de ella. Habria querido interpelarle, pero de estar en su pellejo ella habria hecho lo mismo. Sin embargo, no tenia por que gustarle.

– Gracias, Andy -dijo, y colgo. Alcanzo a ver que ella lo miraba, pero su expresion siguio siendo inescrutable.

Estaba tramando algo. ?Que seria?

– ?De que hablabas? -pregunto Michael.

Rowan casi habia olvidado que Michael estaba presente. Se inclino contra el marco de la puerta, y su actitud relajada contrastaba con la tension que ella advertia en su cuello y sus hombros. Al principio, creia que John y Michael eran dos buenos hermanos, pero ahora observaba que cada vez que estaban juntos en un mismo espacio se palpaba una tension incomoda.

– Negocios -dijo John, y guardo el movil en el bolsillo del pantalon-. Adam ha traido flores.

John cambio deliberadamente de tema, y Rowan estaba segura de que habia indagado sobre ella. Aquella posibilidad le irrito, pero su impulso de insistir se desvanecio cuando Adam empezo a hablar, excitado.

– John ha encontrado un florero. Espero que este bien, pero yo no queria que se marchitaran. Yo he roto una, asi que puedes sacarla, pero son igual de bonitas.

– Claro que son bonitas, Adam, pero no tenias que traerme nada.

Adam sacudio energicamente la cabeza.

– Oh, si. Barry siempre le compra flores a Sylvie cuando ella se enfada con el. Y aunque tu hayas dicho que no estabas enfadada conmigo por haberle hecho la jugarreta a Marcy, sabia que estabas un poco enfadada y queria decirte que lo sentia, pero no solo decirlo, ?me entiendes?

Rowan sonrio.

– Lo se. Ha sido muy amable de tu parte -dijo Rowan, mirando por la cocina-. ?Donde estan?

– John las ha puesto en el comedor. -Adam salto del taburete y tomo por la mano a Rowan para llevarla a la sala contigua-. Iba a comprar rosas, pero el hombre me dijo que los lirios cala eran mejor para las amigas. Nosotros somos amigos. ?No te parecen bonitas?

Rowan sonrio hasta que vio las flores.

Lirios.

Se le nublo la mirada, hasta que solo vio los lirios blancos. Una voz muerta, tan clara como si su madre estuviera a su lado, dijo:

– ?No te parecen bonitas? Igual que tu, Lily.

Lily miro a su madre y sonrio.

– Son mas bonitas, mama.

Mama rio y sacudio la cabeza.

– Cuando seas mayor, seras todo un encanto con los hombres, carino. -Le acaricio el pelo con sus dedos suaves y delgados, y Lily se entrego a la caricia con una sonrisa-. Sabes que te he puesto Lily porque tu padre me regalo lirios el dia de nuestra primera cita.

– Lo se, Mama. -Ella adoraba esa anecdota. No podia imaginarse a su padre regalandole flores a su madre. Estaba siempre tan serio. Y a veces le gritaba a Mama. Ella no lo veia a menudo. La mayoria de las noches ya estaba en la cama cuando el llegaba del trabajo, y el unico dia en que ella hablaba con el era los domingos. Y compartir su atencion con sus dos hermanos y dos hermanas era dificil. Ella preferia leer o jugar en el patio trasero.

Tres hermanas, se dijo a si misma mientras miraba la cuna. Danielle era muy bonita.

– ?Por que no le has puesto Rose al bebe para que siempre te trajeran rosas? Las rosas son mas bonitas que los lirios -dijo Lily, y arrugo la nariz. En realidad, no le gustaban tanto los ramos de flores. Eran bonitas cuando estaban recien cortadas y arregladas en un florero, pero luego se morian y Mama las tiraba a la basura, casi como si no le importara. Lily no sabia por que a la gente le gustaba tener flores en la casa todo el tiempo, si se morian tan rapido.

Afuera, en el jardin, las flores estaban siempre vivas. Dormian durante el invierno pero volvian todas las primaveras. Esas eran las flores que le gustaban a Lily.

Mama rio y la beso en la cabeza.

– Eres una nina muy divertida.

Danielle empezo a berrear. En realidad, no era un llanto, era como un graznido.

– Creo que tiene hambre, Lily. ?La puedes coger?

– ?Yo? -Lily tenia muchas ganas de tomar al bebe en brazos, pero su padre le decia que no lo tocara, que los bebes no eran munecas.

– Claro que si, tu.

Lily fue hasta la cuna y miro a su hermanita. La amaba desde el momento en que Papa las habia traido a las dos a casa la semana anterior. Pero saber que la podia coger y llevarsela a Mama para que le diera de mamar, encumbraba ese amor a otras alturas. Ella podia ayudar a hacer de mama. No podia alimentarla porque todavia no tenia pechos, pero podia cambiarle los panales y la ropa y llevarsela a Mama.

Sonrio con ganas.

– Hola, bebe -dijo, con su mejor voz de madre-. Soy tu hermana mayor, Lily. Vamos a ser muy amigas.

Con cuidado y ternura, cogio a la recien nacida, sosteniendole la cabeza como Mama le habia ensenado. Dio tres pasos hasta el sofa.

Mama tomo al bebe para amamantarlo. Ella chupaba y Mama tenia una mirada sonadora.

– Lily, no hay nada mejor en el mundo que amamantar a tu bebe. Algun dia creceras y seras mama.

– Me gustaria tener muchos hijos.

Mama sonrio.

– Puedes tener todos los que quieras. Puedes hacer lo que quieras con tu vida, carino. Puedes ser medico, o abogado, o profesora, o madre. Todas las profesiones son importantes.

– Pero las mamas son las mas importantes porque los bebes las necesitan -dijo Lily, sintiendose muy lista.

– Si, los bebes necesitan a sus madres.

Desde arriba se oyo un fuerte golpe que sobresalto a Lily, que se acerco a su madre.

– Estupido, malo. Apartate de mi camino.

Era Bobby. A juzgar por el ruido, estaria rabioso. Incluso mas rabioso que Papa cuando Mama no hacia algo bien.

– Carino, ve a cuidar de Peter. Date prisa.

Lily salio corriendo del salon, porque el temor por Peter era superior al miedo que le tenia a Bobby. Se detuvo al pie de la escalera y miro hacia arriba.

– ?No! -grito.

Bobby empujo a Peter y las pequenas piernas de este cedieron. Se aferro del pasamanos cuando Bobby bajo la escalera a grandes zancadas.

Lily subio corriendo y Bobby se rio de ella.

– Espero que te rompas el cuello, Lily la tonta.

Lily lo ignoro y vio a Peter que se tambaleaba y caia tres peldanos y cogia el pasamanos. El nino grito pero ella alcanzo a cogerlo.

– ?Estas bien, bebe? -pregunto, mientras ayudaba a volver a Peter a lo alto de la escalera. Se oyo un portazo. Bobby habia salido. Ojala que nunca volviera. Le daba mucho miedo.

Lo odiaba.

Capitulo 11

Rowan golpeo el florero con el brazo y lo lanzo volando de la mesa. Al caer al suelo, el agua se derramo por todas partes. El florero se hizo trizas y los lirios quedaron esparcidos.

Вы читаете La presa
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату