguia indeciso, dijo-: Tu tambien podras hablar con ella. Ella te dira que no soy un peligro, luego entraremos en la casa y esperaremos.
– De acuerdo -acepto Adam, con voz queda.
John marco el numero del movil de Michael, recriminandose por no tener el numero de Rowan.
– Mickey, soy John. Dejame hablar con Rowan.
– ?Por que?
– Porque tengo una situacion delicada aqui y quiero que ella me ayude.
– Dime de que se trata.
Maldito sea. Queria hacerse el duro.
– Adam Williams ha venido a saludarla y no esta seguro de que yo no sea el tipo malo del que le advirtio Rowan. Quiero que hable con el.
– ?Adam? ?El chico retrasado?
John hizo una mueca, temiendo que el chico lo hubiera oido.
– Si, el fan numero uno de Rowan.
– Ya sospechaba que tramaba algo. Tu, retenlo ahi. Yo llamare a la policia y…
– No, Michael -dijo John, con voz mas severa de lo que era su intencion-. ?Puedes hacer el favor de…?
– Mira, John, llevo trabajando en este caso mucho mas tiempo que tu y… -John oyo la voz de Rowan en el trasfondo, pero no lo que decia. En sordina, oyo que Michael decia: «Pero no estas segura de que sea inofensivo. ?Por que no le pedimos a la policia que hable con el?»
– ?Por supuesto que no! -exclamo Rowan, lo bastante fuerte para que John la escuchara. Mas voces en sordina, y luego se puso Rowan.
– ?John?
– Soy yo.
– Dejeme hablar con Adam.
John no pudo evitar una sonrisa, pero al mirar a Adam, se puso serio. El chico estaba estrangulando los lirios.
– Adam, Rowan quiere hablar contigo.
Con las manos temblando, el chico cogio el movil.
– ?Ho… Hola?