distancia.

– ?John? -pregunto Tess, con voz aguda, pero suave.

– Dos minutos mas. -Eso esperaba.

– ?Dos minutos? -repitio Collins en el auricular.

– Creo que si. Puede que sean tres.

El siguiente minuto paso demasiado rapido, pero John avanzo algo. Collins, Peterson y Rowan se acercaron a unos metros. John lanzo una mirada a Rowan. Estaba cubierta de polvo, y su rostro era frio e inescrutable. Excepto sus ojos.

Estaba aterrorizada.

– Deberias haberte quedado en la casa de seguridad -dijo John, con voz grave e irritada. Volvio su atencion a la bomba.

– No deberias haberme dejado.

No podia acelerar el procedimiento, pero seguia trabajando lo mas rapido que podia. Mas rapido de lo que habria querido.

Un disparo rasgo el aire quieto y Tess chillo. John tardo un segundo en cerciorarse de que no le habian dado. La descarga venia de demasiado lejos.

La agente Blake.

Oyo el trino de un telefono movil. No era el suyo. Roger contesto.

– ?MacIntosh?

– Esa no era Lily. Quiero hablar con mi hermana. Ahora. Diez segundos o volare el SUV. Nueve. Ocho. Siete. Seis.

Rowan le arrebato el movil a Roger.

– Bobby, soy yo. Desactiva la bomba. No quieres matarme de esta manera, ?no?

– Sabia que estabas ahi. Mandando a otra mujer a morir en tu lugar.

– No ha sido decision mia.

– Ya. Todos tomamos ciertas decisiones.

– Ire.

– ?No! -grito John.

– Para la bomba.

– Cuando vea que eres tu.

– ?Cuanto tiempo? -pregunto Rowan a John en silencio.

El le enseno dos dedos y, con la otra mano, dio a entender que era un tiempo estimado. Mas o menos.

– ?Donde estas?

– Sigue las huellas del coche de la falsa Lily. Cuatrocientos metros.

– Tardare cinco minutos.

– Te dare tres. Sera mejor que corras, Lily -dijo, y colgo.

Rowan miro a John y en su mirada entendio el conflicto que lo desgarraba.

– Tienes tres minutos, John, es todo lo que puedo hacer.

– Ni se te ocurra entregarte a el.

– Hare lo que pueda. Pero volara el coche. Corred rapido.

– Rowan, ?espera!

– No puedo -dijo ella, y las miradas se cruzaron. Te amo, articulo ella, muda. Luego dio media vuelta y corrio.

Bobby dio una patada a la doble de Rowan. Ignoraba si estaba muerta, pero la cara le sangraba y estaba inconsciente. Levanto la escopeta para un segundo disparo cuando un movimiento lo distrajo y levanto la mirada.

Una mujer sola corria hacia el. Miro su reloj. Dos minutos treinta segundos.

Bajo la escopeta para verla correr, asegurandose de que esta vez era la zorra de su hermana. Si, era Lily, no habia duda de ello.

Ella se detuvo a unos veinte metros de el y se lo quedo mirando.

– ?A que esperas? -grito Bobby-. Saco el mando a distancia del bolsillo-. ?Esto?

Sonrio y pulso el boton.

Una explosion sacudio la tierra. Madre mia, era mejor de lo que creia. ?Que impacto! Nadie situado a menos de doscientos metros se salvaria de esa detonacion, penso, feliz.

Los gritos de Lily le quedaron como un eco en los oidos, y le arrancaron una sonrisa. Ella se llevo la mano a la chaqueta. ?Acaso pensaba dispararle? Ja.

No tan rapido. Saco la pistola de dardos del bolsillo y disparo. Lily alcanzo a disparar una vez, pero fallo. Bobby rio cuando la vio desplomarse, con las plumas amarillas del dardo asomando en el pecho.

El juego no acaba hasta que hayas muerto.

Capitulo 26

John no supo cuanto rato estuvo inconsciente, pero un grupo del SWAT lo estaba reanimando con agua.

Se sento rapidamente. Le retumbaban los oidos. Tess. Miro alrededor y la vio tendida a unos siete metros. Intento incorporarse y lanzo una imprecacion cuando sintio que iba a vomitar.

– Vaya, senor Flynn -dijo uno del equipo-. Ha estado inconsciente unos buenos cinco minutos.

– Tess.

– Esta bien. Posibles golpes y, al parecer, se ha roto un brazo al caer, pero se pondra bien. Una ambulancia viene de camino.

Rowan. John se incorporo lentamente, recupero la compostura y vio a Roger, tendido a varios metros, despierto. Se le acerco.

– Rowan.

– Los hemos perdido. -Roger hizo una mueca de dolor, tanto fisico como emocional.

– ?Que? -?No, maldita sea, no podian haberla perdido! Habria dado cualquier cosa para ir tras ella, pero no podia. No habia tenido esa opcion.

Tess estaria muerta.

Pero ahora era Rowan la que podria estar muerta. Por lo que habia oido y visto de Bobby MacIntosh, su muerte seria lenta y dolorosa. Una especie de retorcida compensacion.

Instintivamente, apreto los punos.

– En el caos que siguio a la explosion, solo la siguio un equipo. Cogieron la matricula, la transmitieron, los siguieron. Y los perdieron por un momento cuando Bobby se salio de la autopista. Encontraron el coche abandonado.

– ?Imbeciles! -John se paso una mano por el pelo lleno de tierra. No le importaba aquella suciedad. Tenia que encontrar a Rowan.

Se acerco un hombre del SWAT.

– Director Collins, tiene que quedarse quieto.

Collins cerro los ojos mientras el agente lo examinaba.

– ?Que pasa? -pregunto John.

– Es posible que se haya roto alguna vertebra -dijo el agente.

– ?Y Quinn Peterson?

– Tiene una herida muy fea en la cabeza, pero deberia recuperarse. Los medicos estan con el ahora.

John jamas olvidaria los ultimos tres minutos antes de la explosion.

No poder seguir a Rowan fue como una punalada en el corazon. Sentia el estomago enfermo, presa de las

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